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Alastor

Desde que se enteró que ese tal Lucifer iba a venir al hotel a ayudar a Charlie estaba que echaba humo por la cabeza, porque si Charlie le pedía ayuda a su papi significaba que el no estaba haciendo su trabajo bien pero exactamente eso lo había molestado ¡El había hecho un excelente trabajo!

Si hiciera una lista de todo en lo que había ayudado sería una lista MUY larga.

¿Qué podía hacer mejor ese tal Lucifer que él?

No se había equivocado en nada, desde que llegó ese enano no había hecho más que hacer menos su trabajo y decirle a Charlie que no podía ayudarla, era todo un bueno para nada y aparte de eso un mal padre.
¿Qué padre no haría hasta lo imposible por ayudar a su hija?

Charlie solo tenía un favor: poder hablar con el cielo. ¿Y cuál fue su respuesta?

-Cariño, no te escucharan, no lo hicieron conmigo tampoco lo harán contigo.

Ese hijo de puta como se atrevia a decir eso,
claro la idea de Charlie era un poco descabellada, ¿Un hotel para demonios?
Cualquiera creería que era una broma, pero el no, el creía en Charlie y estaba dispuesto a ayudarle en eso como lo había estado haciendo hasta ahora, incluso se veía como su padre. Uno claramente mejor que aquel enano.

-¡Vamos papá, ayudame!

-Lo siento cariño, no puedo. Y si me disculpas tengo que ir me.

Charlie con obvia tristeza bajo la cabeza y Vaggie la abrazazo.
Pudo sentir una punzada de varios sentimientos en su corazón, si es que aún lo tenía. Los sentimientos lo obligaron a actuar rápidamente y por mero impulso hablo.

-Quedese está noche señor Lucifer y si el hotel es de su agrado le tendrá que cumplir su favor a Charlie, ella hablará con el cielo - odio llamarlo se esa forma pero quería persuadirlo y no hay mejor manera que los alagos.

Charlie lo miro a él con un destello de alegría, alegría que le encantaba. Todos quedaron expectantes a la respuesta del enano.

-Bueno, ya me imagino la clase de experiencia en este hotel si tú eres el encargado, pero les daré una oportunidad que obviamente fallarán, por mera compasión. Más vale que se esfuercen.

Odio cada palabra que salió de esa pequeña boca pero lo aguantaría con tal de obtener ese favor.

-Bueno para empezar por qué no toma algo de nuestras mejores beb-

-No, quiero una habitación. -lo interrumpió.

-Sigame por aquí señor- dijo manteniendo una sonrisa falsa, valla que sería difícil tratar con ese maldito.


Lucifer

Sólo seguia a ese demonio por detrás hacia su habitación, desde que llegó empezó a odiarlo, no estaba presente en la vida de su hija por unos años y cuando llegaba aquí estaba el presumiendo que el si apoyaba a Charlie en sus sueños y hasta le decía papá ¡Papá! ¡A él!

Amaba a Charlie y de verdad quería verla feliz pero tenía miedo de que las cosas no salieran como ella quería y se terminara desilusionando, solo quería protegerla pero se empezaba a preguntar si lo estaba haciendo bien o solo la estaba cagando.

-Esta es su  habitación, la mejor -lo saco de sus pensamientos aquel tipo. Realmente era una habitación hermosa, digna de los diseños de su hija.

-De acuerdo, quiero la mejor cena en la habitación en dos horas.

-De acuerdo señor, si necesita algo más solo pídalo.

-Si si largo.

Hasta ahora todo iba bien, tenía que admitir que ese demonio con voz extraña y más querido por su hija que el mismo estaba haciendo un buen trabajo pero no sé lo dejaría tan fácil, esto era más personal, iba a ser el cliente más malditamente hijo de puta de todos que sacaría de sus casillas a ese demonio y todo por ser un "mejor padre" que el mismo. Sonaba egoísta pero que importaba.

Mientras tanto el mismo Alastor  era quien prepararba la cena para Lucifer, una gran variedad de platillos obviamente exquisitos.
Podrías jurar que esa comida iba ser lo más delicioso que había preparado en su vida, pero valdría la pena.

Habían pasado ya dos horas y toda la cena estaba lista, se mantenía en elegantes platos que estaba llevando a él cliente más importante. Se detuvo frente a la puerta de su habitación y tocó sutilmente.
Un "pase" se escuchó y así lo hizo, aún no podía ver a Lucifer por la habitación pero de todas formas comenzó a acomodar la comida en una mesa que apareció con todo lo necesario para comer.

-La cena está lista, señor Lucifer.

-Ya voy-dijo mientras entraba a la habitación, pues este se encontraba en el balcón.

-Tome asiento - Alastor hizo de mesero sirviéndole la comida y bebida.

Una sonrisa muy verdadera en su rostro delató que disfrutaba ver a Lucifer, el rey del infierno, complacerse con la comida  pues claro el era bueno en todo lo que hacía.
Tanto que había devorado todo y ahora solo se encontraba bebiendo una muy rica bebida.

-¿La comida fue de su agrado, señor?

-No, he comido mejores.

-Oh que lastima - JAJA ¡Mejores¡ Diciendo eso después de haber tragado como si nunca hubiera comido, a él no lo engañaba le había encantado tanto esa comida que hasta la punta de sus guantes estaba un poco húmeda debido a que lamió cada dedo. Y hablando de eso, el parecía un pervertido lamiendo sus dedos de forma tan sensual y el aún más por quedarse viéndolo como tonto.

-Sirveme un poco más, cariño.

-¿Qué? Ah? Oh si, enseguida -Seguia pensando en esa escena y no había dado cuenta hasta que Lucifer me pidió una copa más de alcohol, ya había perdido la cuenta de cuántas iban.

-¡Casi lo olvidaba! daremos un Show para usted, vamos podrá seguir bebiendo allá.

-¿Qué clase de show?

-Uno muy divertido, sígame.

-Bueno.

Y ahí iba de nuevo, detrás de ese demonio mirando su espalda, su grande espalda, oh no el alcohol lo estaba haciendo pensar mal, aunque su vista no se equivoca al ver que aquel demonio estaba desnalgado.

Control, Lucifer controlate, no olvides tú propósito: ser una espina en el culo para ese Alastor. Despues de una pequeña caminata llegaron a unas puertas que al entrar pudo ver perfectamente un escenario al frente de ese espacio pero fue guiado hacia una mesa donde se encontraba Charlie.

-Hola papá, espero disfrutes el show fue hecho especialmente para ti.

Lucifer pudo ver como su hija agachaba la cabeza cosa que significaba que no estaba bi6, ¡Mierda! La había vuelto a cagar y ese sentimiento de tristeza e ira contra el mismo  que siempre tenía se hizo más fuerte, punzandole el pecho.

-Claro que lo haré, ¡Si tú lo hiciste será perfecto! Todo lo que tú haces está bien incluyendo está idea del hotel, cariño sabes no soy muy bueno con las palabras pero quiero que sepas que yo... pues...¡BOOM!

Una fuerte explosión lo interrumpió, el show había comenzado con un musical de parte de dos ayudantes de su hija, una araña y lo que parecía ser un gato con alas.
La música no lo dejo terminar lo que iba a decir pero al ver a su hija está la miraba con mucha alegría, supuso que ya sabía lo que iba a decir pero igual se lo diría en otro momento, quería que lo escuchara de sus propia boca.












Hola,yo soy Pancha_Todei y espero que estén disfrutando está historia, si votan me ayudarán mucho más.

Hasta la próxima.

El amor es complicado (RadioApple)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora