Años en guerra, Parte 1: Guerra de los tres magos -COMPLETO-

Capítulo 2: Huelga, Magia, Contraataque

Capítulo 2:

Huelga, Magia y Contraataque

Bajando de la torre de Gryffindor, Ronald Weasely, sexto de siete niños estaba de muy oscuro humor. Había hecho un punto de ignorar descaradamente a un Harry James Potter. Sin embargo, es muy difícil ignorar a alguien si no puede encontrarlo. Para agravar su estado de ánimo era que su supuesto mejor amigo, Hermione, había estado desaparecido durante casi un día completo. Él sabía que ella era sensata, sensata y brillante para caer en el acto de Harry. Él solo lo sabía. Había amontonado su plato con comida, cuando el normalmente ruidoso y ocupado Gran salón de repente se quedó completamente en silencio, como si una horda de dementores acabara de deslizarse.

Su tenedor se asomaba a su plato, con la boca medio abierta para exponer el huevo frito y la salchicha que había estado masticando mientras caminaban tomados de la mano. Observó con incredulidad aturdida: ¡Se tomaban de la mano! ¡Las manos del otro! Entonces Harry hizo lo impensable y besó a Hermione en la mejilla. ¡Su Hermione! Se sentaron entre los primeros años lo más lejos posible de él físicamente. Hermione le ahorró la más mínima mirada. Harry ni siquiera miró en su dirección. Oscuro y malhumorado, todo alcanzó un punto de ebullición cuando algo dentro de Ronald Billius Weasely se rompió cuando se puso de pie, deteniendo toda actividad a su alrededor.

"Emistico! ¡Autocentrado! ¡Arrogante! Prat!" gritó Ron mientras acechaba la longitud de la mesa de Gryffindor hacia sus antiguos amigos, "Mientes y engañas tu camino hacia el torneo!" ¡estaba más allá de la ira, más allá de la furia, "Entonces robas mi Hermione! ¡Ella era mía! Ella estaba destinada a ser mía!"

Hermione dio un paso adelante, con las manos levantadas para aplacar al furioso Gryffindor solo para encontrarse mirando la punta de la varita de Ron, "Ron, por favor..." Sus ojos se abrieron a una distancia de dos pies, ella vio el barrido mágico de las yemas de los dedos del adolescente, a lo largo de la varita.

Los reflejos de Quidditch hicieron que Harry primero empujara a Hermione al suelo, su varita se elevaba incluso cuando lo hacía, "Declino alica!" El hechizo absorbente estuvo a la altura de su nombre, absorbiendo el hexágono y luego redirigiéndolo hacia el techo. Sus ojos se estrecharon, se centraron en el cabello llameante de su atacante y tomaron represalias con un golpe de viuda que atrapó el cuadrado pelirrojo en la nariz. Los golpes comerciales con Dudley y su pandilla en los callejones alrededor de Little Whinging habían obligado a Harry a aprender a pelear, y lo hizo, como un luchador callejero. Los golpes de seguimiento fueron rápidos e impulsados por la ira cuando Ron retrocedió, doblado dos veces desde una combinación de uno y dos hasta el estómago.

Rendió incoherente con el dolor, Ron desató una serie de hechizos y maldiciones que perdieron su objetivo previsto, pero golpeó a la multitud reunida. Una maldición de represalia estaba en la punta de la lengua de Harry cuando Hermione levantó la mano y agarró su mano libre, alterando ligeramente el equilibrio mientras miraba hacia abajo. Ella parpadeó. Ella nunca había visto el brillo en sus ojos antes, era una mezcla de poder y algo más que casi la hacía estremecerse, "No lo hagas. Harry, no vale la pena."

Un escudo entró en existencia, cubriéndolos a ambos como una de las maldiciones de Ron casi dio en el blanco, pero fue desviado hacia arriba donde desapareció contra el techo del gran salón. Harry sonrió: "Buen momento allí ... amor", susurró y captó su expresión, "¿Te atrapó?" su voz tomó un borde ligeramente oscuro hasta que ella sacudió la cabeza. Se relajó y la abrazó.

"Potter!" el profesor Severus Snape, jefe de la casa Slytherin, podría decirse que es el mayor enemigo de Harry dentro de las paredes de Hogwarts. Ya irrumpiendo hacia ellos estaban furiosos Profesores Snape y McGonagall, con el Director Dumbledore detrás de varios pasos. Poppy Pomfrey estaba ayudando a Ron a fluir el flujo de sangre desde su nariz rota. "Qué, en nombre de Merlín, hiciste, Potter?" la última palabra estuvo llena de varias décadas de ira, odio y disgusto.