El brillar de las estrellas

Prólogo

Para aquellas almas que están destinadas a permanecer juntas

Cuando dos almas estan destinadas a estar juntas, nada los puede separar y menos la muerte. Donde ese último abrazo nunca se olvida, pasa al cajón de recuerdos y queda plasmado en el corazón y más si esa persona hizo un cambio en vos.
Con tan solo hacer feliz a la otra persona, por un segundo o un año es más que suficiente. Hacer que cada momento sea único, donde sabes que no vas a encontrar a la misma persona, dos veces en el mundo, capaz en otra vida se vuelvan a encontrar... Quien sabe.
Sólo esperas esa pequeña luz de esperanza, que pueda salvar al amor de tu vida.
Estamos tan acostumbrados al "siempre juntos", esa frase tan jodidamente estúpida, que pensas que las personas son para siempre y no valoramos el tiempo que nos queda con ellos.
Porque somos una maldita máquina de siempre hacer las cosas mal.
    - Hoy me vas a acompañar - dijo la chica, con un tono dulce en su voz.
    - Si, yo te acompaño - le responde el chico alto, de pelo negro y de ojos verdes con una pizca de marrón, que hacían que su rostro sea aún más dulce, una mezcla tan hermosa reflejada en unos ojos tristes.
Fueron juntos al hospital, como lo hacían siempre. El con ansias a que todo terminará, aunque, a veces las esperanzas se acababan.
Pero nunca se imaginó como acabaría esta historia tan hermosa y maravillosa que comenzó un día en el instituto, con dos almas destinadas a estar juntas por siempre. Quien pudiera decir que cuando el amor llega se puede manifestar de cualquier forma.
Ella soltó un suspiro, con la siguiente frase del chico.
     - No me imaginó un futuro sin vos - dijo con un tono quebradizo en su voz, acercándose para tomar la mano de la chica.
Ella lo miró con sus ojos cristalizados y le dedicó una sonrisa.
    - Solo prométeme algo, se feliz pasé lo que pasé - lo mirá a Harry y le da un abrazó muy fuerte, de esos que no quieres despejarte nunca más - Encuentra el amor devuelta, no te escondas en tu propia burbuja, expresa lo que sentís - las lágrimas de sus ojos se esparcen humedeciendo su rostro palido - Te voy amar, por y para siempre.
Harry la miró, se acercó a la chica, que a simple vista se notaba lo frágil que se encontraba, le dio un abrazo, de esos que sabes que te pueden curar hasta el alma. Y con lágrimas en sus ojos, se despidió de la persona que más amo en el ultimo año, a la cual pudo ser cien por ciento él... Harry Connor Willians.