IV

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Se sentía sofocado, sentía que se ahogaba en su propio lugar. No podía respirar no podía contener las ganas de no parpadear.

Pues era tan real para ser cierto..

- ¿Podrías volver a amarme..? _ Pregunto mirando aquella figura que solo lo miraba estática

- ¿Porqué lo haría? _ Hizo una pausa, dejando a Izuku mordiendo su labio y conteniendo las lágrimas
- Cuando estoy completamente enamorado de ti, Alfa _ Sonrió de lado a lado

Era tan irreal para ambos, sentían que todo era un sueño completamente doloroso. Uno en el que no querían despertar.

- Omega.. dime, ¿Eres feliz? _ Sonrió mientras sus labios temblaban

- Por supuesto.. aquí y ahora a tu lado siempre seré feliz _ Le devolvió la sonrisa, aquella que no había vuelto a ver en si mismo después de tantos años de maltratos y abusos

- Mi Omega.. mi hermoso y precioso Omega... _ Acaricio suavemente aquella piel que había extrañado con tanto pesadez en su corazón

Aquellos ojos que pueden mirar a través de su alma, aquellos zafiros que ama con todo su ser, su cabello suave y rubio que con el sol se vuelve casi dorado, aquella piel blanca y lechosa que ama tocar y acariciar por lo tersa que es.

Su olor a caramelo que tantas veces lo había calmado en sus momentos más difíciles.. como ahora lo necesitaba con desespero.

- Dime mi Omega, ¿Dónde estás? Iré por ti en seguida, daría todo por ti.. viviría para poder verte sonreír otra vez, haría cualquier cosa por ti

Y es que sabía que su Alfa lo ama más que nada en este mundo, daría todo por siquiera escuchar sus gritos.

- Mi Alfa… ¿Sabes que te amo, no?

- Losé, sabes que yo también te amo, no?

- ... Si, y por eso no quiero hacerte sufrir más.. has pasado tres años haciendote daño por mi..

- Aunque así sea, haré lo imposible por volver a verte, te lo prometo

- La anciana.. no tengo mucho tiempo, ella lo sabrá.. te amo Alfa…

- ¿Omega..? Que pasa..?!

- Tengo que irme.. sabrá que estuve aquí, si vuelvo, te diré en dónde estoy..

- Mi dulce Omega.. te amo

Y sin más, izuku se despertó de aquel “sueño” que jamás quería despertar.

Abrió sus ojos con pesadez, sintiendo la dura atmósfera en su habitación. Todo el cuarto estaba impregnado de aquel olor amargo y agrio que jamás pensó volver a oler.

Se levantó de la cama tocando su cien y sobandolo con pesadez.
Estaba harto de despertar cada día con esperanzas de que todo fuera una terrible pesadilla de la cual quiere despertar.

- Haa.. _ Suspiro pesado, recordando todo lo que había hablado con el cenizo a través de su lazo

Recordando lo último que dijo, “la anciana”

¿A quien podría llamar anciana más allá de su madre?
Y porque temía tanto que aquella persona supiera de su encuentro?

Lo pensó un momento, para que una sonrisa adolorida adornará su rostro. Al menos sabía que su Kacchan estaba con vida en alguna parte del mundo.

- Kacchan, te encontrare, lo juro _ Sentenció, mirando sobre su hombro a la ventana que daba a la calle

....

Tuvo oportunidad de quedarse solo ese día, aquella persona le había advertido un par de cosas específicas a aclarar.

¿Podría hacerlo? O era que el destino lo había ayudado un poco?

Debía tomar una decisión rápida antes de lanzarse y hacer algo de lo cual se arrepentirá.

- A la mierda todo! _ Se dijo así mismo con un poco de determinación

Intento levantarse, pero le era imposible por sus heridas severas.

Se animó por dentro, lo hacía para vivir una vida que había soñado desde hace años.

Tenía que hacerlo ahora o nunca.

Se recargo en la pared, viendo cómo sus piernas flaquean por contenerse de pie. Chillo internamente del dolor.

- Vamos Katsuki! _ Gruño y chillo bajo

Fácilmente se deshizo de las cadenas alrededor de sus muñecas, estaba muy delgado para que estás siquiera pusieran resistencia.

Se fue recargando por cada pared que avanzaba. Ya veía la puerta hacia la salida.

Por primera vez sus ojos se iluminaron al ver la puerta de madera. Esperaba con ansias ver a Izuku frente aquella puerta dándole un fuerte abrazo y besarlo hasta que se sienta protegido completamente.

Sus mejillas se cubrieron por aquellas gotas cristalinas que rodaban sus ahora delgadas extremidades.

Abrió la puerta con un poco de esfuerzo, a decir verdad, estaba ahí por idiota, porque pudo salir en cualquier momento de ese lugar.

Sintió un alivio que lo hacía querer llorar más fuerte, pero en ese momento no tenía fuerzas para nada.

Entro a la sala, viendo varias botellas de alcohol y más. No le dió importancia, camino hacia la puerta abriendo la misma y llorando más fuerte al recibir aquel aire que tanto extraño.
La luna brillando y haciendo resaltar aquella piel lechosa.

Camino adolorido, pero poco recordaba su lugar seguro.

(...)

- Izuku.. hijo, ¿No vas a comer nada..? _ Pregunto la mujer regordeta

- No tengo mucha hambre, mamá. Pero igual, gracias _ Suspiro

- No has comido nada, hijo. Come algo aunque sea, tu padre acaba de llegar.. _ No recibió respuesta del Alfa, suspiro triste   - Bueno, si cambias de parecer estaremos en la cocina merendando, ¿De acuerdo?

Izuku solo le sonrió de lado a la mujer, quién salió del cuarto y bajo las escaleras.

- Kacchan.. dime algo _ Intentaba recordar cada línea de la noche pasada

Hasta que una extraña sensación recorrió su espina dorsal hasta su hombro.

Suspiro exhausto, su madre tenía razón, debía al menos comer algo. Suspiro pesado, para levantarse e decidir hacerle caso a la peliverde.

Sus padres se sorprendieron al ver a su hijo pedir permiso a comer con ellos, ambos emocionados aceptaron.

La familia ceno tranquila y despidiendose un momento de la situación ajena.

Hasta que de un momento a otro escucharon el timbre de la casa. La familia se desconcertó un momento, no esperaban ninguna visita según ellos.

- ¿Esperaban a alguien? _ Pregunto Hisashi, ambos Peli Verdes negaron con la cabeza

El Alfa mayor se dispuso a abrir la puerta, gritando interno ante lo que vio.

- ¿Papá? Quien era? _ Pregunto izuku llendo al lado del pelo blanco para quedar perplejo ante lo que vio

•••

Brillo Por Ti [DkBk] [Finalizada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora