«Bien, cálmate Lily, esto seguro que es un sueño, todavía debes estar dormida»
Lily se consoló, era lo único lógico en lo que podía pensar, no hay lógica que de la nada despertara en un lugar desconocido con un cuerpo joven y pequeño distinto a la de una mujer de 22 años con un cuerpo totalmente desarrollado.
Sin duda es un sueño, pronto despertara y regresara a su realidad, tomara el examen y cenara con sus padres mientras se jacta sobre lo bien que le fue en su examen. Solo debe esperar a que termine este sueño.
Lily permaneció dentro de la casucha hasta que el cielo oscureció. Dentro de las mantas cerro los ojos y trato de dormir, pensando que si lo hacía despertaría en su realidad; acostada en el ligero calor de las mantas espero su regreso, mientras más esperaba el cielo más se oscurecía. Sin darse cuenta en su espera Lily quedo profundamente dormida.
En medio de la noche donde la luna brillaba una mujer madura pelirroja ingreso con una expresión de cansancio y dolor a su lamentable casa. La mujer parpadeo y se acomodó mientras buscaba la lampara de aceite.
Con la tenue luz proporcionada por una demacrada lampara de aceite la mujer pudo ver a su hija acosta, durmiendo, se veía tan pequeña e inocente que su corazón dolió, no podía darle a su única hija una mejor vida que la servidumbre en la que vivían. La mujer embozo una sonrisa cansada y una tristeza profunda en sus ojos.
Arreglándose para dormir, sin antes cerrar la ventana abierta y comer las sobras que su hija dejo, se acostó al lado a su observando sus delicados rasgos heredados de su clan.
Suspiro con tristeza, si tan solo su clan aun existiera. Tal vez ella y su hija no serían rebajadas a ser sirvientes de esta maldita aldea.
Solo pensar en la destrucción de su clan y aldea, le genera una bola de odio y rencor. No puede evitar maldecir a los traidores que nuca fueron por su ayuda desde el fondo de su corazón.
Volvió a suspirar despejando su mente concentrándose en su única hija, su única razón de soportar toda la degradación y humillación. Y del cual estaba segura que su hija pasaría por lo mismo.
─Mi niña...
Susurro con melancolía.
─Perdona a tu madre.
*
A la mañana siguiente Yoshiko se levantó temprano con la intención de cortar leña y llenar el depósito de agua; dedico una última mirada a su soñadora hija antes de realizar sus quehaceres. Hizo un poco de arroz negro y agrego un par de huevos fritos. Deseaba poder darle más a su hija, pero eran demasiado pobres para tener carne, el huevo ya era un lujo raro para ellas.
Yoshiko escucho el sonido del futón moverse y sonrió con cariño, la vida es dura, pero puede ser soportable si tenías a la persona más importante de tu vida a tu lado.
─Karin ven a desayunar.
Sirvió los dos cuencos con un huevo frito encima y tomo asiento, esperó a su hija venir y tomar juntas el desayuno, sin embargo, su hija estaba con el rostro contorsionado mientras miraba sus alrededores con confusión.
─No olvides lavarte la cara.
Le acordó a su hija, quien se levantó de mala gana, se lavó el rostro como le indico y tomo asiento al frente suyo. Mientras comían Yoshiko noto el silencio de su hija sumida en sus pensamientos aun con el ceño fruncido, parecía tan adorable.
Termino su cuenco y suponiendo que su hija aún seguía molesta con ella por su notorio silencio y sus gestos, Yoshiko toma la iniciativa disculpándose.
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Flor de membrillo.
AventuraLily Smith es una chica en su segundo año universitario con una vida ordinaria y sin problemas, una familia amorosa y amigos cariñosos. Quién imaginaria que un día antes del examen de algebra Lily transmigraría al mundo del manga Naruto del que era...