Sinopsis

202 17 0
                                    

⁅ ⁕< • >⁕ ⁆

Harry había sido recibido con unos cuantos Crucios por Dumbledore a manera de castigo, pues según el viejo, Harry había hecho enojar a sus familiares. Vernon y Petunia habían enviado una carta informando que el mocoso ya no viviría ahí y que era mejor que lo mataran.

Snape lo sacó del salón del director en cuanto pudo, Harry había sido atacado con una maldición que lo mataría lentamente y apenas y podía estar consciente. Ron y su familia le dieron un traslador y de un segundo a otro estaba en un bello jardín, desangrándose y con espasmos de dolor en el cuerpo.

C: Sebastián, ¿Quién es este niño y qué hace aquí? –preguntó seriamente Ciel, notando a un pequeño niño casi muerto-

S: No lo sé, joven amo. –dice sorprendido el mayordomo mientras toma al niño entre brazos, notando cómo este tiene espasmos de dolor y no deja de sangrar-

De un segundo a otro, un espasmo increíblemente más fuerte hace al menor caer de los brazos de Sebastián, quien antes de poder recogerlo, se ve atacado por lo que él considera una planta mortal, y Harry sin saber había tenido un fuerte y poderoso estallido mágico que había invocado a una Lazo del Diablo; Ciel mira sorprendido a la planta y luego de asegurarle que no le quiere hacer daño al chico, el Lazo lo deja pasar.

C: Sebastián, ponte de pie y lleva a este niño adentro. –dijo acariciando el rostro pequeño entre sus manos-

S: Como ordene, joven amo.

⁅ ⁕< • >⁕ ⁆



H: Mm... mi cabeza... -gimió Harry-

C: Veo que has despertado. –el niño alzó la cabeza, viendo a otro chico, quizá un poco mayor- Soy Ciel Phantomhive, debes saber que apareciste de la nada en mi jardín anoche.

H: Yo lo lamento... -Harry suelta un grito ahogado y aprieta su pecho en dolor-

S: Déjeme revisarlo... -un hombre de pelo negro se acerca y Harry duda por un segundo, pero al final lo deja- Esto es... es...

H: ¿Muerte? –supone abatido el menor, por desgracia acierta y Ciel abre los ojos en incredulidad- Lo sabía...

C: Te pido me digas tu nombre. –dijo Ciel, acercándose con cuidado-

H: Mis disculpas, soy Harry James Potter –el chico expulsa el apellido con repulsión-

C: Lamento mi curiosidad, pero no puedo evitar preguntar la razón de la repulsión que tienes a tu apellido. –aclara sentándose en una silla frente a la cama-

H: Mi padre biológico fue una mierda. –dijo suspirando en derrota- Y estoy decepcionado de mi madre...

C: Por lo que dices, pareces jamás haberlos conocido

H: Es cierto. –declara y por un mínimo segundo, Ciel se arrepiente- Me dijeron que habían muerto por ser unos alcohólicos, desgraciados y que yo sólo era una molestia en su vida. Me inculcaron que no era más que un fenómeno por mi cicatriz y viví toda mi vida bajo las escaleras. –Harry sinceramente pensaba que moriría en manos de Ciel y si se sinceraba era mejor- No fui más que un estorbo para todos...

Ciel estaba en su lugar, hecho piedra. El Conde llevaba como 121 años con vida y sinceramente el ver a un pequeño niño de 13 años con toda esa mierda en la cabeza y con esa resignación a la muerte le hizo doler el poco corazón que tenía.

H: Y para variar, ¡ellos mandaron una carta a mi escuela para decir que lo mejor sería que me mataran! –decidió comenzar a reír, llorando-

Sebastián se acercó con un vaso de agua, pero Harry, ahogándose entre lágrimas no lo pudo beber. Ciel se puso de pie y dejo caer su mano suavemente sobre el hombro del niño. Quizá la Reina le dejaría quedarse al pequeño, tenía que hablar con ella.

C: Mira Harry, yo no te conozco y tú no me conoces, pero creo poder ayudarte. –dijo haciendo a Harry levantar la mirada, con los ojos llorosos y los lentes empapados- Sebastián te ayudará a caminar por ahora y te dará un cuarto limpio. Si no te sientes seguro, el próximo mes puedes regresar a tu mundo.

H: Ya no tengo nada ahí... -suspiró y dejó caer su cabeza en la mano- Mis amigos estarán en peligro si regreso y no soy lo suficientemente fuerte como para defenderlos de el...

Ciel terminó suspirando, notando que este chico tenía la idea de la muerte muy dentro de la mente, por desgracia no esperaba menos. Sebastián le dio agua y le llevó una taza de té.

C: Toma algo de té, te ayudará. –dijo después de sobar el hombro del chico, que asintió-

⁅ ⁕< • >⁕ ⁆

R: Espero que esté seguro... -suspiró, mientras su madre curaba su hombro-

M: Ron, mira lo que te pasó... no debieron salir. –le dijo llorosa- Severus, tu pierna...

S: Estoy bien Molly, gracias...

T: Sé que te pedí que sacaras al niño, pero te arriesgaste mucho. –le dijo Voldemort-

S: Era necesario, al menos está a salvo ahora. –jadeó cuando Remus apretó suavemente su músculo-

R: Mira nada más, te desgarraste el muslo. –negó irritado-

S: Ahora te toca regañada, Snape –se rio fuertemente el mago-

S: ¡Cállate, Siruis! –le gruñó-

⁅ ⁕< • >⁕ ⁆

En la Mansión Phantomhive las cosas tampoco iban muy bien, a Harry le costaba moverse con libertad y poco a poco perdía color. Sebastián terminó fabricando una silla de ruedas ya que la Reina, al conocer a Harry y enterarse de su estado actual, se prometió mandar a buscar a los Dursleys y ponerlos frente a un juzgado.

Al final Ciel iba a adoptar a Harry, cuando el azabache menor se enteró, estuvo en estado catatónico por media hora en la que ni Ciel ni Sebastián sabían que hacer.

H: ¿M... me quieren? –comenzó dudoso- ¿A... a mí?

C: ¿Por qué no? Te hace falta una familia y estamos dispuestos a ayudarte. –le sonrió de lado al menor- Sebastián y los sirvientes te van a proteger sin duda alguna. Debo decirte que ahora, legalmente portas el apellido Phantomhive.

H: Yo... gracias... -comenzó a llorar de felicidad-

C: No me agradezcas Harry, un Phantomhive jamás es humillado. No te preocupes, la Reina es muy estricta con el abuso infantil y créeme cuando te digo que tomará cartas en el asunto. –le sonrió al menor, quien lo abrazó por la cadera al estar en su silla-

S: Quien lo diría, joven amo, ¿Feliz por tener al hijo que tanto quiso desde hace 100 años? –el mayordomo se burló-

C: Oh por... -sobó su cien, y abrazando a Harry con un brazo, le aventó un libro a Sebastián- Tú cállate, que cuando Harry te abrazó ayer casi te desmayas. –se burló y rio al mismo tiempo-

Sebastián se quedó callado y simplemente suspiró sonriendo. Su esposo al fin lo había podido dejar sin palabras y sin respuesta. Se acercó y cargó a Harry en su brazo como si fuera un bebé, el menor, ahora hijo de Ciel Phantomhive, gritó al sentir cómo estaba siendo levantado de su silla, pero comenzó a reír a los pocos minutos.

⁅ ⁕< • >⁕ ⁆

El pequeño mago de los PhantomhiveDonde viven las historias. Descúbrelo ahora