✦𝚂𝚎𝚛𝚎𝚗𝚍𝚒𝚙𝚒𝚝𝚢✦

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"Oye Emma..." llamó Nya, acercándose nerviosa a Emma "íbamos a salir a buscar una misión, y queríamos saber si querías unirte..." preguntó

"No puedo salir con ustedes" dijo Emma cruzada de brazos "Joy entró en una especie de fascinación por los magos" dijo señalando a la niña, quien estaba haciendo girar su bastón, lanzando un proyectil que cuando le daba a alguna piedra cercana se destruía "tengo que vigilarla para que no haga nada estúpido..." Murmuró Emma con una gota de sudor de los nervios en su mejilla

"Ah..." murmuró de vuelta Nya, igual de nerviosa que Emma

"Suerte en la estupidez que estén apunto de cometer" murmuró Emma

"S-si... Gracias..." murmuró Nya de vuelta

"Mamá, Joy querer ser maga para día de difuntos!" Dijo Joy emocionada, con brillitos al lado de su cara

"..." Nya le puso la mano en el hombro a Emma "suerte" susurró antes de dar media vuelta e irse con los demás

"Sí, claro, dejame sola con el demonio. Apreciable" murmuró, rodando los ojos "que tal si vamos a la tienda, eh?" Preguntó Emma con una sonrisa

"Tienda!" Dijo Joy, saltando emocionada

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"Tengo el leve presentimiento de que este no era el camino hacia la ciudad..." murmuró Emma mirando el gps, el cual- sorpresa, estaba dañado. Debía informarle a PIXAL sobre el pequeño inconveniente...

Emma suspiró, masajeandose la frente.

Joy, por el otro lado, estaba mirando afuera de la ventana, curiosa y emocionada.

Raras eran las veces en las que podía salir del monasterio, y aún más raras las ocaciones en las que no estaba en la ciudad.

Además, conocer nuevos lugares era algo que siempre le había gustado, después de vivir tanto tiempo en el santuario abandonado por sí sola, cazando y comiendo cualquier cosa que su cuerpo considerara nutritivo, desde plantas, a insectos, reptiles y, como no, dragones.

Al no saber lo que era el fuego, solía comer las cosas crudas, por lo que casi siempre terminaba enferma del estómago.

... Como cambiamos el tema tan drásticamente-

Emma suspiró y continuó avanzando por el desierto.

Fue entonces que lo vió.

O más bien... La vió

Era una chica. Sola. Enfrentándose a una manada de monstruos por sí misma. Con solo una espada.

Emma, con el complejo de héroe que se le fue creciendo con el tiempo, saltó de su vehículo para ayudar

"Quédate adentro, Joy!" Dijo Emma antes de agarrar su arco y lanzar flechas hacia los gigantes escarabajos, atándolos a sus propias sombras.

La chica, enojada, con solo un movimiento de su espada, logró matarlos a todos y volteó a verse hacia Emma

"Ya los tenía! Que es lo que te pasa?!" Preguntó enojada