Baji Keisuke - Pretty when you cry

1.8K 72 14
                                    

Él estaba en mi habitación, había aparecido de repente, trepando la ventana como de costumbre

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

Él estaba en mi habitación, había aparecido de repente, trepando la ventana como de costumbre.

Pero hoy había algo distinto, él lucía cansado ¿Sucedió algo? Fue lo que pensé.

Él se acercó lentamente entre mis mantas y simplemente se adentró en ellas, hundió su rostro en mi pecho y me abrazó, pero jamás me había abrazado de esa manera.

Era un abrazo agrio, melancólico, como si hubiera algo que no cuadra. Su aliento chocaba contra el escote de mi pijama, respiraba lentamente, pero parecía difícil para él.

Me dieron ganas de llorar.

Traté de no hacerlo, llorar no ayudaría a lo que estaba sucediendo, no tenía ni puta idea de que pasaba, pero no quería empezar a llorar inmediatamente.

Él continuó aferrándose a mí, sus brazos me sostenían por la cintura débilmente, como si tratara de usar la poca fuerza que tenía.

Mis manos pasaron por su cabello, acariciando y peinando sus rebeldes cabellos. Él parecía querer dormir, tal vez por eso recurrió a mí.

Pero esta vez no era como siempre, que juguetonamente dormía conmigo y reíamos, esta vez algo le pasaba, no sabía cómo preguntar. Aun así moría por saber, y él parecía morir por decírmelo, aunque no lo haría.

Mis dedos bajaron y tocaron su sien, trazando suaves patrones en sus mejillas.

Parecía un gato abandonado, un gato que desconfiaba y quería calor de quien fuera, como si rogara por estar entre unos brazos y llorar.

Yo— murmuró, sus suaves palabras, una voz que estaba a punto de quebrarse, tan delicado que me mataría si se rompía.

Siguió hundiendo su rostro entre mis pechos, parecía querer huir de algo.

—____— pronuncio mi nombre, sus dedos se hundieron con desesperación en mi ropa, casi queriendo incrustarse en mi piel.

—¿Qué es lo que sucede?— Susurré suavemente, mis dedos siguieron acariciando su cabello, cosa que siempre lo hizo desfallecer en sus sueños.

—Yo— su voz se quebraba aún más, tan jodidamente frágil que mi corazón se partía —tú…—

—Dímelo, Kei— murmuré contra su cabello, mis labios se habían acercado a su cabeza y dejé un suave beso, no quería apresurarlo, pocas veces se mostraba “débil” ante mí.

—¿Te daría lástima si soy débil?— su voz inquieta hacia mi corazón aún más frágil.

—¿Lástima?— pregunté por inercia, la palabra lástima y Keisuke no podían estar en una misma oración. Al menos no para referirse a él.

—¿Soy para ti un debilucho ahora mismo?— como si fuera la mejor broma que hubiera escuchado en toda mi puta vida. Antes de que pudiera contestar sentí algo húmedo en mi pecho, sus lágrimas.

One Shots || Tokyo revengersDonde viven las historias. Descúbrelo ahora