capítulo 08: el día

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¿Estaba listo? No tenía ni la más mínima idea, pero ese día tenía que serlo, guardar su miedo en lo más profundo de su mente y hacer lo que tenía que hacer.

Se había preparado, o eso creía, no era muy fan de meterse un dildo un día fuera de su celo. Era más extraño y menos placentero.

Sí, ese día iba a dar un siguiente paso en la relación. Había agradecido de que su alfa no le hubiera presionado por eso, desde el día en que lo había dejado fuera de su cuarto, casi toda la noche. En fin, él se lo había buscado así que no tenía nada de que quejarse.

Tenía una cita esa noche en la casa del rubio, comida hecha por él, y estaba conforme con eso. Una vez Clay le había preguntado porque nunca había pedido una cita en algún restaurante o algo.

La respuesta era simple en realidad, al vivir casi como un ermitaño no se sentía cómodo en un lugar con muchas personas, por eso prefería comer en casa, además, estaba seguro que las cenas en esos restaurantes caros no se iban a comparar con las que hacía su alfa.

Había acabado de salir del baño, busco en su cajón de ropa interior; saco unas bragas de encaje negro, un poco apretadas adelante y la parte de atrás era algo fina.

Busco una ropa cómoda y sexy para la noche, no hacía mucho frío así que opto por un short que llegaba a mitad de sus regordetes muslos. Un top junto con una chaqueta y sus fieles zapatillas.

En su mochila metió un cambio de ropa para la noche y otras cosas más. Salió hacia la casa del alfa, de verdad estaba pensando en mudarse con él, puede que esa noche se lo mencione.

Minutos después, ya en la puerta principal de la casa del rubio, tocó el timbre y fue abierta a los segundos. Miró como el alfa le iba a decir algo, pero se quedo en silencio cuando lo vio, con una expresión sorprendida en su rostro.

Sonrió algo nervioso, caminó hasta quedar cerca y dio un pequeño beso en los labios del alfa. Después simplemente camino hacia dentro meneando las caderas.

— Huele bien Dreamie, ¿es curry lo que preparas? — preguntó colocando su mochila en uno de los sillones del recibidor. Vio como la pequeña Liv corría hacia él con una sonrisa en su carita.

— ¡Mamá, mamá! — exclamó la pequeña alzando sus manitas y el pelinegro la alzo gustoso.

— Mi pequeña, ¿ya cenaste, quieres comer? — George la apapachó con cariño haciéndola reír, volteó hacia al alfa, quién parecía haberse quedado sin habla — Dreamie, ¿Olivia ya comió su papilla?

El omega podía sentir su mirada devorarlo, recorriendo de arriba abajo su cuerpo por completo. Lo vio tragar saliva y asentir lentamente.

— Sí, ya comió su papilla — fue lo que contesto al final, y George asintió, pero Liv palmeo los pechos del pelinegro, eso significaba que quería comer más.

— Bien, bien, comerás un poco más, pero no mucho para que tu pancita no duela ¿sí? — George ronroneó frotando su mejilla contra la de la pequeña, después miró al alfa de reojo — Dreamie no descuides la comida, yo iré con Liv.

George se fue al cuarto del alfa, dejando solo a este en la cocina. Al llegar suspiró, estaba nervioso, había tenido que usar todas sus fuerzas para que sus piernas no estuvieran temblando.

Había visto la mirada del alfa en sus muslos, incluso se había puesto una crema para que se vieran más afelpadas y brillosas. Solo esperaba que sus esfuerzos dieran buenos resultados.

Olivia bebió de la leche materna, no fue mucho, pero se lleno lo suficiente como para dormirse, la acostó en su cuna y la meció suavemente. Lo bueno de que tuviera un año era que podía dormir sin interrupciones toda la noche.

Salió de la habitación y fue hasta la cocina, allí estaba Clay, sirviendo la comida en el comedor. Cuando lo vio llegar le dio una sonrisa burlona, eso hizo que un escalofrío recorriera su espalda.

