── 𝙪𝙣𝙤 »

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1.– guerra y hambre

El pueblo de Egipto de había reunido en la calle principal a la entrada del reino para poder recibir con máxima alegría a los héroes de está tierra

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El pueblo de Egipto de había reunido en la calle principal a la entrada del reino para poder recibir con máxima alegría a los héroes de está tierra. Los soldados venían marchando mientras los cánticos y las aclamaciones de todos los egipcios eran oídos y atesorados por cada uno de ellos.

A la cabeza iba el rey, también reconocido como el faraón o el dios personificado todo poderoso Horus personificado en él. Sus alabanzas y sus gritos eran increíblemente fuertes que lo hacían regocijarse de la alegría ante tanto clamor dado a él por su querido pueblo. Detrás suyo, venían en una carroza compartida los tan adorados príncipes de esté reino, Ramsés II y Moisés, hijo y nieto respectivamente del faraón.

──No existe nada mejor que volver victorioso de una guerra para tener suerte con las mujeres, ¿no lo crees, Moisés? ──comentó el joven príncipe que estaba destinado a heredar el trono de su viejo padre en un futuro.
El mencionado anteriormente solo se rió de tal comentarios, ignorando lo pues él no podía compartir un pensamiento así. Se sentía demasiado ansioso por llegar al palacio y volver a verla a ella.

No solo el pueblo egipcio podía apreciar la llegada de los héroes a la capital, también los esclavos que se habían dado un pequeño tiempo de descanso para apreciar está venida triunfal de los soldados del rey y de los príncipes.

Cierta dama de vestido celeste que destacaba del blanco puro de los demás se hizo ver. Traía en ambos brazos dos cestas cargadas de frutas. Su hermosa peluca tenía la decoración de una encantadora pluma de pavo real. Parecería ser una dama noble, pero no era así.

──¡Oye, Badru! ──despegó la mirada del desfile para ver detrás suyo a su compañera──. ¡Date prisa o vamos a llegar tarde!

Sí, ella tenía razón. No era buena idea atrasarse demasiado con las compras. Lo mejor sería volver lo más rápido posible para guardar todo lo que habían comprado.

──Lo siento, me distraje un momento con el desfile. No volverá a pasar. ──le aseguró a su compañera caminando al lado de ella con alto de velocidad.

──Luego te disculpas, ahora tenemos que volver rápido antes de que él llegue primero. ──y una vez dicho esto, ambas mujeres fueron aún más rápido (casi a corriendas) directo al lugar en donde ellas solían llamar "hogar"──. ¿Crees que ya esté aquí? ──le preguntó con temor de entrar a la casa.

──Calma. El siempre llega tarde. ──aseguró arrastrándola hasta adentro.
El lugar estaba en calma. No habían comensales y el ensayo no había acabado todavía. Quiere decir que él no había regresado aún de su ida a visitar a sus amigos. Un golpe de suerte──. Andando, vamos rápido. ──ambas se apresuraron en pasar la sala con rapidez hasta llegar a sus dormitorios.

𝐇𝐀𝐓𝐇𝐎𝐑 , moses and the ten commandments✓Donde viven las historias. Descúbrelo ahora