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+20ᴠᴏᴛᴏs | +6ᴄᴏᴍᴇɴᴛᴀʀɪᴏs ᴘᴀʀᴀ ᴇʟ ᴘʀóxɪᴍᴏ ᴄᴀᴘíᴛᴜʟᴏ
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El campamento se iba separando cada más y tan solo quedaban dos días para el solsticio de verano. El paradero de los semidioses y el sátiro era desconocido, y la tensión entre los campistas crecía cada vez más.
Y por más que les preguntaba a los dioses, ninguno quería responder. Hermes estaba "muy ocupado" en el Casino Loto, Ares, sabrá Dita dónde está, no contestaba ninguno de mis rezos, y Poseidon estaba muy ocupado preparando a su reino para la pronta guerra. Y Eros no me hablaba desde la última que estuve en el Olimpo.
¿Y lo peor? Nadie se llevaba bien con nadie, y cada día las discusiones entre semidioses aumentaban más.
—Eli estás muy distraída hoy— dijo Luke sosteniendo mi cara con sus dos manos. Estábamos demasiado cerca y eso provocaba que mi mente jugara mal, no podía negar que Luke era apuesto, eso nadie te lo podía negar—¿En que piensas?.
Me separé del rápidamente volteando mi cara para que no pudiera ver el pequeño sonrojo en mi rostro.
—En el solsticio,—respondí— solo quedan dos días, Luke.
El hijo de Hermes tomó una de mis manos con delicadeza y voltee mi rostro para observarlo.
—Debes calmarte, sabemos que lo lograrán, tal vez ya se encuentren en el inframundo recuperando el rayo.
—En mensaje i ¿te dijeron a donde se dirijan?— cuestione.
—Hacía las vegas.
—¿¡Hacia las Vegas!? ¿Te dijieron exactamente a qué parte?.
—No, el mensaje se corto justo antes— respondió— ¿Porque? ¿Hay algo malo allá?.
—Luke, en las Vegas está el casino loto, eso puede terminar bien o muy mal— dije quitando mi mano para empezar a caminar rápidamente a mi cabaña.— Aún que si llegan al casino no debería preocuparme mucho tú...
Me debe tuve —¿Mi que, Eli?— cuestionó sin para de seguirme.
—Nada, no te preocupes.
—Eliana, ¿Que es lo que no me estás contando?— Luke tomó mi muñeca deteniéndonos.
—Nada importante, ahora debo ir a mi cabaña y mandar un mensaje.
—Eliana...—dijo mientras su rostro caminaba a uno molesto.
No podía mentirle, tal vez se molestaría conmigo, pero era eso o que los chicos se quedaran atrapados en el Casino.
—Bien te lo diré, pero prométeme que no te molestarás.
—Te lo prometo.
—Si los chicos estás en las Vegas significa que pueden estar en el casino loto, loquesignificaquepuedenqueseencuentrencontupadreloqueseríamejorparaellosyaqueHermesmedebeunfavorypodriadaelestransporte— hable rápidamente.
—No pueden estar con el— habló molesto mientras apartaba la mirada de mi.
—Dijiste que no te molestarías.
—Pero ellos...
—Nada de peros, ahora tienes dos opciones, o me acompañas a mi cabaña para mandarle un mensaje i a tu padre o vas a tu cabaña y me esperas.— No respondió y camino hacia su cabaña.
Ignore su mal humor, y corrí hacia mi cabaña buscando un Dracma y mi moissanita una pequeña piedra que me había regalado Eros para comunicarnos.
Luego de encontra los objetos corrí a la parte más alejada del lago para poder así hablar con Hermes. Apunte la pequeña piedra hacia un rayo de Sol para así poder generar un arco iris.
—Oh, diosa iris, acepta mi ofrenda— lancé el dracma dentro del arco iris, desapareciendo en un destello— Casino Loto, Hermes.— observé la niebla y como Hermes estaba de espaldas conversando con la personas del casino— ¡Hermes!— grite.
Hermes se volteó observándome con una ceja alzada— Pero miren quien se indignó a llamar— dijo.
—Hermes necesito cobrar el favor que me debes— hable yo omitiendo su comentario anterior.
—Estoy muy bien, gracias por preguntar— respondió sarcástico.
—Hermes, porfavor— pedí— se que ya debiste sentir a los semidioses que están en el casino.
—Si, ¿Y que tienen que ver ellos con el favor?.
—Necesito que los transportes a donde ellos necesitan.
—Bien, pero después de esto vendrás al Olimpo y me visitarás solo A MI— dijo resaltando las últimas dos palabras.
—Solo si los ayudas.
—Ya te he dicho que si.
—Muchas gracias, Hermes— agradecí.
—No hay de que, ahora cuéntame ¿Como van las cosas por allá?.—No pude contestar ya que Hermes se había volteado rápidamente observando a dos niños que estaban delante de él, eran Percy y Annabeth.— Hola semidioses, bienvenidos.
Eso fue lo último que puede escuchar antes de parar el mensaje i.
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