—Caminaba mientras el aire pegaba en mi rostro. Estaba feliz con mi buso blanco y tenía el cabello suelto, amo el viento y estar a orillas del río han era lo mejor.—¿Y este Ángel?, ¿Es el regalo que me mandó el cielo? — Grito a unos cuantos pasos de mí. Reconocí esa voz de manera inmediata.
—Creo que el cielo nunca re recibiría en primer lugar— Bufé viendo a lo lejos cómo uno de sus tantos amigos de acercaba a él.
—Vaya que no pierdes oportunidad— Habló Changbin.
—Cállate— Silenció sin quitarme la mirada de encima.
—Solo lárgate— Gruñí mientras seguía caminando, algo que ignoró completamente y siguió viéndome así continuó un buen rato hasta qué empezó a llover y me vi obligado a Irme dejándole ahí.