Capítulo XIX. Culpa

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Los síntomas de la fiebre empezaron a apoderarse de Jin, cada sensación conocida ahora cargada con el peso de lo ocurrido. Mientras el dolor se intensificaba, también lo hacía la ansiedad en su mirada. Sabía que Jungkook estaba cerca, y la tentación de aceptar su ayuda se volvía más difícil de resistir.

Jungkook, percibiendo la lucha interna de Jin, se acercó con precaución. La tensión en la habitación era palpable, y ambos sentían el peso del beso que aún flotaba en el aire. Sin decir una palabra, Jungkook tomó una de las manos temblorosas de Jin y la apretó suavemente, ofreciéndole su apoyo silencioso en medio de la tormenta emocional.

—Hyung, no estás solo. Si necesitas ayuda, estoy aquí para ti —murmuró Jungkook con sinceridad, buscando el entendimiento en la mirada de Jin.

La habitación se llenó con la calidez del compromiso entre los hermanos, pero también con la incertidumbre de lo que este nuevo capítulo podría traer a sus vidas.

Los minutos parecían eternos mientras Jin luchaba contra la fiebre, y Jungkook permanecía a su lado, ofreciendo consuelo sin palabras. La atmósfera estaba cargada de emociones, mezcla de miedo, deseo y la complicada conexión que compartían.

En medio de la lucha interna de Jin, una chispa de resignación apareció en sus ojos. Sabía que Jungkook estaba dispuesto a ayudarle, y en ese momento de vulnerabilidad, una decisión se formó en su mente. Aunque la idea lo atormentaba, una extraña aceptación la acompañaba.

—Jungkook, hazlo. Ayúdame a aliviar este dolor —susurró Jin, casi como una súplica.

Jungkook, con cuidado, se acercó a su hermano, y mientras sus miradas se encontraban, la conexión entre ellos se intensificó. Sin palabras, comenzaron a explorar este nuevo territorio, lidiando con las emociones que amenazaban con desbordarse en el proceso.

La habitación se llenó con la dualidad de la complicidad entre hermanos y la tensión de lo que estaban a punto de enfrentar juntos.

Lo que sucedió a continuación fue una expresión íntima de unión y deseo reprimido. Jungkook procedió con cuidado, buscando aliviar el sufrimiento de su hermano. A medida que avanzaban, las barreras que habían mantenido comenzaron a desmoronarse.

La habitación estaba impregnada de susurros ahogados, gemidos apagados y la combinación de sus cuerpos entrelazados en un esfuerzo por compartir algo más profundo de lo que la moral o el sentido común permitían. En este acto de complicidad, se abandonaron al momento, dejando a un lado las ataduras que la sociedad y su propio juicio les imponían.

El alivio y la liberación se mezclaban con el tormento interno, creando una sinfonía de emociones contradictorias. Al final, en el silencio que siguió, ambos se enfrentaron a la realidad de sus acciones, preguntándose si habían cruzado una línea de la que no había retorno.

Ambos se sumergieron ante el momento, Jungkook delineaba el cuerpo de Jin con su boca degustando cada momento, mientras que que Jin gemía sin parar por los roces de los labios de su hermano en su piel.

El menor miro a su hermano suplicar y pedirle que continuará. Con una sonrisa tomo el miembro de Jin con su boca al mismo tiempo que introdujo un dedo en la entrada del mayor.

Seokjin grito extasiado por la nueva sensación, por fin no afrontaba el dolor de la fiebre y este dolor placentuoso era lo mejor que le pasó. Sintió como su hermano subía y bajaba aumentando la sensación.

Una vez que se si tío cerca intento advertirle, pero este no paro y solo aumento su movimiento dejando que Jin se derramará en su boca.

Jungkook sonrio al ver la cara alegre de Jin. Agrego un dedos más ampliando más la entrada para su recibimiento, el pelirrojo grito cuando tocó su punto dulce e incluso creyó escucharlo maldecir cuando agrego el tercer y cuarto dedo.

Cuándo noto que estaba lo suficientemente amplio para recibirlo saco los dedos y se introdujo poco a poco. Esa fue la mejor sensación que había sentido en su vida, deslizarse dentro de su hermano mayor fue lo mejor que le pudo haber pasado.

No tardó en moverse y maltratar malditamente el punto dulce de Seokjin quien sollozoba de gusto al sentirlo tan dentro de él.

Las sensaciones llevaron a los dos a su punto más alto liberando un orgasmo liberador. El azabache se derramó sin piedad dentro del pelirrojo que apretó sus paredes recibiendo todo lo que ofrecía su hermano.

Luego de la expresión íntima compartida, un silencio incómodo se adueñó de la habitación. Ambos hermanos se miraron, sus cuerpos revelando la tensión acumulada. Se preguntaron internamente si habían traspasado una barrera inquebrantable, conscientes de las consecuencias de sus acciones prohibidas.

Sin embargo, la realidad persistía, y la culpa se mezclaba con el deseo reprimido. Se enfrentaron al dilema de cómo manejar lo sucedido, sabiendo que lo que compartieron no podía borrarse. A pesar de las emociones intensas, el manto de la incertidumbre y la ambigüedad cubría sus pensamientos.

Los hermanos se separaron, dejando en el aire la pregunta de si podrían superar este nuevo capítulo en su complicada historia.

En los días que siguieron, una extraña tensión flotaba en el aire entre los hermanos. Se evitaban mutuamente, cada uno sumido en sus propios pensamientos y sentimientos conflictivos. La culpabilidad y la confusión se entrelazaban, tejiendo una trama compleja que ninguno sabía cómo desentrañar.

Jin, con su mirada perdida, se refugiaba en la cocina, buscando consuelo en las rutinas cotidianas. Jungkook, por su parte, se sumía en el trabajo fuera de la mansión, tratando de escapar de la incomodidad que los envolvía. Ambos evitaban abordar directamente el episodio íntimo que compartieron, temerosos de enfrentar la verdad incómoda.

Cada noche, rezaban en silencio, pero las palabras parecían perder su significado. El perdón se volvía esquivo, y la conexión fraternal se desdibujaba entre sombras de deseo y arrepentimiento. Aunque seguían viviendo bajo el mismo techo, la distancia emocional entre ellos se ensanchaba, creando un abismo difícil de cruzar.

En el crepúsculo de sus vidas, la pregunta persistente era si podrían encontrar la redención y reconstruir la relación que una vez compartieron como hermanos.

Protect || KOOKJIN Donde viven las historias. Descúbrelo ahora