El rubio se encontraba en su habitad natural haciendo cosas de cocineros, hasta el un pelinegro entra a su santuario.
Luffy por otro lado se quedó viendo el escultural cuerpo de su lindo novio.
— que lindo sería ver como te cojo mientras tratas de hacerle la comida a la tripulación — comenta en un susurro para si mismo viendo el trasero del otro.
— ¿que? — voltea el cocinero desconcertado por lo que pensó escuchar.
— nada, tu sigue en lo tuyo ^^
— ...
Ese día en la noche, si ensuciaron la cocina.