Estaban los sombrero de paja almorzando como ya era costumbre hasta que la pelinajanja habló.
— dios sanji, nunca me cansaré de tus comidas, ¡tus manos parecen mágicas!
— oh, gracias mi cisne nami
— y no solo para la cocina — comenta el del sombrero mientras sigue robando comida.
—...
—...
—...
—...
—...
—...
—...
— ¿y para que más son mágicas luffy?— pregunta el reno inocente.
— mejor que no sepas chopper —aconseja el francotirador.