La enfermedad que afectó a Jungkook no solo lo debilitó, sino que también se propagó al señor Cho y a Jin. La mansión, que solía ser testigo de tensiones y secretos, se llenó con la resignación de la enfermedad compartida.
A pesar de la incomodidad, el hecho de que todos estuvieran enfermos creó una extraña conexión entre ellos. El señor Cho, aunque solo era un trabajador externo, compartió el mismo malestar, y Jin, a pesar de cuidar de su hermano, no pudo evitar caer enfermo también.
La enfermedad, en lugar de ser una fuente de discordia, se convirtió en un recordatorio de su vulnerabilidad compartida. Mientras lidiaban con síntomas y malestar, los hermanos se dieron cuenta de que, a pesar de todo, compartían algo más profundo que las tensiones del pasado: la fragilidad humana y la necesidad de apoyo mutuo.
Jungkook, a pesar de estar enfermo, se esforzaba por cuidar de Jin, quien se veía afectado por la enfermedad. La mansión, sumida en un silencio quebrado solo por los quejidos de los enfermos, experimentaba un cambio en la dinámica. Jungkook se convirtió en el cuidador de su hermano mayor, llevando a cabo las tareas cotidianas y proporcionando el apoyo necesario.
A medida que la enfermedad avanzaba, los roles tradicionales se invertían. Jin, que solía ser el cuidador, ahora dependía de su hermano menor. A pesar de la incomodidad de la situación, la conexión entre los hermanos se fortalecía a medida que compartían no solo el malestar físico sino también la responsabilidad y el afecto mutuo en esos momentos difíciles.
— Hyung, necesitas descansar más. No te preocupes por las tareas de la mansión, yo me encargo de todo, ¿de acuerdo? —dijo Jungkook con preocupación mientras ajustaba la manta alrededor de Jin.
— Jungkook, no deberías hacer todo esto solo. Ambos estamos enfermos, y deberíamos apoyarnos mutuamente. —respondió Jin, agradecido por la preocupación de su hermano menor.
— Pero tú estás peor, y quiero asegurarme de que te recuperes pronto. Además, el señor Cho no podrá trabajar durante un tiempo y necesito recolectar las frutas y las verduras del huerto. Me parece que todos estamos afectados. —mencionó Jungkook con un suspiro.
— Tienes razón, Kook. Gracias por cuidar de mí. Aprecio tu ayuda más de lo que puedo expresar. —Jin le sonrió débilmente, sintiendo la conexión especial entre ellos fortalecerse aún más en esos momentos difíciles.
— No hay de qué preocuparse, Hyung. Siempre estaré aquí para cuidarte. Además, cuando estás enfermo, me hace darme cuenta de lo importante que eres para mí. —Jungkook habló con sinceridad, sus ojos reflejando un cariño genuino hacia Jin.
— Kook, a pesar de todo lo que hemos pasado, siempre serás mi hermano, y te aprecio más de lo que imaginas. Gracias por estar aquí para mí. —Jin respondió con emoción, reconociendo la importancia de la conexión única que compartían.
Ambos hermanos continuaron su conversación, expresando sus sentimientos y apoyo mutuo mientras enfrentaban juntos las adversidades de la enfermedad. La mansión, aunque llena de secretos y complicaciones, se volvía un refugio donde podían encontrar consuelo y cuidado entre ellos.
En los días que siguieron, las risas volvieron a llenar los pasillos de la mansión. Los síntomas de la enfermedad desaparecieron gradualmente, dejando tras de sí una sensación de alivio y tranquilidad. Jin y Jungkook, a pesar de las complicaciones del pasado, redescubrieron la armonía de su relación como hermanos.
Los pasillos resonaban con el sonido de sus risas compartidas mientras realizaban tareas cotidianas. La complicidad entre ambos se fortaleció, y la mansión, una vez más, se transformó en un hogar donde encontraban consuelo y apoyo mutuo. Aunque el pasado había dejado cicatrices, el presente les ofrecía la oportunidad de construir un futuro juntos, marcado por el afecto fraternal y el entendimiento.
En una tarde tranquila, Jin y Jungkook se encontraron en la biblioteca de la mansión. Ambos se sumergieron en sus propios pensamientos mientras hojeaban libros antiguos que su abuela coleccionaba.
—¿Crees que podemos dejar atrás todo lo que ha pasado, Kook? —preguntó Jin, rompiendo el silencio con una mirada seria.
Jungkook levantó la mirada del libro y se encontró con los ojos de su hermano mayor. Respiró hondo antes de responder.
—No podemos cambiar el pasado, Hyung, pero podemos aprender de él. Creo que estamos tratando de construir algo nuevo aquí, algo diferente.
Jin asintió reflexivamente. A pesar de las adversidades, la conexión entre ellos estaba tomando un rumbo distinto, uno donde la comprensión y el respeto se imponían sobre los errores del pasado.
—Espero que podamos encontrar la paz, Hyung —dijo Jungkook, reflejando sinceridad en sus palabras.
—Lo espero también, Kook. Aunque el camino sea difícil, lo enfrentaremos juntos.
Jin sonrió ante la revelación de Jungkook sobre su interés en medicina.
—Vaya, Kook, parece que te has convertido en un experto en el campo médico. ¿Algún motivo especial?
Jungkook rió suavemente, reflexionando sobre su cambio de preferencias.
—Creo que después de cuidarte durante tu fiebre, empecé a interesarme más en cómo funcionan las cosas dentro del cuerpo humano. Quería entender mejor para poder ayudarte en el futuro.
Jin le dedicó una mirada de gratitud.
—Aprecio tu dedicación, hermanito. Y yo, por mi parte, he estado fascinado con los avances tecnológicos del mundo exterior. Es increíble cómo han progresado las cosas desde la última vez que estuve al tanto.
Los hermanos continuaron compartiendo sus descubrimientos y nuevas pasiones, encontrando un terreno común para forjar una conexión más sólida en su vida cotidiana. La biblioteca, llena de historias y conocimientos, se convirtió en el lugar donde los lazos entre ambos se fortalecieron a medida que exploraban sus propios intereses.
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Protect || KOOKJIN
FanfictionEn la tranquila mansión alejada de la civilización, Jungkook y Jin compartían lazos de sangre, pero su relación estaba enredada en los oscuros hilos de la opresión. Criados por la autoritaria nana Irene, la religión era el eje central de su educació...