"El futuro"Harry
La emoción por escuchar la calida y dulce voz de mi madre, por las mañanas de instituto y cuando habló de calida, no habló en serio. Se puede escuchar hasta dos cuadras a la redonda. "Harry, ya despierta que llegaras tarde".
- Hijo, cambie esa cara. Hazme caso, no fue tan malo el primer día - la señora Jones le dedica una calida y tierna sonrisa a su hijo que estaba sentado en el asiento de acompañante.
- ¿Y cuál sería la cara que querés que ponga? - le responde Harry mirando por la ventanilla.
- Hoy va a ser un gran día - anunció la madre, con mucha emoción y felicidad, por el ultimo año de su gran pero pequeño hijo. Tan grande que todavía recuerda cuando era tan soló un niño, un niño que le gustaba jugar y reir. Ahora es tan soló un adolescente, apagado por sus emociones, que le gusta dibujar, haciendo que los pinceles se muevan al compas de la música, trazando una historia, en una hoja blanca y porosa, las acuarelas humedas y el pincel también.
- Solo para vos es un buen día - poniendo sus ojos en blanco.
- Ponele un poco de alegría, que ya llegamos - mientras estacionaba el auto cerca del instituto - Cuídate, que tengas un bonito segundo día de clases - mostrando una gran sonrisa en su rostro, viéndolo como se bajaba del auto y se dirigía a la puerta de entrada.
Las madres, nunca van a admitir que sus hijos ya crecieron, que ya no somos aquel niño que eramos, lamentablemente tuvimos que crecer, "no es tan malo", escuchaba decir a mi madre. Cuando eramos chiquitos, soñamos con crecer, ser adultos e imaginarnos toda una vida siéndolo.
Es un nuevo caminó, nuevas decisiones que tomar y me asusta un poco. Me asusta pensar e imaginarme que será de mi vida, despues del instituto, puedo pasar horas pensando. Y no se si sería capaz.
Harry se baja del auto, saludando a su madre, dirigiéndose por la puerta principal del instituto, una fachada moderna, como si la hubiesen pintado el día anterior, casilleros en los pasillos y una puerta giratoria, que daba al comedor. El salón de Harry quedaba en el tercer piso, subiendo las escaleras. Los asientos individuales, formados por filas, tomando el ultimo asiento de ella, queriendo pasar desapercibido.
- Buen día - se abre la puerta y la silueta de un hombre alto, con traje y corbata, se podía asomar por el marcó.
Se escuchó un "buen día" en forma de corro, que abarcó todo el salón de clases. Y se esfumó a la misma velocidad, cuando apareció Ashley por la puerta, sentandose en la fila del medio, a tan solo unos asientos de distancia de Harry.
- Mi nombre es, Esteban Rodriguez, para los que no me conocen, soy profesor de la materia filosofía - apoya su maletín, arriba del escritorio, mientras sacaba carpetas, apoyando sobre el escritorio - Voy a tomar el presentismo, digan "presente", a medida que los voy nombrando.
Cada uno levantando la mano y repitiendo "presente", a medida que los iba nombrando, en orden alfabetico. Ya estaba casi por el final de la lista, eso significaba, que Harry iba a ser nombrado.
- Williams Connor - dice el profesor, levantando la cabeza para ver de quien se trataba.
- Presente - responde en un tono serio - Y me llamó Harry.
- Perdón - el profesor de filosofía, se disculpa y con una mirada fija, hacía el sujeto vestido de negro, sentado en la ultima silla de la fila - Harry, eres nuevo en este instituto, cuéntanos algo sobre usted, para conocerlo. ¿Que te gusta hacer?. ¿Si haces algún deporte?. ¿Ya sabe que va a estudiar? - Fueron muchas preguntas para el segundo día. El semblante de Harry era serio, como si un gran escudo por fuera lo cubriese, pero por dentro, tan solo era un niño con miedos e inseguridades. Como si una neblina mañanera, lo estuviese bloqueando.
- Me gusta dibujar y escuchar música en mi tiempo libre y no hago ningún deporte - hace una pausa, pensando en su respuesta, a la ultima pregunta - Que quiero estudiar... Todavía no lo sé, supongo que algo con el arte.
- Bienvenido - El profesor de filosofía un hombre serió, con un aspecto intimidante, empieza a escribir en la pizarra blanca que se encontraba pegada a la pared - Esperó que en algún momento puedas resolver eso.
Un silenció profundo abrazó el salón de clases. Mirando fijamente la pizarra, tratando de leer lo que el profesor, habia escrito en el - Abran sus carpetas y escriban lo que se encuentra en la pizarra. Este va a ser el primer trabajo en parejas del año - dejando la tiza sobre el escritorio y aclara su voz - Se estarán preguntando de que se trata - sacando una bolsa blanca, del maletín - En esta bolsa, se encuentran sus apellidos, escritos en un papel - mientras camina por los pasillos que dividian los asientos - Voy a sacar dos papeles y los apellidos que salgan, será su compañero de trabajo - sacude la bolsa que colgaba de su mano izquierda - Y no acepto ninguna inconformidad de la pareja que les ha tocado. ¿Se entendió?.
En una entonación en forma de corró, "entendido". Iba sacando, de dos en dos. Los apellidos se iban acabando, pero el de Harry aun no había salido.
- Williams y... Smith - lo anotó en su libreta y sigue. Harry se descolocó, al escuchar el apellido de su compañera. Ashley se da vuelta y entre ambos chocarón miradas, pero fue interrumpido por una grave voz, anunciando otra pareja.
Cuando me di cuenta ya estabamos en la ultima hora de filosofía, las horas escolares se pasaban muy rápido o tal vez es por el segundo día.
Llegó a mi casa y estaba vacía. Mamá llega a la noche y Austin está en la universidad, abordando su tercer año de diseño gráfico y yo en el ultimo de preparatoria, y no se lo que voy hacer cuando la terminé, esa pregunta que muchos te la hacen y no sabe que contestar. A veces no me veo en un futuro, trató pero se ve borroso. Me preocupo demasiado por el futuro, que no estoy disfrutando el presente, mi ultimo año de preparatoria, todo sería un poco más facil con mis amigos presente.
El futuro es importante o eso siempre me remarcó mi madre, escuchó como cada uno tiene sus proyectos armados y los sueños que quieren cumplir, y yo, soló pienso, cual serían mis proyectos. Me da ansiedad el hecho de pensar que no tengo ningún plan después de la preparatoria. Y el miedo constante hace que no me atreva a realizar ciertas cosas, pero nadie entiende. Quiero gritar fuerte lo que siento y que no soy capaz de sobrellevar mi vida.
Para los demás, el futuro es algo que vas construyendo de a poco, pero para Harry su futuro no estaba escrito, busca la forma de saber y tratar de encontrarlo, que caiga una señal del universo, pero el está perdido, en algo llamado. "El futuro".
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El brillar de las estrellas
Teen FictionDonde el amor lo puede todo. Con tal que sean dos personas en ese camino de la salvación. - Me da miedo el amor y que ese sentimiento sea mutuo, que por alguna razón se terminé, dejando con un vació en el pecho - le responde Harry mientras la mi...