Un reencuentro en otra vida ☆ [Iguro Obanai x Personaje]

Capitulo 6

Estabas hablando un buen rato con la kakushi, pues el cielo ya se había tornado oscuro.

Narra Hitomi:

Después de hablar un rato con mi nueva amiga, me di cuenta que ya había oscurecido. Y pues, tenía que regresar yo y Kaburamaru juntos a la finca de Iguro.

El viento hacía que los árboles se movieran a un costado, y sus hojas sonaran al chocar.

- Estoy muy cansada -hable en un susurro.

A decir verdad, me dolían los pies un poco.. y sentía un poco de sueño, el viento no paraba y eso hacía que mi cabello se moviera para un lado, pero como tenía una coleta lo que más se movían eran los mechones que no logré atar, ya que se podría decir que eso eran mis flequillos.

Habían árboles que se movían con cada paso que daba, como si alguien quisiera alcanzarme encima de ellas.

Volteo para ver que era, de pronto los árboles paran de golpe y el único árbol que se estaba moviendo era el que quedaba a lado mío.

- ¿Quién está ahí? -pregunte sin ganas.

Nadie respondió, así que pensé que no había nadie y era solo mi mente que me jugaba una broma.

Pero cuando empecé mi camino de nuevo se escuchó el sonido de las hojas; el árbol se movía.

- No es gracioso, ¿puedes salir ya? -voltee al árbol- se que est- -me callé en el instante en que vi un haori de rayas negras, y de inmediato supe quién era.

- Iguro, sal ya, ya te vi -mi voz cambió a la de una alegre.

Y ahí lo vi, este salió detrás del árbol con una mirada seria.

- Así que pudiste diferenciar -me habló mientras se acercaba a mi.

- Pues, eso es obvio, ¿no? -rodee los ojos- además, pude ver tu haori Iguro.

El solo puso los ojos en blanco para luego ladear su cabeza.

- antes... ¿por qué estabas ahí? -pregunté curiosa- o es ¿por qué estaba demorando en llegar y te preocupaste por mi? -lo miré con una sonrisa pícara.

Pude ver sus ojos, estaba nervioso, si que lo estaba. Demoró en responder.

Tus ojos hablan por ti, ¿no?

Pensé, solo seguí mi camino, ya quería llegar a casa y echarme a dormir.

- ¿Pero qué dices? -te alcanzó el paso- es solo que me preocupaba por Kaburamaru, mocosa.

Ajá, sí

- Bueno -sonreí amable.

- ¿Te ayudo a llevar esa bolsa? -preguntó serio- ¿Qué es?

- Ah claro -le sonreí, estar los dos juntos debajo de la oscura noche, era bonito- es mi uniforme. -le dije para luego darle la bolsa, el lo agarró con cuidado.

Después de eso no dijo nada, solo seguíamos el paso. Decidí hablar.

- Iguro, eres muy callado, ¿sabes? -hable para luego tocarle el hombro- quiero preguntar algo, ¿puedo? -suspiré.