19.- Bofetadas

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El sonido de golpes en la puerta afuera resonaba, mezclado con destellos de relámpagos, truenos y el sonido de la lluvia, creando un ambiente digno de una película de terror. 

Todo esto se sumaba a la presencia de una gran serpiente blanca, con sus dos pupilas verticales de un dorado pálido clavadas en Fu Yuanchuan, mientras sacaba su lengua bifurcada de un rojo brillante.

Sin embargo, Fu Yunchuan no sentía miedo. Si la serpiente realmente quisiera comérselo, no habría esperado hasta ahora. Pero no entendía qué estaba pasando en ese momento, ni podía entender qué quería decir la serpiente.

"¿Fu Ge, estás despierto? El director Li dijo que hoy descansamos, la lluvia es demasiado fuerte y no se puede filmar."

Viendo que Er Xiao no mostraba señales de soltarlo, Fu Yunchuan respondió primero a Cheng Yuan: "Está bien, entiendo".

De repente se dio cuenta que le dolía la cara. Fu Yunchuan intentó recordar qué había hecho la noche anterior, pero no podía recordar nada en absoluto.

El cielo estaba extremadamente oscuro en ese momento, y la habitación también estaba inusualmente sombría. Justo en ese momento, un relámpago iluminó brevemente la habitación, haciendo que el rostro de la serpiente frente a Fu Yunchuan pareciera un poco más aterrador.

Fu Yunchuan se sintió un poco impotente. Er Xiao estaba cada vez más grande y no podía liberarse de él fácilmente. 

"Er Xiao, suéltame. Tengo que lavarme y comer. ¿No tienes hambre?"

Intentó negociar con la serpiente tonta.

Er Xiao observó a Fu Yunchuan de arriba abajo, asegurándose de que realmente estuviera bien antes de vacilar y soltarlo. Sin embargo, mantuvo una postura vigilante, listo para volver a enrollarse al menor signo de movimiento extraño por parte de Fu Yunchuan.

Se acurrucó junto a Fu Yunchuan, con la cabeza metida en su cuerpo. Estaba demasiado cansado. Los días lluviosos como ese eran perfectos para dormir. La magia demoníaca se debilitaría durante el día, así que seguramente no pasaría nada malo durante el día. 

Tenía que descansar un poco; aún tendría que vigilarlo por la noche.

Fu Yunchuan se incorporó y movió su cuerpo rígido. El dolor en su mano lo preocupaba un poco. Al ver la venda alrededor de su muñeca, sus pupilas se dilataron ligeramente. Su otra mano estaba rígida mientras intentaba encontrar el punto de apertura de la venda para deshacerla y ver qué había debajo.

Pero estaba demasiado nervioso y no pudo despegar la pequeña pieza de cinta varias veces.

Su mano temblaba constantemente.

Cuando vio su muñeca, horriblemente mutilada, su rostro se volvió tan blanco como un fantasma, iluminado por el relámpago intermitente.

Todavía se podían ver restos de piel y carne en las uñas de su otra mano. No era de extrañar que Er Xiao lo siguiera tan de cerca; probablemente fue él quien le envolvió la herida anoche.

Fu Yunchuan se sentó en la cama con sentimientos encontrados. Parecía estar enfermo otra vez, y peor que antes. Antes aún podía recordar cosas de vez en cuando, pero ahora no podía recordar qué había hecho. Si no fuera por Er Xiao, tal vez anoche...

Miró a la serpiente a su lado, que parecía estar muy cansada, habiendo pasado toda la noche mirándolo.

Fu Yunchuan se movió hacia ella y se inclinó para abrazar a Er Xiao. El frío y resbaladizo cuerpo de la serpiente le dio algo de tranquilidad. No sabía cuándo llegaría esa emoción de nuevo, ni qué haría la próxima vez.

Se convirtió en la serpiente mascota del actorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora