cuento corto: La Caida De La Doncella

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ssFecha 1 de junio de 1900

Era de noche, lo recuerdo bien. Según los mortales, estábamos en el siglo 20. Yo estaba sola en el bosque, mis cazadoras estaban en otra parte, yo quería reflexionar sola bañándose en un largo  

 Yo estaba sola en el bosque, mis cazadoras estaban en otra parte, yo quería reflexionar sola bañándose en un largo  

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Estaba sola, pensando en esta extraña sensación de miedo o nerviosismo cuando lo sintió. Alguien metiéndose en mi campo estaba a punto de vestirme y ver quién fue cuando se apareció

Ella era hermosa, de un cabello negro lacio, cuerpo desarrollado y su ojo dorados vestidos con un vestido rojo, era hermosa, pero lo que sí me impactó

Lo que me condenó no fueron las runas que aparecieron de repente sobre mi cuerpo, no el pergamino en sus manos escrito por mi verdadero nombre Phoebe Artemis en griego antiguo

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Lo que me condenó no fueron las runas que aparecieron de repente sobre mi cuerpo, no el pergamino en sus manos escrito por mi verdadero nombre Phoebe Artemis en griego antiguo. Fueron su ojo dorados, brillaba con tanto odio que me paralizó y me condenó

"Qu-" empecé a preguntar, pero me detuve. Sentí mi propia existencia siendo controlada, mi poder y mi cuerpo, siendo manipulador fuera de mi ser y entrado en contra mía

"Bueno, eso sí es interesante, Phoebe Artemis mi pequeña esclava, me puede decir maestra", dijo con una sonrisa pareciendo un gato mirando a un canario.

Entonces avanzo hacia mi persona yo retrocedí agarrando la toalla con fuerza lo único que mantiene mi modestia al mundo, queriendo saber lo que estaba pasado queriendo invocando mi armadura mis poderes incluso llamado a mi hermano nada funcionaba era como si fueran mortal, pero no era más bien era como si estuviera desconectada,Llegué a la orilla del río y estaba a punto de salir corriendo a por mis cazadoras, pero ella me detuvo.

"Alto Phoebe Artemis" mi cuerpo obedeció al comando y me detuve dejado a mi espalda descubierta del intruso. Me habrían visto desnudas mis cazadoras, pero estaba me sentí vulnerable y muy indefensa

La escucha camina hacia mí, lo primero que sentí fue su increíble mano fría en mis nalgas, no pude reprimir el grito que me salió y la sentí tocando todo mi trasero y subiendo a mis espaldas. Me sentó desagradable, como si estuviera cubierta de mugre

esto fue lo que sintió medusa

Entonces apareció directamente a mí, quería atacarla, pero no podía, me sentía como una muñeca sin cuerdas

DeicidioDonde viven las historias. Descúbrelo ahora