Capítulo 6: Hacer las paces, bailar y jugar

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Ya han pasado unos cuantos días desde la pelea con Matteo y obviamente mi hermana ha notado que estoy más apagada y bastante mal. Le he contado y ella me ha dicho que cuando esté preparada que hable con el y aclare las cosas.

Tenemos un nuevo miembro en la familia. Es peludita, muy suave y muy cariñosa. Es una pequeña Golden Retriever, de color canela y un poco blanca de dos meses. Le hemos puesto de nombre Tata y debo admitir que con ella estoy un poco más feliz

Voy todos los días con mis hermanos a pasearla al parque de perros. Le encantan las pelotas y en el parque de perros ha hecho muchos amigos como por ejemplo Tobby, Canela, Chocolate y Milka

-Celeste, ¿le puedes poner la correa a Tara? Es hora de irse -me dice Caleb

-Ya voy

Caleb va delante con Tara y Camila y yo vamos detrás. Como mi hermana ve que estoy muy callada decide romper el silencio

- ¿Te gusta? -me pregunta

- ¿Eh?

-Matteo, ¿te gusta Matteo? -me dice

-Pues claro que no, las cosas que se te pasan por esa cabeza -le aclaro

- ¿Y entonces por qué te pusiste celosa y te enfadaste? Si el no te gusta no entiendo porque te pusiste celosa cuando la tal Addison le dio un beso y le dijo cariño -me vuelve a decir

-No estaba celosa, solo estaba dolida porque no me lo dijo antes -le doy en el brazo

-Bueno eso es lo que tú dices -me pincha con el dedo en la mejilla -pero lo que yo te digo es que todas esas cosas que le dijiste sobre que tenía que haberse apartado y todo eso son cosas que hace una mujer o una niña cuando está celosa. Hazme caso hermanita y te digo yo que, aunque no lo admitas, ese chico te gusta -me guiña el ojos y se va con Caleb

***

Llegamos a casa y mientras le quitaba la correa a Tara, alguien llamó a la puerta. Mientras que iba hacia la entrada iba pensando en lo que me dijo Camila, pero cuando abrí la puerta, me quedé en shock

-Hola Cele, pode...-intenta decirme Matteo, pero yo ya le he cerrado la puerta en la cara. No quería hablar con el, aún seguía muy dolida

Volvió a sonar el timbre y se me formó un cara de espanto

-Que te largues de aquí -le espeto desde dentro

Cuando mi madre ve que he gritado, salió de la cocina y se apresuró a abrir la puerta

-Hola Matteo, ¿como estás? -le pregunta mi madre

-Hola señora, estoy bien ¿y usted? -le dice Matteo

-Por favor llámame Mary, pasa pasa -mi madre le abrió la puerta del todo y Matteo entró siguiendo a mi madre hasta la cocina

- ¿Quieres quedarte a merendar? -le dice mi madre

-No no seño...quiero decir Mary. En realidad he venido a hablar con Cele -Matteo me miró a los ojos y yo lo miré desafiante

-Pues yo no quiero hablar contigo -le digo de mala gana y sin mirarle

-Celeste -chilla mi madre -solo quiere arreglar las cosas, deja que hable contigo

-Mas te vale que lo que tengas que decirme sea bueno -le digo mientras voy hacia mi cuarto escaleras arriba

Cuando estamos en mi habitación, yo me siento en la cama y el se sienta en la silla del escritorio

El Despertar de CelesteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora