animals ; 𝗺𝗶𝗰𝗵𝗮𝗲𝗻𝗴

Capítulo tres: elefantes

Son Chaeyoung era demasiado inquieta y Mina lo sabe de sobra, tanto así que cuando están saliendo siempre está cerca de ella por miedo a que se le vaya a perder, es como si se tratará de una niña pequeña en el cuerpo de una chica de veinte año, aún con todo eso le resulta adorable el hecho de que tenga que cuidarla tanto como si se tratara de una pequeña y adorable bebé que no sabe muy bien lo que es el mundo en verdad.

Asiente algo de tristeza porque esa dulce inocencia la perdió hace demasiado tiempo y no ha sido capaz de recuperarla, cree que es por culpa de la sociedad en la que le tocó vivir hasta que recuerda que Chaeyoung también está viviendo en ella y sigue siendo la misma de siempre.

Algunos tienen la suerte de seguir siendo ellos mismos en un mundo lleno de matices grises.

- Chaeng -, la llama y entre cierra los ojos al verla saltar hasta el mostrador, está segura que quiera comer algo dulce, sin embargo, por orden de las madres de la mencionada no puede comer más, - La señora Yoo me dijo que no podías comer mas dulce -, hace su típico puchero y agranda los ojos como si fuera el gato con botas.

- Solo un heladito de chocolate que me gusta mucho -, une las manos y Mina casi sede pero aprieta el puño antes de hacerlo, cierra los ojos negándose a todo lo que quiere hacer.

- Dije que no -, la coreana la mira por unos segundos más hasta que desiste de la idea y suspira cabizbaja porque sabe muy bien que es por su bien, así que no hace nada más que dar la vuelta y salir de la tienda, - Tampoco te pongas así -, le agarra la mano y la mira, - Entiendo que quieras pero ya sabes... -, asiente, - Tus madres son las que mandan -.

- Tengo veinte años -, suelta de la nada y eso hace que Myoui se sorprenda, para Chaeyoung nunca había problema de que sus madre se preocuparán de más por ella es más le encantaba que lo hicieran porque eso le demostraba cada día más que la querían, - Y todos actúan como que tengo diez -, la mayor se siente culpable porque ella es una de las tantas personas que la cuida de esa manera, como si se tratará de una niña pequeña.

- Entiendo tu frustración pero es por tu bien lo de los dulces -, la abraza y da palmadas en la cabeza de la pelinegra, esta se esconde en su cuello y asiente lentamente, - No quiero que te enfermes -, se aleja un poco y la mira a los ojos, - Quiero que estés bien para cuando regrese -, Chaeyoung frunce las cejas sin entender a que se refiere.

- ¿A qué te refieres? -, traga saliva y ríe.

- Para cuando regrese de la universidad -, Son asiente y sonríe en grande.

- ¡Te prometo que lo haré! -, comienza a saltar y mientras lo haces recuerda algo que hace que mire fijamente a la japonesa que al darse cuenta de eso sonríe un poco.

- ¿Algún dato de otro animal? -, pregunta sabiendo muy bien cuál será la respuesta.

- Mientras saltaba recordé que los únicos mamíferos que no pueden saltar son los elefantes -, Mina no responde, solo la mira esperando que siga explicando pero parece que está esperando una pregunta así que sede.

- ¿Y eso por qué? -.

- Hay muchas razones -, le dice y comienza a caminar, - La primera es porque son muy pesados lo que dificulta que se puedan impulsar en el aire -, levanta un dedo, - La segunda es porque los elefantes tienen las patas relativamente cortas y los músculos débiles en comparación con el resto del cuerpo, sus patas están diseñadas más para la fuerza, la estabilidad y la durabilidad que para saltar y brincar -, levanta otro dedo y sonríe al ver como Mina la escucha atenta, - Aunado a esto solo tienen una articulación en las rodillas, lo que evita que sus miembros inferiores se doblen lo suficiente como para permitir un movimiento de salto -, un tercer dedo a la vista, - Y por último tienen la espalda muy larga y delgada, lo que les hace más pesados en la parte posterior, sí saltaran, probablemente se caerían o se lesionarían -, culmina con un salto y una pose.

- ¿Cuando aprendiste todo eso? -, se acerca y como es de costumbre le revuelve el cabello sacando risas de Chaeyoung, - Eres toda una chica inteligente -, la agarra de las mejillas y cuando está a escasos centimetros de darle besos en las mismas, sus propias mejillas se sonrojan, así que le da el beso en la punta de la nariz, - Muy linda -, se separa por completo y esconde las manos en los bolsillos de su pantalón.

- S-si -, balbucea y choca contra una persona.

- Fíjate por donde cami-

Myoui agarra de la mano a Chaeyoung y mira a la chica, eleva una ceja y acerca, - ¿Qué pasa? -, Son al ver esto aprieta los labios e infla las mejillas.

- Yo puedo defenderme sola -, susurra y Mina no le hace caso hasta que la chica se va.

- ¿Decías? -, la mira y comienza a examinar, - ¿No te golpeaste? -, Chaeyoung le aparta las manos de un manotazo, - ¡Oye! -, se queja.

- Yo puedo defenderme sola -, está al borde de las lágrimas, Mina al ver eso suspira y la abraza.

- Está bien, para la próxima dejaré que te defiendas como el tigre que eres -, la toma de la mano y camina en dirección a la casa de la menor, - Si supieras que lo hago por tu bien -, murmura y mira a Chaeyoung que está concentrada viendo a una mariposa revolotear cerca suyo.

Mina la quiere proteger tanto como sea posible, porque hay algo que ella sabe que Chaeyoung no, y es exactamente por lo que ha estado luchando al máximo por verla todos los días.

Porque sabe que eso en algún momento va a parar por culpa de su madre.

- ¿Por qué me miras tanto? -, la interroga levantando una ceja, bueno, intentando.

- Hoy te ves muy guapa -, todo el rostro de Chaeyoung se vuelve tan rojo que siente que no tiene aire en los pulmones.

Y es entonces cuando vuelve a sentir ese cosquilleo en el corazón.