billionaire playboy (Libro 3 )

7

Capítulo Siete

Zhan

Sonny estaba mintiendo a través de sus dientes y yo lo sabía.

Había sido divertido para un par de retozadas en la cama, pero nunca había habido planes de bodas con el tipo. Ni siquiera quería salir con él. Sólo quería follar con él.

Necesitaba dejar de pensar con mi polla.

-Prometiste casarte conmigo, -escupió Sonny. Sus ojos brillaban de rabia. -Si reniegas, te demandaré por cada centavo
que tengas.

-Entonces, esto es por dinero.
-No era una pregunta. Siempre
se trataba de dinero.

Sonny jadeó.
-¿Cómo puedes decir eso? ¿Después de todo lo que
significamos el uno para el otro?

-Jodimos un par de veces, Sonny. -Y estaba claro que había sido un error. -No fue un gran romance. Cualquier fantasía que hayas creado en tu pequeña y enferma mente nunca va a suceder.

-Zhan, no lo dices en serio. -Sonny dio un paso más y luego
extendió una mano temblorosa. -Lo que tenemos es tan especial.
¿Cómo puedes hablar de dejarlo?

¿Estaba loco?

-No sé qué clase de drogas estás tomando, pero... -Me dolía la
cabeza por la rapidez con que saltaba de un pensamiento a otro.
Entrecerré los ojos mientras una ira de combustión lenta se
encendía en mis entrañas. -Me has drogado.
Tenía sentido, pero no lo tenía.
-¿Qué hiciste? -Rugí.

-¿Qué? -Sonny saltó hacia atrás cuando lo alcancé. -No sé de
qué estás hablando.

-Estás mintiendo. -Mis ojos parpadearon hacia mi
guardaespaldas, que había colgado el teléfono y estaba viendo
toda la escena desde el otro lado de la habitación. Le di la mínima
señal antes de mirar a Sonny. -Será mejor que empieces a hablar.

-Yo no... yo...

-Oh, sí -grité. No tenía idea de qué tenía que ver mi antigua
aventura con esta situación, pero no tenía ninguna duda de que
estaba metido hasta el cuello. Estaba seguro de ello. -Empieza a hablar.

Sonny se estremeció por un momento antes de cuadrar sus
hombros y levantar la cabeza.

-No sé por qué eres tan malo, Zhan, pero no lo toleraré. Me
voy y no volveré hasta que me pidas disculpas. -Una sonrisa de
desprecio cruzó la cara de Sonny mientras miraba a Yibo. -Y
deshazte de tu puta.

Gruñí mientras me volvía para mirar a Yibo. Sentí un cosquilleo en la boca del estómago cuando nuestras miradas se encontraron y algo pasó entre nosotros que no pude identificar.

Hacía frío y calor al mismo tiempo. Aterrador y, sin embargo, alegre.
Sonreí cuando me volví a enfrentar a Sonny otra vez.

-La única puta aquí eres tú. Yibo es mi marido.

-¿Estás casado?

-Sí. Parece que tu plan de casarte conmigo ha fracasado. En
cambio, me casé con Yibo.

La mandíbula de Sonny cayó antes de soltar un chillido ensordecedor.
-¡Estúpido imbécil! -Gritó. -¡Lo has arruinado todo!

Crucé los brazos y ladeé la cabeza.
-¿Qué es exactamente lo que he arruinado, Sonny?

Sonny palideció como si de repente se diera cuenta de lo que
había dicho. Antes de que pudiera detenerlo, salió corriendo hacia
la puerta. Corrí tras él, pero Sonny abrió la puerta y salió corriendo
al pasillo antes de que pudiéramos alcanzarlo.