Papa que resuelve.

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-Mi Motico, ¿Podemos hablar?.- dijo papá entrando a la habitación.- déjenos solos.- Chili y el tío Fabio se fueron.

-¿Que me vas a explicar?.

-Pues uste sabe que yo amo a su mamá, yo jamás, le seria infiel, eso es pecado. Esta chica hace este tipo de estafas, lo único que ella quería era plata Juanica, todo el mundo se mueve con y para la plata. Le pido perdon por este mal sabor de boca.

-Miré, yo decido creerte papá. Pero que sepa que uste le debe respeto a mi mamá y a esta familia. Le disculpó por semejante problema, pero que sepa que nadie va a humillar a mi familia, y menos a la señora de esta casa.- dije.

-Listo mi princesa, hágale. Yo le juro por uste, que esto no vuelve a pasar.- dijo el.

Me dio un beso y un abrazó. No tenía ganas de salir de la habitación, asique no baje a cenar cuando mamá llego.

Estaba dispuesta a dormirme cuando escuche como mi puerta se abría. Detrás de ella se veía a Chili.

-Le traje un heladito para aliviar las molestias de hoy.- murmuró.

Este man me tenía, podía pasar 1 mes se verlo pero el era el único que me provoca todo.

-Gracias mi Chili.- le sonreí.

Se sacó los zapatos y se acostó a mi lado, no sin antes darme un beso en la mejilla y un abrazo.

-Dios, pero que grande esta este gato.- dijo levantándolo.

-¿Sabes como le puse?- reí.- Fusca.- el se río y comió unas cucharadas de helado al igual que yo.

-Terrible fuscazo le metió a ese man hoy.- dijo el.-Nunca me la imagine a uste con un arma.

-Nunca antes había agarrado una.- dije mirándolo sería.- Como que me vi todo rojo y fue lo primero que pensé.- quedó un largo silenció.- Más encima ese Topó tenía regala esa fusca.

-Seguro si.- se rio.

-¿Y que tal su trabajo?.

-A no pues bien, si fue largo rato, pero ya ve como están las cosas.- dijo el intentando no dar detalles.

-Lo extrañamos con Fusca.- dije mientras lo miraba. En algún momento nos habiamos acercado tanto que era nula la lejanía de nuestras caras.

-Yo también la extrañé mi reina.- dijo el serio.

Chili me tomó mi cara suavemente, seguido de eso me dio un beso, varios mejor dicho.
Pasamos toda la noche mimoseando, haciéndonos caricias, dándonos besos, más no más.

El sol entro por la ventana haciéndome despertar. A mi lado estaba Chili, sin camisa durmiendo plena mente. No pude evitar besarlo.

-Mmm, buenos días mi amor.- dijo despertando de a poco.

-¿Vamos a desayunar?.

-Mmm, no puedo reina, en 30 minutos me veo con el Topó abajo.- dijo viendo su reloj.

El mes pasó, y todo el tiempo que el estaba acá en la ascienda nos la pasábamos juntos, por ahí nos metíamos por la noche a la piscina, cuando todos dormían. Íbamos a ver a los animalitos, comíamos juntos, el Topó se la pasaba molestándonos. Y si nos veíamos en la casa de Medellín nos dábamos nuestros besos a escondidas.

Estábamos en mi cuarto antes de dormir. Yo quería más de Chili.
Lo besé necesitada de más, tanto así que me le subí encima, lo besaba y acariciaba por todo el cuerpo mientras lo de ahí abajo se iba notando cada vez más. Iba a bajarle el pantalón cuando de repente me detuvo.

𝓜𝓲 𝓹𝓻𝓲𝓶𝓮𝓻 𝔂 𝓾𝓵𝓽𝓲𝓶𝓸 𝓪𝓶𝓸𝓻.(𝐂𝐡𝐢𝐥𝐢𝐱𝐭𝐮)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora