Alessia, una chica poderosa y determinada a luchar siempre por ella misma. Una chica que no cree que nadie este destinado a estar con ella. Una chica que cree que su camino solo puede recorrerlo sola.
El problema es que una nueva profecía ha salido...
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LEO
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❝DIAMONDS IN YOUR SKIN, MY BLOOD FLOWS, BRING THE LION OUT❞
━Lion Saint Mesa
Nico y yo habíamos sacado a Alessia de aquella cueva para subirla al barco. Por lo que había entendido, había entrado en tal estado de shock, que apenas podía moverse.
La dejamos en su camarote y todos fuimos a los nuestros para tranquilizarnos un poco. Porque acabábamos de perder a dos de los nuestros. A dos de los más importantes para Alessia.
Aturdidos, Jason y yo cargamos la Atenea Partenos en la bodega, mientras Hazel y Frank volvían a la cueva para tratar de buscar la forma de sacar a Percy y Annabeth. Pero ya no había cueva, y volvieron sin buenas noticias.
Entré en el camarote de Alessia, dos horas más tarde de haberla dejado allí.
Se encontraba en la cama, sentada, ahora sí estaba llorando, con un cogín entre los brazos y la cara enterrada en la almohada.
Odiaba verla así, y odiaba todavía más que yo me sintiera igual. Porque eso significaba que no sabía cómo ayudarla.
Me acerqué a ella y me senté a su lado. Alzó la cabeza. Tenía los ojos rojos y algo hinchados, pero parecía intentar esconderlo. Creí que me echaría de allí, que me diría que quería estar sola. Porque era lo que hacía siempre que yo la veía triste.
