𝗗 𝗘 𝗟 𝗧 𝗔 𝘓𝘦𝘤𝘭𝘦𝘳𝘴𝘴𝘦𝘭𝘭 ||𝘼𝙙𝙖𝙥𝙩𝙖𝙘𝙞𝙤𝙣||

25 - Todavía Respira

Su celular vibró, sacándolo se su bolsillo con tranquilidad, alzó las cejas y se apresuró a atender al ver el nombre en la pantalla.

-Kevin- murmuró, mirando hacia el asiento delantero, hacia su chófer, deseando estar solo-. Creí que no me llamarías.

-No iba a hacerlo.

La voz grave del chico lo hizo suspirar un poco.

-Pero... Aquí tu omega se desmayó.

Nico frunció el ceño, ladeó la cabeza, y tardó unos segundos en hablar.

-¿Cómo?

-Charles -el beta intentaba sonar despreocupado, pero Nico pudo notar el nerviosismo en su voz-, perdió en conocimiento, ahora lo acosté en tu cama, era lo más cercano, no lo iba a tener el brazos todo el día hasta que regresaras...

Nico golpeó el asiento del conductor, haciendo que el chófer lo mirara por el espejo.

-Regresemos a casa, rápido- ordenó, el hombre sólo asintió, girando en la próxima esquina.

Nico volvió a colocar el celular sobre su oreja.

-¿Pero está bien?

Escuchó un silencio y luego al beta suspirar, en ese tono de "no me gusta que te importe" que hablaba desde hacía bastante.

-Se ve muy enfermo,Nico- murmuró por el teléfono.- No tiene color y está frío, aunque su frente está muy caliente... Creí que ibas a cuidar mejor a tu omega.

-Deja de decir eso, no es mí omega, y no lo será nunca, idiota- Nico intentaba controlar su enojo, aunque no le resultó muy bien-. Me preocupo por su estado, pero eso no significa nada, ¿Cuántas veces te lo tengo que decir?

Escuchó el silencio del otro lado de la línea, cosa que lo inquietó, y lo hizo dudar si había usado su voz de alfa sin querer y eso había incomodado mucho a Kevin, el chico era tan sensible como un omega en ocasiones.

-Lo cubrí un poco con las sábanas- escuchó su voz luego de unos segundos, su tono estaba totalmente normal.

Nico soltó el aire que había retenido.

-Sigue respirando, tranquilo- continuó el Rubio-, por ahora.

-¡Kevin!

Escuchó su risa, Nico se frotó el rostro, aunque sonrió un poco, hacía bastante que el chico no bromeaba.

-Ya, no lo mataré- dijo Kevin, como para "tranquilizarlo"-, ¿Ya estás en camino?

Nico separó el celular de su rostro para pedirle al conductor que acelerara.

-Llego el dos minutos -dijo el Rubio-, o menos.

-Bien, adiós.

-A-... Espera, Kev, ¿Qué hacías en mi casa?

El pitido de la llamada finalizada lo hizo maldecir por dentro.

No llegó a guardar su teléfono que una nueva llamada lo hizo detenerse, viendo el nombre de Mick Schumacher.

-¿Buenas? - preguntó, sin saber muy bien el porqué de la llamada, ya que desde que el Rubio se había marchado no habían estado en contacto.

-Hola, Nico-su tono de voz parecía el de alguien estresado.

-¿Pasó algo? - preguntó con algo de miedo.

-Pude encontrar a George- dijo.

-Me alegro mucho por la noticia- dijo Nico con una sonrisa, aunque le costó un poco al ver su mansión a unos metros ¿Cómo está?