— No sé por qué, pero siento que te gusta meterte en la boca del lobo a propósito — comentó el alfa sentándose en una silla, George le sonrió, para después quitarse la chaqueta y quedar solo en el top.

Un gruñido bajo salió del alfa, sabía que estaba jugando con fuego y podría salir quemado, pero ya estaba metido entre lava ardiente y no le importaba mucho quemarse un poco más.

— No entiendo de que me estás hablando Dreamie — batió sus pestañas de manera inocente mientras tomaba asiento.

El curry estaba delicioso, tal y como lo había previsto. La cena paso un poco silenciosa, extrañadamente, pero no le dio mucha importancia, la verdad, la pesadez en el aire, y la tensión lo tenía entretenido y algo rígido.

Después de la comida, fueron al sofá, normalmente miraban unas películas, pero George no quería ver películas en ese momento. Empujo al rubio en el cómodo sofá, era lo suficientemente ancho como para que cupiera acostado cómodamente allí.

— Entonces de verdad quieres hacerlo, ¿no? — Clay preguntó, desde que el omega había llegado quería estamparlo contra una pared y llenarlo — No estés tan tenso.

George estaba sobre el regazo del rubio, temblando. Sin embargo, tenía una mirada decidida, quizás él no sea exactamente quién diera el primer paso, pero había dejado en claro sus intenciones.

— D-Dreamie, dijiste que me llenarías profundamente de tu semilla en mi útero, ¿que estas esperando? — había dado luz verde, incluso podría ser usado como un juguete sexual y se dejaría, pero era su decisión y era lo que quería.

— ¿Estás seguro que eres mi Gogy, ese Gogy tímido y llorón? — Clay dijo, y el omega le miró mal, rio por lo bajo, sabía que estaba haciendo su mejor esfuerzo en eso — Bien, pero después no te quiero oír diciendo que me detenga porque no lo haré, me voy a asegurar de que quedes en cinta esta noche.

Momentos después, George no supo cuando terminó sin ropa, pero todo lo que sabía era que el alfa estaba metido de cabeza entre sus piernas.

Pero lo que lo llevó al verdadero éxtasis fue sentir los dientes en su cuello, específicamente en su glándula del aroma.

— Mío, mío, mío... — Clay repetía esa palabra una y otra vez, lamió la sangre que salía de la marca. Ya estaba hecho, era oficialmente el alfa de George. Era suyo, y nadie podía decir lo contrario.

El rubio se separo un poco del pelinegro, quién estaba tendido en el sofá hecho un desastre, desastre que él mismo había creado, pero era la mejor vista que había mirado jamás.

— Ven Gogy, tengo que limpiarte — Clay cargo al pelinegro con cuidado, lo llevo hasta el baño y lo metió en la bañera.

Poco después lo lleno de agua tibia, tallo su cuerpo suavemente con una esponja, se aseguró de que estuviera bien limpio, o casi, no limpio bien a propósito el interior del omega por fines lucrativos.

Minutos después, George ya estaba seco y vestido, acostado en su cama. Se bañó rápidamente y se vistió, se acomodo al lado del pelinegro, quien solo roncaba por lo bajo de manera tranquila.

Alzó la cabeza para mirar a su pequeña en la cuna, ella seguía durmiendo sin importarle nada a su alrededor, sonrió y se apego al omega. Estaba agradecido con su Gogy y con su cachorra, a pesar de todos los problemas, no se arrepentía de nada.

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si en el capítulo anterior pensaron que escribiría el smut que contiene la historia original, quedaron así 🤡 pORQUE NO LO HICE :)

eniweis, DREAM MARCÓ A GEORGE 👹👹

tambiénnn quería avisarles que el próximo capítulo es el final, luego ya quedarían dos extras y se termina.

¿mamá? [dnf]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora