El Mundo Para Cinco

- ¿A que te refieres?
- Dylan yo... Tu me gustas, en serio. Y... La verdad es que, eh estado tratando de evitar lo que- antes de que pueda seguir hablando, el contrario le dio otro beso. Un beso con deseo y pasión.
- Vamos... Vamos a mi casa.
- Pero... Mi amiga, ella está adentro.
- Créeme, que ella sabe que estarás bien.
- Está bien. Vamos.
Iban caminando tomados de la mano, ninguno decía nada. Tampoco era un silencio incomodo, ellos estaban bien. En eso, suena el teléfono de la chica, había recibido un mensaje de su hermana.

Hermana fea💖

Hermana fea💖
A que hora pretendes llegar??
Te dije que llegaras temprano
Tenemos que hablar
😠

Kara
Voy a pasar la noche donde una amiga
Vuelvo mañana temprano
Hablamos luego

Hermana fea💖
No creas que te voy a recibir de la mejor manera
Puntaje nacional!!??
Es enserio!?
Por que nunca me lo dijiste???
Te quedan dos días para irte a la capital
Y entrar a la U...
Mas te vale tenerte acá a las 11 de la mañana

Puntaje nacional. No lo podía creer, ella había sacado el mejor puntaje, y podía entrar a la universidad que le plazca. Pero le quedaban dos días. Estaba emocionada, pero también, preocupada.
- ¿Que ocurre? ¿Por que no avanzas?
- Dylan... Saqué puntaje nacional, en la prueba de selección universitaria*
- ¿En serio? ¡Felicidades!- en ese momento él la abraza, levantándola un poco del suelo- ¿Ya sabes a cuál universidad entrar?
- Dylan... Saqué el mejor puntaje, pero me quedan dos días para entrar. Mañana y pasado... Aun así, tengo que irme pasado mañana, para entrar al día siguiente a las clases. Yo... No se que hacer... No se si ir o no. No tengo a nadie allá, y no conozco la capital. Además... Recién te dije lo que sentía, y tener que irme ahora... Me complica mucho... No estoy lista.
Él suspiró, y habló.
- Mira Kara... Hagas lo que hagas yo te voy a apoyar. ¿Si?
- Aunque decida...
- Si. Aunque decidas irte. Te voy a apoyar en todo. Ten eso en mente.
- Gracias... No tengo muchas opciones la verdad... No me quiero ir Dylan- dicho eso lo abrazó. No sabía que hacer. Quería irse, pero también quería quedarse. Estaba muy confundida.
- Tranquila- decía mientras correspondía el abrazo-, todo va a estar bien... Por ahora, vayamos a casa. Ya está haciendo algo de frío, y me urge mucho mi camita...
- Mhmhmh... Está bien, vamos.
Siguieron caminado tomados de la mano, en la misma dirección. Hablaban de algunas cosas, de como llegaron a quererse tanto y hasta a necesitarse, de casi odiarse y no soportarse. Se reían por eso. Por un momento, ella olvidó la preocupación de irse a estudiar, y que le quedaba tan poco tiempo.
- Llegamos, vamos ven... Pasa.
- Es curioso, ¿Sabes? La primera vez que nos vimos, me dijiste que las mujeres no eran permitidas acá.
- Mhmh... Tienes razón... Pero ahora vienes conmigo, yo te doy permiso de entrar.
- Gracias.
- Vamos.
Entraron, y Kara volvió a sentir lo mismo que sintió la primera vez que entró a la casa compartida. Calidez, amor, sueños, paz, y tranquilidad.
- Ven, subamos a mi pieza, estaremos mejor ahí. No hagas ruido, ¿Si? Todos están durmiendo a esta hora.
- Está bien.
Subieron juntos, hasta entrar a la habitación.
- Bien... Yo dormiré en suelo y tu, duerme en mi cama. Te pasaré una camisa o una polera mía para que la uses al dormir.
- ¿Pero... Y tu? No puedes dormir en el piso, es tu cama.
- Linda... Tranquila, estaré bien, quiero que tu duermas bien- le dijo sonriendo-, ¿Si?
- Bueno...
- Toma- agarra una polera de su closet, y se la entrega a ella-, usala para dormir.
- Ok...
- Mira... Ahí está el baño- dijo él, apuntando a una puerta en su habitación-, entra y cambiate.
- ¿Y tu que harás ahora?
- Ordenaré la cama para que puedas dormir y luego me prepararé algo en el suelo.
- Sigue sin gustarme la idea de que duermas abajo.
- ¿Que? ¿Acaso quieres que duerma contigo?- le dijo de una forma algo coqueta, haciendo que su contraria se sonrojara un poco.
- Bu-bueno... Y-yo... Solo decía... Voy a entrar al baño...
Él, solo se reía por la reacción, mientras que por otro lado a ella se le salía el corazón por lo rápido que este latía.
- Ya estoy lista...
- Ok, yo igual ya termine de ordenar.
- Dylan...
- ¿Si?
- Ehhh... No. Nada, déjalo...
- Mh, bueno. Buenas noches, duerme bien hermosa.
Antes de que ella dijera algo, él la besó. Como se conoce: el beso de buenas noches.
Los dos se acostaron para dormir pero Kara no se sentía bien, que ella durmiera en la cama y Dylan no. La hacía sentir mal...
- Dylan...
- ¿Mhhh?
- Te dormiste?
- No, ¿Y tu?
- Tampoco.
- ¿Como te sientes?
- Terrible.
- ¿Por?
- Es que... No me siento bien durmiendo acá.
- ¿Por qué?- él se levantó a la altura de la cama, poniendo sus brazos en el borde- ¿Te incomoda la cama? ¿Son muchas tapas? ¿El cojín?
- N-no... No es eso... Es solo que...
- ¿Que pasa? Dime, y yo lo arreglo.
- Es que... No quiero que duermas ahí abajo... Duerme conmigo... Me voy a sentir terrible si llego así hasta mañana en la mañana, y que a ti te duela todo... A demás... Te acabo de decir que tu también me gustas, así que me sentiré mucho más mal...
- ¿Lo... Lo dices en serio?
- Dios... Si... Que vergüenza.
- Te dije que lo arreglaría... Si así lo quieres, pues dormiré contigo.
Estaban nerviosos, pero les gustaba la idea de compartir la cama, por primera vez. Estaban ya acostados, él la abrazaba a ella, mientras que ella apoyaba su cabeza, en su pecho.
- Dylan...
- ¿Si?
- Duerme bien.
- Tu también.
-.... Dylan...
- ¿Si?
-... Te quiero.
- Yo te adoro.
Se miraron unos segundos, y se volvieron a besar. Amor y pasión, fue lo que expresaron en aquel rose de labios.
El beso iba subiendo de tono, pero se detuvieron antes de que siguiera. Se acomodaron para dormir, volvieron a abrazarse, y se durmieron.