Félix se ha librado del ambiente tóxico de su casa gracias a su hermano mayor, Chan. Félix tiene una fobia muy extraña hacia las personas de tipo fuego.
Hyunjin, es un alfa muy guapo y deseado, sin embargo, no se interesa realmente en nadie, pero ex...
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-Entonces duerme, amor.- esas fueron las últimas palabras que escuché antes de quedarme dormido.
Mi cuerpo estaba entumecido, sin embargo, me sentía muy cómodo, tanto que deseé no tener que despertar, lástima que mi estómago rugiera pidiendo a gritos un poco de alimento.
Lentamente, abrí los ojos, y tardé unos segundos en poder dejar de ver borroso. El techo era blanco y muy alto, extraño, ese no era el techo de mi habitación, me alarmé, ¿Dónde estoy? La respuesta fue rápidamente concedida al ver a Hyunjin entrar a la habitación con un plato de... ¿Sopa?
-Veo que ya despertaste.-dijo con una dulce sonrisa en sus labios mientras dejaba la bandeja con la sopa sobre la mesa continua a la cama.- ¿Cómo te sientes?- preguntó sentándose a mi lado con delicadeza y poniendo su mano sobre mi frente.
-Mientras hablábamos te dormiste- explicó- Te dejé dormir hasta que me di cuenta de que tenías fiebre, y como no tengo la clave de tu casa, te traje a la mía.-habló con tranquilidad- espero no te moleste.- negué con la cabeza- Tu temperatura está normal.- dijo al revisar el pequeño aparato que ni siquiera sabía que tenía.- ¿Quieres que llame a Chan?
Lo miré por un momento. Estaba intentando comprender cómo me sentía. Por un lado, pensaba que a pesar de que a él le gusta alguien más se preocupaba por mí, pero, por otro lado, recordar que otro chico ya ha robado el lindo corazón de Hyunjin, hace que el mío duela, y duele como el infierno.
-Ya les escribí a los chicos, no te preocupes- habló confundiendo mi silencio con confusión, noté como dudaba en acariciar mi pelo, suspiré.
-No es eso- respondí débil, con cansancio.
-¿Necesitas algo?, ¿Te sientes cómodo?- preguntó demasiado rápido, moví la cabeza en incomprensión.
-No, no, tranquilo- dije más para mí mismo, mientras me sentaba en la cama.
-¿Tienes hambre?- preguntó suave al ver como cerraba muy fuerte mis ojos gracias a un pequeño mareo.- Traje un poco de sopa, sé que no eras fan de ella, pero te ayudará con la fiebre.
-Pero dijiste que ya estoy mejor.- No tenía hambre; sin embargo, mi cuerpo sí necesitaba comida, ahg, que fastidio.
-Sí, pero hace horas que no comes, así que por favor...-lo miré, él también me miraba con ojos suplicantes, es muy difícil resistirse a esa mirada- come un poco, ¿Sí?- me agarro la mano mientras que hablaba suave, bajo, con cariño, como si fuera alguien sumamente importante al que tenía que tratar con sumo cuidado, eso hizo que mi corazón diera un vuelco.
-Esté bien...-hablé finalmente no muy convencido, Hyunjin sonrió complacido.
-Cuando termines llamaré a Chan para que venga a buscarte.- informó cogiendo el teléfono.- Le dije que cuando despertaras le avisaría, así que voy a hacer eso, ¿Okay?
Quise decirle que no hacía falta, pero no pude, a pesar de haber dormido horas, seguía cansado, física y mentalmente. Simplemente, me dediqué a terminar la sopa. De fondo escuchaba a Hyunjin hablando con alguien, supuse que con Channie. Él decía cosas como: "no te preocupes", "está bien", "ahora le digo", y entonces colgó. Después caminó hacia mí y se quedó parado cerca de la cama.
-¿Terminaste de comer?-asentí con la cabeza, él se acercó y recogió el plato y desapareció por la puerta, para momentos después volver a entrar con algo entre sus manos.
-¡Brownie!- no pude evitar que el pequeño grito de emoción saliera de mis labios, Jinnie sonrió satisfecho y me entregó el postre.
-Hace unos días abrieron una pastelería nueva cerca de la universidad y por ser el primer día había un descuento, o algo así-dijo confundido, no pude evitar reírme un poco, entonces comencé a comer mientras que él seguía con la explicación- cuando vi el brownie pensé en ti y pensé en llevártelo un día de estos, pero ya que estás aquí...- un pequeño colar se instaló en mi pecho, esa era una sensación que siempre sentía cerca de Hyunjin, me sonroje, un poco, solo un poco.
-Gracias, Jinnie- susurré con cariño.
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