── 𝙩𝙧𝙚𝙨 »

836 151 15
                                    

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.







3.– la casa de senet

Ramsés se miró una última vez más ante el espejo y se aprobó a si mismo, pero prefería oír también la aprobación de Moisés

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Ramsés se miró una última vez más ante el espejo y se aprobó a si mismo, pero prefería oír también la aprobación de Moisés. Buscó con la mirada a su amigo y lo halló justamente delante suyo, con el increíble atuendo de los soldados egipcios puestos en él.

──Moisés~ ──canturreo mirando lo de arriba a abajo──. Por los dioses hermano, te vez como todo un soldado egipcio. ──le fue casi imposible al segundo príncipe no reírse por estás palabras.
El uniforme de Ikeni le quedó a la perfección, pero debe de admitir que la pechera era bastante incómoda. Comprende el porque los soldados a veces rendían mal con tales uniformes incómodos──. Mírame a mí. ──pidió dando una vuelta ante él──. ¿Qué tal me veo yo, eh?

──Ramsés, ¿en serio vamos a hacer esto? ──preguntó por milésima vez en el día. Después de todo lo que Ikeni le había comentado acerca de la famosa casa de Senet, el príncipe heredero no dejó de preparar todo lo necesario para esta huida del palacio.
Se sentía verdaderamente nervioso por lo que podría ocurrir. Si eran descubiertos, la ira del rey no caería en Ramsés, toda la culpa sería hechada a él.

──Moisés, ya te dije que todo estará bien. ──quería que su hermano confiara en él, pero era casi imposible hacerlo. Ramsés era un cabeza hueca que por fortuna tenía un increíble talento para la espada, pero no para ser racional. A veces creía que esté joven príncipe pensaba más con la cabeza de abajo que con la de arriba──. Baketmund se unión también a nosotros. Nos protegerán.

──¿Y quién nos protegerá de la ira del rey cuando se entere que estuvimos fuera del palacio, de noche y en una casa de prostitución?

──Por supuesto que los dioses. ──contestó al instante.

──Quizás formulé mal la pregunta, ¿quién me protegerá a mí de la ira del rey cuando se entere de que hicimos esto? ──volvió a preguntar. Ramsés bufó con cansancio.

𝐇𝐀𝐓𝐇𝐎𝐑 , moses and the ten commandments✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora