One shots {Tom kaulitz}

hate to see you cry

Pedido por ig: "Tom está llorando y le consuelan"
Aviso: ninguno
Palabras: 1319
Protagonista: femenina

"Always there to wipe your tears, I hate to see you cry"

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Cerré el libro de matemáticas, dándome por vencida con una expresión de enfado y angustia a partes iguales.

El profesor de mates me regañaría por no hacer los deberes, otra vez.

Tirándome en la cama con el teléfono comencé a ver redes sociales, buscando distraerme hasta poder hacer sueño para dormirme.

Me hubiera gustado mucho más haber estado en el cuarto de Leticia, mi mejor amiga, pero estaba muy ocupada echando un jodido polvo con el chico de su clase al que tantas ganas le tenía.

La vida en el campus era un puterio constante.

Cambié de posición en la cama, intentando encontrar alguna cómoda en el duro colchón, sin conseguirlo.

Finalmente decidí irme a dormir, buscando hacer algo más productivo, en este caso, recuperar las horas de sueño que había perdido preparando el examen de historia de cinco temas de la semana pasada.

Cuando estaba a punto de quedarme dormida, llamaron a la puerta.

Llegué incluso a pensar que lo estaba soñando, por el hecho de que fueron unos golpes tan suaves y ligeros que, de no ser porque estaba completamente en silencio, no se habrían oído.

Los golpes sonaron de nuevo, haciéndome quejarme verbalmente en voz baja, para luego levantarme de la cama y caminar hasta la puerta.

Abrí esta, teniendo que cerrar mis ojos en cuanto la luz blanca del pasillo me hizo quedar ciega por el contraste con la oscuridad dentro de mi cuarto.

Con ambos ojos entrecerrados, miré a la persona que tenía enfrente y había llamado a mi puerta, esperando a que mi vista se centrara para poder reconocerla.

—¿Tom?—Pregunté por mi amigo casi sin voz debido a lo somnolienta que estaba, teniendo que toser para aclarar mi garganta—.

—Hola—Me dijo este con un hilo de voz, completamente rígido y con una expresión muy cargada—.

—¿Está todo bien?—Pregunté al verle actuar de una manera tan extraña—.

Él tan solo negó con la cabeza.

—¿Quieres pasar y lo hablamos?—Propuse unos segundos más tarde en los que él no dijo nada más—.

Entramos a la habitación, a lo que yo fui directa a tirarme en mi cama de nuevo, disfrutando de nuevo de la penumbra, que tan solo dejaba ver unos finos hilos de luz a través de la persiana semibajada de la ventana.

—¿Y bien...?—Pregunté cuando tampoco dijo nada, sin saber cómo reaccionar—.

Nunca le había visto así.

De un momento a otro, Tom comenzó a llorar, haciéndome despertarme al completo al escucharle llorar en bajo.

Me incorporé de mi posición, buscando más seriedad, quedando sentada con las piernas cruzadas, sin saber qué más decirle, o si esperar a que él hablara.