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La mirada perdida de Chaeyoung se posó por unos instantes sobre la mano de Mina, quien parecía tenderle ayuda para levantarse. Tras un momento de duda, la menor de las dos decidió aceptar la muestra de amabilidad.
— No deberías haber venido aquí, no conoces el lugar ni las personas que lo frecuentan. Es viernes por la noche, así que hay muchos depredadores.
Chaeyoung entendía del todo las palabras de Mina; había vivido demasiado tiempo en la cárcel que sus padres construyeron para ella, alejándola de la realidad. Pero aún así, no era idiota; sabía que caminar sola de noche por las calles podía conllevar riesgos
— Gracias por ayudarme — dijo levantándose del suelo. Sus rodillas dolían y el pantalón blanco tan sumamente bien planchado ahora estaba roto y manchado de sangre debido a la caída. En las palmas de su mano, algunas piedras le habían atravesado la piel.
No quería llorar, no quería ser como una niña pequeña delante de aquella muchacha y aún así no pudo evitarlo. No se trataba del dolor, tampoco de su chaqueta rasgada o sus pantalones rotos en la zona de las rodillas... sus lágrimas le habían cubierto los ojos debido principalmente al miedo que instantes atrás había sentido. Estaba llorando de alivio.
Pero eso era algo que Mina no lograba adivinar, y quizás fue el motivo de su mirada confusa. No tenía ni la menor idea de qué decirle a esa muchacha de mejillas hinchadas que ahora dejaba salir lágrimas de sus ojos mientras se agacha y se abraza las rodillas. Así que, haciendo honor al ser humano tan sumamente bruto que siempre había sido, tironeó un poco más de su chaqueta instándola a levantarse de nuevo.
El sonido de la tela resquebrajándose un poco más la advirtió al instante y cambió de estrategia; esa vez se limitó a hablar.
— Levántate, necesitas limpiar tus heridas. En el baño de mi local hay un botiquín. Entra y cúrate.
Chaeyoung solo la miró, sus ojos repletos de lágrimas y enrojecidos en extremo parecían atacar la faceta dura de Mina. Esa muchacha era la enemiga, una religiosa obsesiva que incluso acudía a protestas contra el mundo LGBT. Aún teniendo tanta información negativa sobre Chaeyoung, no logró evitar la idea de ayudarla, al fin y al cabo, no era de ese tipo de personas que pueden ignorar el sufrimiento de otras sin obtener mala conciencia a cambio.
— Voy a arrepentirme de esto. Sé que me arrepentiré.
Mina bufó antes de tomar a Chaeyoung de la muñeca para levantarla y llevarla de nuevo al interior del local, incluso si la chica parecía tener problemas para caminar bien entre el tumulto de gente, en ningún momento la apartó o se negó a seguirla. El agarre de Mina era apretado, quizás demasiado, sin embargo, Chaeyoung no se sentía mal con eso. En su mente, mantenerse sujeta al brazo de la chica implicaba también mantenerse segura.
Tan pronto como llegaron al baño, Mina la tomó con leve fuerza por la cintura para sentarla en la repisa del lavamanos. Era fácil manejar a esa pequeña chica, ligera y delgada pero con una leve capa de músculos que se notaban a través de la rotura de la camiseta, había algo en ella que muchas no podrían ignorar, era bonita por su cara y sensual por la forma de su cuerpo. El tipo de chica que siempre captaba la atención de Myoui Mina, y, por supuesto, tenía reacciones que le hacían pensar en gran cantidad de actos sucios. Lo único malo era su mentalidad. Alguien que protesta por los derechos del colectivo jamás podría ser un buen partido para Myoui, ni tan siquiera una amiga o conocida. Alguien como Chaeyoung era en la mente de Min, un completo y total deshecho humano. Solo basura.
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❝ Moonchild ❞ || MiChaeng (Adaptación)
Hayran Kurgu❝ Chaeyoung y Mina son distintas en gran cantidad de aspectos, pero pronto aprenderán que se amoldan y conectan mucho mejor de lo que ambas creyeron. La chica que pasaba las noches buscándose a sí misma en la luna conoció en las calles a la chica qu...