Félix se ha librado del ambiente tóxico de su casa gracias a su hermano mayor, Chan. Félix tiene una fobia muy extraña hacia las personas de tipo fuego.
Hyunjin, es un alfa muy guapo y deseado, sin embargo, no se interesa realmente en nadie, pero ex...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
-¡Felix!- grite al ver al pequeño chico peli azul irse llorando en pleno ataque de ansiedad.
-¡¿Pero se puede saber quién coño eres?!- gritó Han nuevamente a Bulhaeng, acercándose peligrosamente con la intención de golpearlo, para suerte del omega, Minho lo agarró justo a tiempo.
-Amor, esta no es la mejor manera...-dijo en un susurro el peli morado, aunque se le veían las ganas de soltar a su novio y dejar que destrozará al otro omega, puesto que, después de todo, le había agarrado cariño a Felix, lo veía casi como un hermano menor.
-¡Pero yo no he hecho nada!- dijo y se paró justo detrás de mí, dejando ver solo su cabeza- ¿Verdad Hyunjinnie?- agregó con voz melosa, lo aparté de mí- Después de todo- dijo acercándose a Jisung- ese niño no significa nada, solo es una omega de agua, feo y probablemente puta- no acabó la frase y Seungmin, que hasta ahora, se había mantenido al margen, le lanzó una tremenda cachetada, resonó tan fuerte que sentí un escalofrío recorrer todo mi cuerpo, entonces reaccione.
-¡¿Pero a ti qué mierda te pasa!?- gritó Bulhaeng con la intención de devolvérsela, el omega no se movió ni un milímetro y la pareja estaba estupefacta. En ese momento jalé al peli naranja hacia mí.-¡Hyunjin!- dijo entre enfadado y sorprendido.
-Escúchame Bulhaeng, tú y yo dejamos de estar juntos hace mucho tiempo, porque tú-dije apretando mi agarre en su brazo- decidiste engañarme con uno de mis amigos más cercanos, así que no vengas ahora a joder- lo solté, probablemente cayó de culo al suelo, sin embargo, no me importó, ahora había algo más importante que tenía que hacer.- A y por cierto- dije llamando su atención- que ni se te ocurra volver a hablar, tocar o siquiera mirar a Felix, porque, sino- dije y me acerque a él peligrosamente, el omega parecía asustado- sabes perfectamente qué pasará contigo.- Me aleje y comencé a correr, ahora el enfado había sido reemplazado por culpa, preocupación y desesperación. Estaba tan sorprendido que no pude reaccionar, soy estúpido, pero tengo que encontrarlo, siento que si no lo hago, moriré.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Felix.
Tengo que encontrarlo. No está en ningún lado de su facultad, tampoco en la mía, aún me faltan otras cinco facultades, por lo menos. Las clases ya comenzaron hace mucho. Le escribí a Minho, Seungmin y Jisung y les dije que yo mismo buscaría al precioso omega de hebras azules, ellos se fueron a clases bastante preocupados. Mi lobo, por otro lado, estaba alterado, triste e inquieto; y para qué negarlo, yo también.
Las clases, que habían empezado hace algunas horas, dentro de poco comenzaría el descanso, y aún no tengo ni idea de donde podría estar Félix. Llegó un momento en el que me desesperé tanto, que pensé que perdería la cordura, y entonces recordé. La facultad de Magisterio, como no. Félix correría inconscientemente hacia su lugar seguro, y por más que doliera, ese, aún, no soy yo, pero si sé quién es, Chan.
Por un momento miré mi móvil, tenía varios mensajes, ninguno importante, entré en los Chats y busqué el número de Chan. El mismo alfa me lo había dado, puesto que, si pasaba alguna situación o algo, pudiera avisarle rápidamente. Le escribí.
Hyunjin
Hola Chan Hyung
¿Está Félix contigo?
Chan
No
¿Por qué?
¿Pasó algo? ¿Félix está bien?
Hyunjin
Lo estará
Lo prometo
Corrí. Corrí hasta que mis piernas no pudieron más. Pensé en la posibilidad de que Félix se hubiera ido de la Universidad, pero, algo parecido a un instinto, le decía que no, que él estaba aquí, y también que tenía que encontrarlo.
Cuando llegué a la facultad de magisterio, pude ver un extenso lugar lleno de césped. Cuando vi a hora, me di cuenta de que faltaba menos de media hora para que, la mayoría de personas salieran de sus facultades, algunos por el segundo descanso, y otros por fin de horario.
Mientras caminaba a paso rápido, pude divisar a lo lejos una cabellera azul, mi lobo y yo encontramos un poco de calma. Me acerqué a él corriendo, el chico estaba hecho un bola, sollozaba y de vez en cuando temblaba, esa imagen hizo que un peso doloroso se instalara en mi pecho. Al llegar donde se encontraba el lindo omega, apoyé mis manos en mis rodillas tratando de recuperar el aire.
-Te encontré.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
