Capítulo 22: Nuevo hogar

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- ¡Celeste! Vamos despierta

-Mmm. Cinco minutos más, mamá

-Celeste, ni cinco minutos, ni que ocho cuartos. Venga levántate. Tienes que coger todas tus cosas. Hoy hacéis la mudanza

¿Mudanza? Ostia, la mudanza

Me levanté de golpe, le di dos besos a mi madre y fui a mi armario a coger la ropa. Me encerré en mi baño, me duché y me vestí a toda prisa. Había escogido un vestido amarillo con flores, un cinturón marrón, una rebeca de tela y un lazo a juego con el vestido. Y el maquillaje era sencillo con una sombra marrón clarita, los coloretes rosas y un brillo de labios

Al bajar las escaleras, ya olía el olor a tortitas. Mis hermanos ya terminaban de desayunar

- ¡Buenos días! –abracé a mis hermanos

- ¿Por qué tan feliz? –preguntó Caleb

-Seguro tiene algo que ver con Matteo, ¿o me equivoco? –dedujo Camila

-Mmm, tiene algo que ver –me subí a la silla –os quiero decir que Matt, ¡ya es mi novio!

-Ole, ya era hora –Camila me dio dos besos cuando me bajé de la silla

-Felicidades hermana –Caleb solo me abrazó –de verdad me alegro mucho por ti. Se nota que Matteo te quiere mucho

-Que bien, hija. Oh, estoy tan feliz

-Yo también, mamá. Yo también

Terminé de desayunar y subí a mi habitación para recoger todas mis cosas. Metí toda mi ropa y el maquillaje en la maleta. Cuando fui a coger un peluche de mi cama, me fijé en la bola de pelo que había en mi cama

- ¡Tara! –mi perra empezó a mover la cola –venga bájate. Tengo que coger el peluche

Mi perra se puso boca arriba y supe que no se iba a bajar hasta que no le hiciera cosquillas. Le hice cosquillas por toda la barriga y subí mi mano hasta su cuello. Cuando terminé se bajó y por fin pude coger mi peluche. Era un delfín y yo lo había llamado Roonie

Mis hermanos me ayudaron a bajar las cajas con juegos de mesa que me iba a llevar y mis libros para leer. Todos mis libros eran de Joana Marcus. La Saga Meses a tu Lado era mi favorita. Aunque también me gustaba mucho Gaby Ariza, Ariana Godoy e Inma Rubiales 

Habíamos quedado en encontrarnos todos en la casa a las nueve en punto. Mi madre arrancó el coche y nos encaminamos hasta la casa. Me extrañó que Steve no estuviera. Solo estaban Bera y Matt. Me bajé del coche y abracé a Bera

-Hola –me saludó Bera

-Hola –le respondí yo

Fui hacia Matt con miedo. ¿Qué tenía que hacer ahora? ¿Abrazarlo o besarlo? Me sorprendió que me cogiera de la cadera para besarme. Me separé con las mejillas sonrojadas

-Hola mi amor –me dijo al oído y se me puso la piel de gallina

-Buenos días –le dije con mis brazos rodeando su cuello

-Asique ya es oficial –murmuró Bera a nuestro lado

-Sí, muy oficial –fui valiente y le di otro beso corto en sus labios –bueno, ¿dónde está Steve? Me extraña que vaya a llegar tarde

En ese momento, alguien se bajó de la parada del autobús. ¿Steve bajándose del autobús?

-Hola, perdón por llegar tarde, pero es que he tenido que coger el autobús porque mi coche se ha estropeado –dijo mientras se acercaba a Bera y la saludaba con un beso

El Despertar de CelesteDonde viven las historias. Descúbrelo ahora