Años en guerra, Parte 2: El nacimiento de la Legión -COMPLETO-

Capítulo 41 Reclutamiento navideño

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Mi sincero agradecimiento y gratitud a Nachtrae por tomarse el tiempo de leer, editar y comentar sobre este Capítulo. Ella hace un trabajo increíble y tengo suerte de tenerla como mi beta.

Capítulo 41

Reclutamiento navideño

Decir que había tensión en el Castillo habría sido un eufemismo. Todos los amigos de Harry habían sido testigos de su última carrera con el director a través de pensieve, aunque eso no mostró el duelo de las artes mentales. Todos estaban silenciosamente aliviados de que todos estaban ganando competencia con las artes mentales y serían capaces de detectar y expulsar a un intruso. El propio Harry había admitido que el duelo no tenía un verdadero ganador o perdedor, "Tuve que usar algo y le di acceso a los recuerdos. Recuerdos que prefiero nunca recordar o pensar." Después, le había llevado varias horas separar esos recuerdos y restaurarlos a esa sección segura y amurallada de su mente.

Desde el enfrentamiento improvisado dos semanas antes, Dumbledore no había estado por encima tratando de manipular a otros para ayudarlo. A principios de diciembre, todos los amigos que tenía en Hogwarts habían sido llamados para conversar con el director. Fue solo con la ayuda de su capa de invisibilidad y Rowena que pudo tirar de una bastante rápida en el director.

Harry estaba dentro de su oficina, cada vez que el director tenía una conversación con uno de sus amigos, aumentando su oculemencia para mantener al director fuera de sus mentes. Lo que no pasó desapercibido para otros estudiantes, fue el cambio sutil y gradual en algunos de los estudiantes que siguieron el ejemplo de los amigos de Harry, si no el propio Harry. Si bien muchos de los profesores lo vieron, ninguno de ellos sabía lo que estaba sucediendo con el cambio de postura hacia el Director, pero también el hecho de que parecía haber más amistades entre casas y relaciones florecientes. La única casa que permaneció aislada fue Slytherin. No es que a nadie pareciera importarle un comino la casa de las serpientes, y tampoco parecía importarles su aislamiento.

Estaba claro para él que lo que posiblemente era una guerra de tres frentes, ahora iba a ser una guerra de tres frentes. Con un suspiro de enojo, arrojó la pluma y miró al otro lado de la habitación, a su novia dormida. El mandato terminó mañana y todos se dirigían a casa, excepto Colin, que nuevamente se quedaría con Luna. Por supuesto, ya estaba en casa, pero sus frustraciones con la situación lo mantuvieron despierto. Eso y su oculemencia habían reducido su necesidad de dormir a un puñado de horas.

Se levantó y se estiró por costumbre y se dirigió a la cama. Su cabello estaba esparcido por la almohada, una pierna larga y bien formada sobresaliendo de debajo del edredón. La observó, el ascenso y la caída de su respiración constante durante unos minutos, antes de deslizarse a la cama a su lado.

El marco crujió por el peso extra y ella se dio la vuelta, acercándose a él. No importaba cuándo se fuera o volviera a la cama, ella siempre se acercaba y solo lo sostenía mientras dormía. No estaba seguro de si ella era consciente de lo que hizo, pero no le importaba. Que eso sea un pequeño misterio entre ellos. Media hora después, con la mente despejada, se dejó dormir.

Sus sueños eran sin forma, nada específico, formas vagas, destellos de color. Nada que pudiera entender o entender. Entonces el sueño... cambió...

Su cuerpo era diferente: suave, potente y flexible. Se deslizaba entre brillantes barras de metal, a través de piedra oscura. El piso estaba alicatado con losas de piedra negra. Parecía de alguna manera extraño pero también familiar. Estaba plano a lo largo del suelo, deslizándose sobre su vientre. Movimiento adelante, por el rabillo del ojo.

Con el principio, se dio cuenta de que estaba dentro de algo, una criatura, mirando a través de sus ojos, la forma en que veía el mundo a través de colores fascinantemente vibrantes. Alguien estaba sentado en el suelo, con una capa envuelta alrededor de ellos. Vio una llamarada de cabello violentamente rosado, con la cabeza sobre el pecho.