Caitlyn smut

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"Aquí están los papeles que me pediste

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"Aquí están los papeles que me pediste." Arrojaste un un legajo con archivos dentro.

"Puedes retirarte." Viendo cada papel que entregaste.

Desde hace unos días habías notado a Caitlyn distante, no sabías si era por el estrés del trabajo o problemas suyos.

"¿Ocurre algo?" Preguntaste sin moverte de donde estabas parada. "Cait..."

"No, no ocurre nada. ¡Ahora vete de aquí, por favor!" Sobresaltaste cuando alzó la voz. No era común en ella hablarte así, que recuerdes esta era la primera vez que te alzaba la voz.

Caitlyn y tu habían comenzado una 'relacion' sin compromisos, acordaron en dejarlo en secreto. Nadie sabía de sus visitas nocturnas o de sus encuentros casuales, no te molestaba, era algo que ambas habían acordado.

Te molestó el hecho de que te gritara y aunque era tu jefa no tenia el derecho de alzarte la voz si no habías hecho nada malo.

"Entonces no grites, yo no hice nada." Hablaste con firmesa.

La mujer frente a ti se levantó de su silla golpeando su escritorio, mientras de miraba con unos ojos entrecerrados y su ceño bien marcado se acercó a ti. Mientes si no te dio miedo la forma en que se acercaba a ti, al estarse acercando la diferencia de altura era más notoria. Caitlyn te sacaba por lo menos una cabeza por lo que tenias que subir la mirada para verla a los ojos.

"Eres una perra caliente" Sorprendida por el comentario ni pudiste responder. Caitlyn nunca te había dicho algo así, ni en los momentos más íntimos. "No creas que no te vi coquetear con el puto de investigaciónes."

"¿Que...? yo no coqueteaba con él."

"No fingas. Vi como le sonreias y dejabas que te tocara el cabello." En lo que iba completando la oración te iba pegando a la pared. "Qué te quede claro que la única que puede tocarte soy yo."

Antes de que te defendieras atacó tu boca, era un beso caliente, apasionado y rudo, te tomó de la nuca para unir más el beso. Las respiraciones de ambas eran pesadas y los jadeos que salían de sus bocas las hacían seguir.
Te guió hasta su asiento y se arrodillo frente a ti, continuó el beso pero con una escurridiza mano que subía de tu pierna a tu entrada, esta se detuvo cuando rozo tu ropa interior. Bajó los besos a tu cuello dejando varias marcas. Quitó tú ropa interior bajando para saborear tu coño mojado, su cabeza estaba escondida bajo la falda de tu uniforme. Al sentir su lengua se arqueó tu espalda, tus manos se incrustadas en los descansabrazos de la silla.

"Aah~" Cubriste rápidamente tu boca cuando femiste por el juego de tu jefa.

"No te cayes, hermosa. Deja que todos escuchen quien es la que te hace gemir" Ahora eran sus largos dedos los que te penetraban, los metia hasta el fondo mientras sobaba tu clítoris hinchado.

Tu clímax resonó en el cuarto, estabas conciemte de que afuera ya te habían escuchado pero era más el calor que decidiste ignorar esos pensamientos.

"Buena puta." La veías meter sus dedos a su boca saboreando tus jugos. "Por ser tan buena perra te tengo un regalo. Espera paciente aquí ¿quieres?" Acentiste con dificultad su voz en tu oreja era un estimulante fuerte.
La viste llevarse un maletín y entrar al baño. Mientras la esperabas tus piernas temblaba sin superar el previo clímax. Viste a la joven alta salir, no notaste nada diferente por más que buscaras.

"Ven aquí." Te ayudo a ponerte de pie, cambiaron de posición con Caitlyn abrazandote por la espalda, escuchabas su respiración pesada en tu oído. Levantó tu falda y sin previo aviso metió te penetró.

"¡Caitlyn~!" Gemiste sintiendo como tus paredes se abrían. Te tomó por sorpresa el gran arnés que llevaba.

Tu culo rebotaba con los azotes que te daba mientras seguía un movimiento rítmico. El chapoteo de tus fluidos retumbaba la oficina, escuchabas como ella jadeaba por lo bajo tomándote con fuerza de la cadera para aumentar los movimientos. El arnés te llenaba completamente, te embobada como se sentía.

El dolor en tu vientre y en tu zona incrementaba cada vez más.

Caitlyn se entretenía golpeando tu culo exitada por verte sudando y retorciéndote de satisfacción. Quería que entendieras que eras solo para ella, que era ella la que te tocaba, la que comía tu boca, la que esperabas desuda y por la que estabas dispuesta a todo.

"Me voy a correr~"

La alta sacó el arnés por lo que desesperabas por tener tu clímax. Antes de que dijeras algo metió sus dedos y empezó con el vaivén.

"Así..." decías con exitación.

"No." Detuvo sus movimientos.

"¿Qué mierda?"

"¿A quién le perteneces?" Susurró en tu oído empujando sus dedos hasta el fondo.

"A ti~" Gemiste girando tu cabeza para mirarla. "Sólo a ti."

Caitlyn siguió el juego con más intensidad y algo brusco. Pronto sentiste de nuevo el nudo en tu vientre y amablemente la peliazul te ayudó para acabar.

Digamos que después de ese encuentro nadie en la oficina te volvió insinuar algo, y si alguien lo llegaba a hacer ya sabían que la sheriff los restaría con su mirada.

Digamos que después de ese encuentro nadie en la oficina te volvió insinuar algo, y si alguien lo llegaba a hacer ya sabían que la sheriff los restaría con su mirada

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One Shots | ArcaneDonde viven las historias. Descúbrelo ahora