capitulo 2

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POV ADAM

Estabamos esperando en la fila del autoservicio de McDonald para pedir los helados.

-sabrina ¿que sabor de helado te gusta?- le pregunte para saber que voy a pedir.

- no se, nisiquiera e probado un helado-dijo con normalidad.

- bueno, pues hoy vas a probar el helado de vainilla y te va a encantar- dije y avance par pedir por el comunicador.

- buenas tardes ¿ya sabe lo que va a pedir?- me pregunto un chico por el comunicador.

- si quisiera dos helados de vainilla- dije.

- perfecto pase por la primera ventanilla- dijo el chico y yo avance.

- buenas tardes aquí esta su pedido, que tenga linda tarde- dijo el chico entregandome los helados.

- muchas gracias, igualmente- dije y me fui a un estacionamiento de un centro comercial que estaba en frente.

- toma sabrina este es tuyo- dije y le entregue el helado.

- gracias- dijo y se lo empezó a comer.

Yo creo que le gustó ya que apenas dio el primer bocado puso una cara de fascinación.

- sabrina disculpa que te pregunte esto pero ¿ como terminaste en situación de calle?- pregunte lo más sutil posible.

- bueno no recuerdo, pero me dijeron los trabajadores más antiguos de la cafetería que una señora que al parecer era mi madre me había dejado en el callejón que está al lado de la cafetería- dijo con naturalidad como si nada pasara.

-¿ y porque no te alejabas de la cafetería? Es que desde que voy siempre te e visto- le digo mirándola con atención.

- bueno, es que la gente me daba comida y también los empleados de la cafetería me daba jugo y algunos postres también- dijo con una sonrisa.

-pero me e dedo cuenta que no dejas que la gente se te acerque,  de echo si te soy sincero me sentí un poco afortunado de que aceptaras comer conmigo- digo con un poco de alegría.

- bueno es que una ves unos muchachos me andaban acosando para que les diera lo que tenia pero yo nada más tenia 3$ y yo tenia habré y les dije que no tenia nada y no me creyeron y simplemente me golpearon y se llevaron lo poco que tenia y no les importo dejarme en el piso adolorida y dinero poder moverme pero bueno eso me pasa por confiar tanto en la gente- dijo un poco triste.

- ¿ y por eso tienes los moretones en los brazos?- pregunte con sutileza.

- no eso es por otra cosa que no quisiera recordar- dijo y se le cambio la cara totalmente así que yo no pude evitar pensar lo peor.

- bueno, yo quisiera que me contaras para poder ayudarte pero se que hay cosas que no son tan fáciles de contar pero sabes que si quieres hablar recuerda que ya no estas sola y que tienes con quien hablar- dije mientras le sobaba la espalda.

- muchas g-gracias por ayudarme señor- dijo con lagrimas en los ojos.

- no hay de que agradecer pero una cosa, no me digas señor apenas tengo 23 años no soy tan viejo- dije y ella soltó una risita.

Ya habíamos terminado de comer los helado así que nos dirigimos a la casa.

Yo vivo un poco alejado de la ciudad ya que no me gusta los ruidos fuertes pero no importa porque ahora se que a sabrina tampoco le gustan.

- bueno, ya llegamos- le dije a sabrina y ella se quedó asombrada viéndo la casa.

-¿ tu vives aquí?- pregunto con una cara de asombro.

- si, esta es mi casa- dije mientras la guiaba para entrar.

- es impresionante- dijo quedándose muda al ver el interior.

Yo estaba feliz de que le allá gustado que no me di cuenta que estaba llorando.

-¿ porque lloras? - dije agachados a su altura ya que yo media 1.89 y ella como unos 1.58.

- es que yo estoy muy agradecida con usted yo no se como agradecerle por todo esto- dijo ya casi que hasta gimotenado de todo lo que estaba llorando.

- tranquila bebe no pasa nada yo estoy feliz de ayudarte no tienes que ponerte así y mejor deja de llorar y sonríe -dije mientras em quitaba las lágrimas de la cara.

- ves así ti te ves mucha más bella- dije y ella sonrió.

- bien, ahora te voy a mostrar tu habitación para dejar todas tus cosas ahí  - dije y la guíe al segundo piso.

Decidí que su habitación estuviera a un lado de la mía nada más por si acaso.

- bien, esta es tu habitación y la que está a un lado es la mia- dije apuntando cada habitación.

Entramos y ella se quedó sin palabras , otra ves.

- esta es tu habitación tiene su baño y esa puerta es el closet se que vas a decir que es grande pero eso lo llenaremos máximo en una semana así que no te preocupes- dije como si nada y ella se sorprendió.

- no como crees llenar eso es gastar mucho dinero no puede dejar que hagas eso- dice nerviosa.

- tranquila el dinero no es problema como podrás notar- dije haciendo un movimiento con mis manos dando a entender que me estaba refiriendo a mi casa.

- pero es que ya a echo mucho por mi y no quisiera seguir molestando- dijo ya muy nerviosa.

- no estas molestando yo decidí hacerme cargo de ti así que yo te compraré todo lo que tu quieras- dije muy seguro mirándola a los ojos.

- muchas gracias...- dijo ya sin saber que decir.

- bueno,  vamos a acomodar todo en tu closet y vamos a comer alguna merienda , ya nos comimos un helado pero no importa así que mejor vamos a apurarnos- dije y ella asintió y fuimos al carro a buscar las bolsas.





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Bebe AutistaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora