demasiadas mujeres.

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Idea propia.
Aviso: smut leve +15
Palabras: 1316
Protagonista: femenina

"No he olvidado el olor de la que me follé en el baño de un garito borracho en Berlín"

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Abro los ojos suavemente, dándome cuenta de que había vuelto a tener el mismo sueño de la noche anterior.

Recordaba perfectamente la forma de su espalda descubierta con el vestido rojo que la cubría prácticamente entera, terminando en unos tacones negros altos que la hacían verse con las piernas largas a pesar de que el vestido las tapaba, su cabello negro recogido en un peinado sencillo y desarreglado con algunos mechones sueltos, y sus ojos verdes con máscara de pestañas y una suave sombra en los párpados que los contorneaba, además de el pintalabios rojo que tenía.

Sin embargo, de lo que más me acordaba ya que fue lo que más me llamó la atención, fue el lunar marcado que tenía sobre su labio, pareciéndome muy representativo, le daba mucha personalidad, me hipnotizaba cada vez que sonreía o reía por mis palabras.

Y aún más me hipnotizó cuando pude ver su boca abrirse con gratitud cuando mi cadera la empujaba contra la puerta del baño de la discoteca, gimiéndome el nombre falso que la di ya que no quise decir el verdadero, optando por uno de los nombres más típicos en Alemania, sabiendo que pasaría desapercibido.

Su acento italiano era incluso más notable en las pequeñas palabras que decía entre gemidos, que acompañado con la música de tecno que sonaba de fondo me hacía embestirla aún más fuerte, como un animal.

Ella no se quedaba atrás, eso me gustaba, era salvaje y elegante al mismo momento desde las primeras palabras que compartimos al lado de la barra de la discoteca.

Por eso no me importó llevar casi dos años de noviazgo con Ria, porque una aventura rápida de una noche en Berlín mientras estaba enfadado con mi novia solo iba a ser un modo de desestresarme.

Y las uñas de la italiana clavándose en mis hombros, arañando mi espalda y gimiéndome que no me detuviera me hizo olvidarme de todo por esa noche más que todas las copas que tomé.

Aunque a decir verdad, culpa del alcohol tenía recuerdos vagos, si que tenía el flashback de ir con ella de la mano al baño, con ella delante guiándome, echándome alguna que otra mirada por encima de su hombro, sonriéndome suave y delicadamente a pesar de saber perfectamente a dónde íbamos.

También recordaba como mis manos la agarraron y la subieron sobre el lavamanos para poder besarla y continuar esparciendo su pintalabios rojo por el contorno de nuestros labios y mi cuello, terminando desnudándonos y caminando a uno de los cubículos para que si alguien entrara, no nos vieran.

Recuerdo sus manos agarrando mi rostro como si me quisiera, como si nos conociéramos de mucho tiempo, como si esa conexión no fuera a durar una noche.

Era atrayente y excitante, tanto como ella.

La manera en la que subió su vestido para dejarme acceso y poder comenzar con lo que ambos llevábamos pensando desde hace minutos, mientras sus manos recorrían mi pecho, hombros y rostro, acariciándome y susurrándome palabras que solo me hacían embestirla con más euforia mientras ambos gemíamos en alto, por momentos más alto que la música que sonaba de fondo.

One shots {Tom kaulitz}Donde viven las historias. Descúbrelo ahora