𓏲 Cap 14: Estar contigo

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Algunas personas dicen que la atracción es esencial en una relación, Chaeyoung sintió eso desde el primer instante en que los labios de Myoui Mina rozaron los suyos durante aquella protesta LGTBI meses atrás. Una atracción que lejos de ser sexual era humana, lo era porque Chaeyoung comenzó a soñar despierta con la libertad poco después de aquello y porque en su mente todas las dudas que tenía comenzaron a obtener más fuerza

Por eso en ese instante no le importaba estar tumbada sobre la cama de Mina gimoteando mientras los labios de esta dejaban un camino de marcas sobre su cuello. Era cierto que en ocasiones las enseñanzas religiosas de sus padres todavía la golpeaban, obligándola a sentirse culpable de algo que no debería. Todas aquellas palabras se manifestaban a veces en sus pesadillas, las promesas de un infierno la aterraban... Sin embargo, la aterraba mucho más tener que regresar a una vida de encierro.

Myoui Mina le había enseñado mucho más que una forma de vida. Le había dado la música, las noches de cine cargado de enseñanzas, la pintura, fotografía... El arte. Gracias a ella se había desprendido de la insoportable y asfixiante burbuja que sus padres habían construido para ella durante todos sus años de vida. Por eso, si tenía que elegir de quién enamorarse, la respuesta era clara. Porque Myoui Mina no solo era alguien que le imponía atracción física, Myoui Mima era alguien que causaba hacia ella atracción de todo tipo. Amaba escuchar sus historias, sus opiniones políticas, revisar sus fotografías, acompañarla a exposiciones, disfrutar de la música mientras trabajaba a su lado en el bar. Amaba también que ella le enseñara a protegerse, de manera que en el futuro pudiera cuidarse a sí misma sin necesidad de tener una especie de príncipe salvador a su lado. En definitiva, y sin ninguna duda, amaba a Mina.

— ¿Estás segura de esto? — preguntó Mina comenzando a acariciar la fina y nívea piel del torso de la muchacha.

— Estoy segura, Mina, quiero estar contigo y...

— No necesitamos tener sexo para estar juntas, Chaeyoung, podemos esperar hasta que sientas que es necesario y lo quieras — las palabras de Mina eran amables, y a pesar de su notable excitación, Chaeyoung sabía que esta jamás daría un paso más allá de lo que le permitiera. Eso la hacía sentirse inmensamente segura en una situación así. Alrededor de ella solo había amor, tanto que sus ojos amenazaban con dejar escapar esas lágrimas de alegría que pocas veces antes había logrado experimentar.

— Quiero esto, Mina, realmente necesito saber cómo se siente tener una conexión tan completa contigo. Te necesito a ti — Chaeyoung posó su mano sobre el pecho de Mina y acarició la piel de esta

Ambas dejaron escapar una pequeña sonrisa. Las manos de Mina siempre se movían con delicadeza sobre Chaeyoung, pues comprendía a la perfección que no solo se trataba de la primera experiencia para ella, sino también del primer contacto completo con una persona de su mismo sexo. Generalmente, esto sería algo que Mina no tomaría con tanta importancia, sin embargo, sabía que la educación que Chaeyoung había recibido complicaba las cosas mucho más

Con sumo cuidado le quitó la ropa, siempre dejando besos y caricias sobre cada parte del cuerpo de Chaeyoung que quedaba expuesta. Al mirarla a los ojos entendió que, más allá de la necesidad sexual, Chaeyoung buscaba enfrentar su realidad con alguien que le aportase seguridad. Incluso si ninguna de las dos podía saber cómo se sentirían con el paso del tiempo, al menos sabían que en ese preciso instante se querían.

— Mina — las manos de Chaeyoung sujetaron las mejillas de la mencionada y le sonrió — Gracias por haberme dado aquel beso, incluso si la intención inicial no era buena... Lograste sacarme de la mierda de realidad en la que vivía. Me recibiste en tu casa aún cuando no había nada que te animase a hacerlo. Eres el ser humano más bello que conozco y me niego a creer que alguien como tú podría ir al infierno.

Mina solo sonrió antes de volver a besar los labios de Chaeyoung.

— Haremos esto con cuidado, pequeña, no solo el sexo, sino también nuestra relación. Hay muchas cosas que aún no sabes de mí, puedo ser depresiva a veces y mostrarme negativa ante ciertas cosas. Puede que te canses y si ese momento llega, entenderé que decidas irte.

Chaeyoung volvió a sonreír antes de dejar escapar de su boca un inesperado gemido cuando notó la mano de Mina acariciando su intimidad. A pesar de que con anterioridad había explorado y curioseado, ninguna sensación se igualaba a la que estaba experimentando al notar el tacto de Mina sobre una zona tan íntima como aquella. Sus palabras se cortaron en un instante.

— Oh... Esto... Mina — echó la cabeza hacia atrás por acto reflejo, dejando expuesta su cuello ante Mina, quien de nuevo decidió marcar la zona.

Cada roce, lamida y mordida suponía un sinfín de sensaciones para Chaeyoung, quien ya abría las piernas de forma refleja permitiendo que Mina la tocara con mayor facilidad.

— Eres realmente preciosa, Chaeyoung — susurró en el oído de la muchacha con voz ronca.

Esas palabras solo sirvieron para que el cosquilleo en el estómago de Chaeyoung creciera, se sentía a punto de desfallecer por la inmensa necesidad de obtener más de lo que sea que Mina le estuviese haciendo. No había culpabilidad en ese instante, ni siquiera la imagen del recuerdo de sus padres podría detener aquello.

— Hoy no iremos tan lejos, dejémoslo en un primer contacto con el sexo para ti — otro beso sucedió a aquellas palabras — Lento, Chaeyoungie, vayamos poco a poco.

Un puchero se formó en los labios de Chaeyoung, quien desde el primer instante en el que entraron en aquella habitación, había comenzado a imaginar el momento de pleno contacto entre ella y Mina. Decir que no ansiaba algo como aquello sería mentir, pero a la par comprendía la decisión de Min. Quizás necesitaba aprender un poco antes de ir más lejos.

— Gracias por cuidarme — fue lo único que se le ocurrió decir mientras sentía esa gran fuente de placer entre sus piernas — Minari... Mina.

Mina sonrió levemente y acarició el área de intimidad de Chaeyoung, sus besos no cesaron. Lejos de eso, decidió que era el perfecto instante para explorar las zonas sensibles de la chica. Y encontró varias en solo unos minutos, las clavículas y su cintura. Chaeyoung se volvía completamente loca cuando Mina besaba esos lugares de su cuerpo.

— Minari... Yo...

No hacía falta que dijese más, Mina comprendió que ese era el primer orgasmo real que Chaeyoung estaba experimentando y cuando ella se deshizo en gemidos contra su cuerpo, supo que iba a querer más de aquello. Que necesitaba enseñarle a Chaeyoung no solo acerca de arte, sino también sobre el placer.

Y si eso las llevaba al infierno... Bueno, a esas alturas a ninguna de las dos parecía importarle.

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❝ Moonchild ❞ || MiChaeng (Adaptación) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora