—Y ahí estaba yo, esperando la estúpida bebida que había pedido hace un rato. Pero la mesera parecía atender a todos en vez de traerme lo que pedí hace una hora, mi vista luego de unos segundos pudo notar a un alto con sus brazos fuertes descubiertos. Oh no venía hacía mi.
—Gyu— Besó mi frente. No hice nada
—Dime ¿A quién te follaste está vez? — Pregunté con suma confianza.
—Para tú información estaba entrenando— Presumió sus brazos ante mí.
—Ridículo, ¿ahora eres un Romeo de gimnasio?— Reí
—Beomgyu, no creés que últimamente me odias— Alzó su ceja clavando su mirada en mí.
—Claro que no, es que me da risa el hecho de que no te canses de engañar a tus ligues. Pareces olvidar que no soy uno de ellos.
—Podrías serlo, sabes lo que dicen he. Nunca digas nunca— Se alzó de hombros tomando asiento a mi lado.
—Quítate de aquí, ni siquiera han traído mi bebida.
—En un abrir y cerrar de ojos la chica estaba extendiendo lo que había pedido hace rato. Cómo era de esperar el idiota de Yeonjun le dió su número.
