El Mundo Para Cinco

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Era un momento de silencio entre ellos dos, pero un silencio cómodo. Los dos chicos estaban conectados, sentían que nada más importaba.
Empezaron a acercarse lentamente. Sus caras se iban acercando cada vez más, haciendo que los pocos centímetros que los separaban se hiciera más corto. Y así, estuvieron más cerca de lo que alguna vez pensaron.
Estaban a punto de tener un roce de labios, cuando uno de ellos lo interrumpe.
- Hay que... Hay que ir a ver la película- dijo Dylan-... No hay que perder... Más tiempo.
- Eh... Dylan...
- Vamos. O vas a desperdiciar las entradas que compraste.
- Eh... Esta bien... Vamos.
Siguieron su camino al cine, y ambos tenían un sentimiento de arrepentimiento y culpabilidad.
No se dirijieron la mirada ni la palabra en todo el trayecto, cuando llegaron a la sala se sentaron uno al lado del otro, pero no se dijeron nada.
Al finalizar la película, Dylan acompañó a Kara a su casa y después se fue por su lado.
A la hora de dormir, ninguno de los dos podía hacerlo. Ella estaba confundida... No sabía porque lo iba, y quería besarlo... Pero tampoco es como si le hubiera importado mucho eso. Trató de olvidarse de ese sentimiento que la invadía, y ese recuerdo, pero no pudo hacerlo fácilmente. Mientras que él, se decía a sí mismo: "¿Cómo pude pensar en besarla? ¿Eres idiota o que Dylan? Estúpido". Ninguno de los dos podía olvidar lo que pasó... Más bien... Lo que pudo haber pasado.
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Un tiempo atrás...
Sonaba el timbre de una casa. Alguien esperaba a que esa puerta que estaba al frente suyo se abriera... Y así fue.
- ¿Si?- le respondió un chico que solo se encontraba con short, y sin polera.
- Hola- respondió él, levantando el brazo con la mano extendida-. ¿Cómo estás?
- Noah... ¡Hola! ¿Bien y tu? Pasa, adelante.
- Bien, todo bien...
- Así que al fin viniste ¿Eh?
- Si... Quería conocer en donde vive mi amigo...
- Aja...
- Oye... ¿Te parece si salimos un rato? Si quieres. Si no, no importa. Puede ser otro día o en otro... - fue interrumpido por el contrario.
- ¿Cómo te puedo decir que no a ti? ¡Claro! Vamos...
- Cool... Bueno, antes de salir, ponte una polera...
- Mhmh... Esta bien.
Después de eso, salieron sin un rumbo en especifico...
- Y? ¿Cuáles son tus planes?
- ¿Planes? Pues, no tengo ningún plan en mente.
- ¡Es en serio?- preguntó- ¿Me invitaste a salir, sin ningún plan en mente? Jajaja... Ahhhhh- suspiró -. Si tuvieras pareja, no durarían mucho...
- Bueno... Es que todo dependía si me decias que si o no. Pero no es como si no hubiera pensado nada... Te parece... ¿Que te parece si vamos por un helado y después vemos que hacemos?
- Mhmhmh... Si, esta bien. Vamos... Pero tu pagas los dos helados. Ese es tu castigo por no tener algo bien planeado.
- Je... Supongo que me lo merezco... Está bien...
Y así, siguieron su camino... Compraron helados, pasaron a diferentes tiendas, rieron, bromearon entre sí... Fue un día muy bello para ellos dos.
- Gracias por este día maravilloso Noah...
- Gracias igual a ti... Por salir conmigo... Y por aceptarme la salida también... Jeje.
- Si, pues... No tenía mucho que hacer... En realidad, no tenía nada que hacer hoy.
- Bueno... Ya me voy... Adiós Alex, cuidate, nos vemos- dijo haciendo una seña con su mano. Acción que repitió su contrario.
Pero Alex no quería que se fuera, no sin antes hacer algo.
- Dios... ¡Ya hazlo de una buena vez!- susurró- ¡Noah! ¡Noah espera!- fue corriendo hacia él, mientras el chico se daba vuelta.
- ¿Qué pasa? ¿Ocurre algo?
- Si... Ocurre algo- dijo mirando hacia abajo.
- ¿Qué pasa? Habla ya...
Alex levantó la mirada, y no lo pensó más de tres veces...
- Esto pasa- dijo eso y le dio un beso.
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Actualidad...
- ¡Kara! ¡Te levantas ahora o yo te levanto a la mala! ¡Tu decides!- le gritó su hermana mayor desde el primer piso.
- ¡Ya voy!- dijo bajando las escaleras.
- ¿Porque siempre tengo que gritar que te despiertes o bajes en la mañana? No es agradable ni para nosotras, ni para los vecinos...
- Lo sé, lo sé... Lo siento.
- Oye... Ah todo esto... ¿Tienes otro novio? Digo... ¿Tienes novio?
- Claro que si... Noah.
- Si claro... Ni en tus sueños logra serlo... Eso fue hace años, ya terminó... Aceptalo de una vez. ¿Quieres?
Refunfuño la menor al escuchar eso... Y es que hace unos años, es verdad que tuvo algo con Noah, pero terminaron, porque él se dio cuenta de que no le gustaban las chicas, y para no lastimar a Kara, le terminó.
- Te pregunto eso, porque ayer llegó un paquete a la casa... Y traía tu nombre escrito.
- ¿Ayer? ¿En serio? ¿Y porque me lo vienes a contar ahora?
- Porque ayer no estabas a la hora que llego, y pues, después se me olvidó mencionarlo en la once...
- Bueno... Pues, ayer solo salí de compras, me lo pediste tu ¿No?
- Si, pero ese no es el punto... Toma- le entrega el pequeño paquete.
- Tienes razón... Tiene mi nombre. Pero... ¿De quién es?- preguntó confundida, ya que nunca nadie le había mandado algo.
- No dice, tampoco que es lo que lleva adentro... ¿Por qué no lo habres de una vez?
- Es-esta bien...
No estaba muy segura de abrirlo... No sabía de quien era, ni que traía adentro. Pero después de mucha duda, lo abrió a fin de cuentas.
Al ver lo que contenía, quedó asombrada... Y sus mejillas se tornaron de un suave color de rojo carmesí por la impresión. Era un collar que tenía una piedra lunar, y que traía consigo una pequeña nota.

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