｡⁠.ﾟuna Cura para el Engaño ﾟ. ｡

5

En cuanto Killer llegó a la casa de Heat, este salió con Sachi a comprar una puerta nueva; conducío por un rato, sin compartir palabra con el pelirrojo. Prefería centrarse en la carretera.

Sachi mientras tampoco luchaba por hablar, prefirió revisar su celular notando las mil llamadas perdidas de su ahora ex esposa; hizo una mueca y frunció el seño con lastima. Aún le duele.

Apagó su celular y vio por la ventana del auto la ciudad, los edificios eran la única diversión afuera.- ¿Quieres ir a un lugar en específico?.- preguntó Heat a Sachi quien apenas y lo volteo a ver por la rabadilla del ojo.

- No realmente, pero me gustaría pasar a comprar algo de ropa.- dijo desviando su vista devuelta a la carretera a su costado.

- Bien, iré a comprar una puerta si quieres te dejo en la tienda de ropa.- ofreció Heat a Sachi que asintió sin más.

- Porfavor, ¿Irás por mi?.- volteo hacia el hombre que sonreía aún con su mirar tan neutro.

- Claro, llámame cuando termines y te iré a buscar.- respondió parando en un semáforo.

- Ahhh.- Sachi se quejó rascando su cabeza.- en realidad no tengo tú número...

- ya te lo digo no te preocupes.- Heat soltó una risilla volviéndo a conducir hasta la tienda de ropa.

Dejó a Sachi como pidió y le pasó su número de celular, Sachi le agradeció y se despidió entrando a la tienda. Buscó ropa de su talla que sea más a corde con su estilo, cosa que no tardó demasiado pues su estilo era algo bastante casual y ligero, pero lindo según sus propias palabras. Salió del vestidor con un conjunto de una chaqueta color vino y una camisa blanca algo delgada que transparentaba un poco, un pantalón negro y unos zapatos blancos que le encantaron.

Se miró al espejo y apartó sus lentes un poco, deleitándose de lo bien que se le veía aquella ropa; regresó al vestidor y se quitó las prendas. Salió y se las dió a la mujer que lo atendía, ella feliz lo alagó y agradeció.

- Si gusta puedo ofrecerle más ropa con este estilo.- sonrió la mujer doblando devuelta las prendas.

- Eso suena estupendo, por favor guíeme señorita.- Dijo Sachi devolviéndole la sonrisa, la mujer era muy amable.

La joven lo guío hasta una sección donde encontró su paraíso de la moda, vio todas y cada una de las prendas de su talla tomando varias de ellas que lucían exquisitas con su roja cabellera. Agradeció a la mujer y con la ropa en mano se dirigió a la caja a pagar por todo lo que había tomado.

Iba tan feliz que no notó a la persona que venía a su dirección, chocó sin querer con la persona tirando una de las prendas que llevaba. Se disculpó levantando la ropa, finalmente viendo...

- ¿Sa.. Sachi?.- dudó la mujer tomando la prenda que el otro había levantado.

- Que demo...- la mujer lo interrumpió abrazándolo.- Te extrañé tanto cariño, lo siento yo..- la mujer comenzó a llorar llamando la atención de los clientes de la tienda.- te amo porfavor regresa a la casa, tenerte lejos es doloroso.

Sachi apartó a la mujer algo brusco, sujetó la ropa que tenía entre sus manos y caminó a la caja ignorando a la mujer que suplicaba hablar. No quería escucharla.

- No puedo creer que sea tan egoísta.- escuchaba decir a las personas en aquel lugar, apretó sus nudillos y se mordió el labio. No quería llorar.

Pero la gota que derramó el vaso.- Porfavor Sachi.- fue la mentira.- Te perdono.- que comenzó a decir.- No importa que me engañaras.- ¿que dijo esa zorra?.- Yo aún te amo cariño, todos cometemos errores y eso no dejará de hacer que te siga amando como el día en que nos conocimos.

- Pero que mujer tan gentil.- es tan amable.- no puedo creer que por una basura como el, ella esté llorando.- ella es muy linda al declararse así.- Sachi se sintió aprisionado, entre la espada y la pared. Su ex mujer se volvió a acercar a él, tenía miedo.- ¿Va a pagar por esto?.- dijo la mujer que lo atendía.- Sachi, te perdono.- Susurró su ex cerca de sus labios.

Sachi entró en pánico y salió corriendo, llorando pasó junto a Heat que recién entraba a la tienda. Solo lo miró irse, su mirada no cambió hasta que vio el desastre que lo causó. Miró con mala cara a la mujer que seguía victimizandose frente a los clientes.

- ¡Oiga! ¡Llamen a la policía, acaba de robar la ropa!.- gritó la mujer que lo atendió tomando su celular.

- Porfavor no lo haga.- Heat le hizo aún lado el teléfono acercándole su tarjeta de crédito.- yo pagaré por todo lo que se llevó.

- Fuero más de mil dólares, ¿Acaso fuiste su cómplic..?.- Se cayó al tener a Heat apuntandole con un arma.

- ¿Acaso cree que le estoy robando si pago por los artículos?.- enojado guardó devuelta su pistola.- No intenten llamar a la policía.

- Aquí el único con ese derecho soy yo.- les mostró su placa.- Así que cállate y haz el pago de una maldita vez.

La mujer asintió con miedo, hizo el trámite y le devolvió la tarjeta a Heat. Heat le dió una última mirada a la mujer que seguía llorando susurrando por Sachi. Sintió asco.

Heat salió de la tienda y fue a por su auto, tenía que buscar a Sachi. Condujo por todas las calles intentando encontrar la cabellera pelirroja del hombre, pero no lograba encontrarla por ningún lado. Comenzó a estresarse por eso.

Bajó del auto en un bar, estaba cansado con esas cuatro horas conduciendo sin poder encontrar a Sachi. Pero como si fuese obra del destino logró verlo sentado en una mesa con botellas a su alrededor. Suspiró y caminó hasta él. Se sentó a su lado y tomó el trago que Sachi estaba a punto de beber.

- Siento que esto ya pasó una vez.- sonrió Heat sirviéndose otro trago.- dime ¿Que pasa por tu cabeza?

Sachi no respondió y se recargó en Heat que lo seguía mirando, sin querer perderse ninguna sola expresión del más bajo.

- N..no lo sé..- habló muy apenas, el nudo en su garganta ya comenzaba a doler.- Yo.. yo no.. lo sé...

- Aún amas a tu mujer ¿no es así?.- dijo Heat limpiando las lagrimas que escapaban de los ojos carmesí de Sachi.- Aun te duele, verla y saber que ella ya no te pertenece.

- Heat..- Saber que ella prefirió los brazos de alguien más y que solo quiere tomar tu felicidad, aún duele... Lo sé.- Interrumpió desviando su mirar hacia la botella que estaba frente suyo.

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