Años en guerra, Parte 2: El nacimiento de la Legión -COMPLETO-

Capítulo: 37 Decreto Educativo 24

A/N: A:

Mi más sincero agradecimiento y gratitud a Nachtrae por tomarse el tiempo para leer, editar y comentar sobre este Capítulo. Ella hace un trabajo increíble y tengo la suerte de tenerla como mi beta.

Chacedor 37

Decreto Educativo Número Veinte‐cuatro

El domingo amaneció brillante y Harry pasó el fin de semana relajado, sin hacer nada más interesante que pasar tiempo con Fleur, leyendo, haciendo un poco de práctica aquí y allá con ella, y en general matando el tiempo. Hizo una diferencia, se dio cuenta, sabiendo que estaban haciendo algo para resistir a Umbridge y la idea del ministerio de enseñanza y educación. Eso y se dio cuenta de que no estaba solo. Setenta estudiantes extraños no eran mucho, pero fue un comienzo.

Cuando regresó a Hogwarts el domingo por la tarde a través del Floo en la residencia, se las arregló para salir de la chimenea en lugar de caerse y luego subió las escaleras antes de caminar, ¿qué se sentía como una ducha helada, "Myrtle? Qué haces aquí?"

El Encanto Fidelio había funcionado bien, se dio cuenta con un comienzo, tal vez un poco demasiado bien: Los fantasmas del castillo no podían encontrar el túnel o la residencia. Hizo una nota mental para hablar con la Dama sobre eso. "Umbridge te está buscando", dijo, "No tengo idea de para qué, pero ha estado entrando y saliendo de tu sala común y de la biblioteca al menos cuatro veces hoy!"

"Ha revisado los terrenos?" preguntó, "Alrededor del lago, o Hagrid's?"

"No."

Todavía tenía su bolso colgado sobre un hombro y llevaba sus túnicas escolares, "Gracias Myrtle", dijo, "Oh sí, ¿puedes pasar un mensaje a la Dama por mí? Me gustaría hablar con ella lo antes posible." El fantasma asintió y flotó por el suelo para transmitir el mensaje. Harry, por otro lado, sacó su capa de invisibilidad de su bolsillo y lanzó un encanto de desilusión sobre sí mismo antes de cubrirse con la capa y aparecer hasta el borde del lago.

Le tomó solo unos minutos y algunos encantos cálidos para configurar todo, antes de rellenar la capa y levantar el encanto. Cuando Umbridge apareció, casi quince minutos después, estaba realmente absorto en el texto sobre las transformaciones de Animagus en la base de lo que era el único árbol que quedaba a orillas del Lago Negro.

"Señor Potter", dijo dulcemente, "Me gustaría hablar con usted."

La miró por encima de su libro, levantando una ceja. Esto estaba a punto de conseguir, interesante, "Algo que puedo hacer por ti?" él le dio el tiempo suficiente para abrir la boca antes de agregar, "Profesor?"

"Sí. Quiero saber dónde has estado durante el último día", simuló, "Me di cuenta de que no estabas con tus amigos y..."

Comenzó a empacar sus libros, empujándolos descuidadamente hacia su espalda antes de ponerse de pie, con la bolsa colgada sobre su hombro. Increíble que tenía quince años y parecía tener unos buenos ocho pulgadas de altura sobre ella, "Ella es en realidad lo suficientemente corta como para que alguien la pise", pensó, preguntándose si podría convencer a Hagrid de hacerlo de alguna manera. Se encogió de hombros, "Ninguno de tus asuntos."

"Es asunto mío, si has estado dejando los terrenos de Hogwarts para una cita ilícita en algún lugar", respondió, "olvidas que no solo soy profesor sino también el Alto Inquisidor enviado por el propio Ministro...."

"Y olvidas", ladra Harry, "que soy un menor emancipado, y como tal no estoy obligado por las reglas regulares que se aplican a los estudiantes menores de edad. ¡Puedo dejar los terrenos los fines de semana cuando quiera! Donde voy no es asunto tuyo, lo que hago no es asunto tuyo." Se encontró de repente muy... irritada, queriendo no hacer nada más que el sapo hexagonal de pie antes, pero reprimió el impulso, "Te veré en clase mañana. Estás dañando mi calma y has arruinado mi fin de semana." Él le dio la espalda, "Vete."