ENCHANTED | KOOKV

Capítulo 14

La habitación estaba tranquila, iluminada solo por la tenue luz de la luna que se filtraba a través de las cortinas. El suave susurro de la respiración de ambos llenaba el espacio. Taehyung y Jungkook estaban acurrucados bajo las sábanas, sus piernas entrelazadas como si nunca quisieran separarse.

Jungkook estaba trazando círculos perezosos en la espalda de Taehyung, mientras el omega descansaba su cabeza sobre el pecho del alfa. Podía sentir el ritmo constante de su corazón, un sonido que de alguna manera lo calmaba y lo aterraba al mismo tiempo.

—¿Estás cómodo? —preguntó Jungkook, con voz baja, su aliento rozando la frente de Taehyung.

—Mm-hm —murmuró Taehyung, asintiendo. Aunque sus palabras decían una cosa, su mente estaba en otro lugar. "Esto no puede durar," pensaba, pero no tuvo el valor de decirlo en voz alta.

Jungkook se inclinó un poco para mirarlo mejor. Sus ojos oscuros estaban llenos de calidez, y su sonrisa, pequeña pero sincera, tenía el poder de desarmar a Taehyung por completo.

—Te ves tan lindo con el cabello despeinado —comentó, dejando un beso en su frente.

Taehyung no pudo evitar sonreír débilmente. Era tan fácil sentirse querido cuando Jungkook lo miraba así, como si fuera lo más importante en su mundo.

—¿Qué quieres desayunar mañana? —preguntó Jungkook, como si esa simple pregunta pudiera resolver todo.

Taehyung levantó la cabeza, arqueando una ceja.

—¿Ya estás pensando en la comida?

—Siempre pienso en ti. Y tú necesitas alimentarte bien después de una noche como esta —dijo Jungkook, guiñándole un ojo.

El comentario hizo que Taehyung riera, una risa pequeña y suave que llenó la habitación de calidez. Sin embargo, su pecho seguía sintiéndose pesado.

—¿Sabes cocinar algo que no sea ramen? —bromeó Taehyung, intentando aligerar el ambiente.

Jungkook fingió indignación, llevándose una mano al pecho.

—Te sorprenderías de lo que puedo hacer por ti, Taehyung.

—¿Ah, sí? —preguntó, con un toque de diversión en su voz.

—Mañana lo comprobarás. Voy a prepararte algo especial.

El omega rodó los ojos, pero no pudo evitar la sonrisa que se dibujó en sus labios. Había algo tan reconfortante en la manera en que Jungkook hablaba, como si lo más natural del mundo fuera pasar el resto de sus días juntos, discutiendo sobre comida o bromeando bajo las sábanas.

Pero Taehyung sabía que no podía quedarse. No debía quedarse.

—Gracias, Jungkook... por todo —murmuró de repente, su voz quebrándose ligeramente.

El alfa se detuvo, inclinándose hacia él con el ceño ligeramente fruncido.

—¿Por qué suena eso tan serio? —preguntó, buscando sus ojos.

Taehyung apartó la mirada, fingiendo acomodarse mejor contra su pecho.

—No es nada. Solo estoy agradecido... por ti.

Jungkook lo observó por un momento más antes de suspirar y envolverlo en un abrazo más fuerte.

—Yo soy el que debería agradecerte, Taehyung. Te amo más de lo que puedo decir.

El corazón de Taehyung dolió al escucharlo. Cerró los ojos con fuerza, tratando de ignorar las lágrimas que amenazaban con caer. Sabía que ese amor era real, pero también sabía que no podía corresponderlo como Jungkook merecía.