El amor es complicado (RadioApple)

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El show continuaba con diferentes cosas, musicales, trucos de magia y quién sabe que otras cosas a él solo le importaba el increíble sabor que tenía su copa de vino.
Había hecho dar al demonio radio tantas vueltas por comida, una diferente botella de alcohol, su sombrero y muchas otras cosas que hasta él estaba fastidiado de tanto pedir pero valía la pena al ver el casi imperceptible temblor en el ojo de  Alastor como muestra de su molesta actitud.

-Oh Alastor, he estado tan ajetreado últimamente que mis piernas duelen.

Alastor y Charlie solo se quedaron viéndole sin saber que hacer porque esa oración había salido de la nada.

-Mmm, ¿Le gustaría un masaje?- El demonio radió pregunto incluso para el mismo.

-¡Excelente idea!-Lucifer solo tenía en mente poner sus piernas sobre la espalda de aquel idiota como si fuera un banquillo pero ya que el le ofrecía una masaje no lo iba a negar, también lo necesitaba.

Alastor se arrodilló frente al rey del infierno y tomó una de sus delgadas piernas para apoyarla en el y empezar a masajear, apretando y sobando donde creía necesario. No sabía si era bueno o lo estaba haciendo bien.Pero durante el tiempo que lo hizo no escucho ninguna queja.

-Bueno papá, regreso en un momento no tardo.

-Si cariño, ve.-Ni siquiera quería hablar de lo mucho que estaba disfrutando que esas grandes manos tocaran sus piernas. Hace mucho tiempo que nadie lo hacia. Ni las moscas se le paraban.

-Oye idiota, quita mis botas.

-Claro señor.-saco cada bota de manera lenta y suave, rozando sus manos con aquellas pequeñas piernas.
Si creía que era idiota estaba muy mal, se había dado cuenta de las exigencias tan tontas que le daba esas que solo se daban para molestar a alguien y si que lo estaba logrando, su para nada honesta sonrisa cubría su molestia hacia el, hacia ser tratado como un vil sirviente.
Pero si creí que solo el podía pasarse de la raya se equivocaba nuevamente, el también lo haría sufrir y ya había encontrado la manera; tanto tiempo sin su esposa y probablemente ningún amante lo tenían tan sensible que solo unas caricias lo estaban haciendo suspirar casi al punto de soltar jadeos.

Del escenario salió Charlie y eso tomó la total atención de Lucifer.

-Hola papá, vengo aquí  por todos a decir  lo agradecidos que estamos, realmente está oportunidad que nos diste no la desperdiciaremos y te demostraremos el gran hotel que es Hazbin Hotel.Como último número para cerrar este show será una canción especial de mi para ti.

Por Dios, amaba a su hija, amaba la dedicación que le ponía a las cosas y como eso mismo había podido organizar a un montón de holgazanes y volverlos persoestesestanal del hotel. Cada cosa que ella hacía estaba bien y el no había podido estar en nada de eso por miedo. Tal vez podría ayudar y servir en algo por primera vez en su vida después de todo hasta ahora todo iba bien, buena atención, buena comida, buena bebida, buenos espectáculos y buenas manos cerca en su verga... ¿¡Espera qué!?

-¡Hey! ¿Qué crees que haces estúpido?

-¿Yo? Nada su Majestad.-empezo a palpar su entrepierna sintiéndolo un poco duro.
-Ponga atención a su hija o se va poner triste.

-¿Ah?-Miro a su hija quien cantaba para el, cierto pero que debía hacer ¿Seguir como si nada o asesinar a ese hijo de puta? Mejor un punto intermedio.

Tomo del cabello a Alastor y presionó su cara contra su entrepierna- Te gusta ser una puta cualquiera, está noche lo podrás ser pero con calma, que no me voy a ir jaja.

¡Hijo de puta! Le cambio los papeles y lo hizo ver a él como una zorra necesitada.
Alastor se paró enojado y le volvió a servir otra copa de vino con la sonrisa más cínica que pudo. Esa noche si que se la pagaría...

Termino el show y fue con su hija y los demás a despedirse (ya con sus botas puestas). Alastor venía detrás de él y podría jurar que de no ser quien era y estar donde estaba ya estaría muerto.

-Manzanita, eso fue grandioso; todo ha sido grandioso hasta ahora. Muy bien hecho.

-Ohh ¡Papá! Me alegra escuchar eso-lo envolvió en un abrazo casi con intenciones de romperle las costillas -La verdad no sólo es trabajo mío, Alastor ha ayudado mucho, más hoy atendiendote personalmente

Todos voltearon a ver a él mencionado y este solo asintió, despues de eso todos se despidiera cortésmente del rey del infierno y este de ellos para irse a su habitación.

-Papá, gracias por estar aquí... descansa.

-Gracias a ti, tenías razón, este hotel es bueno y... pues yo... creo en ti y en tus ideas.
Has hecho un buen trabajo y estoy orgulloso de ti no dudes de eso. Descansa hija, mañana en el desayuno tengo algo que decirte.

-Papá, gracias-le dio un último abrazo en ese solitario pasillo y se separó de él para limpiar una lágrima que se había escapado -mañana te espero, buenas noches.

Charlie se fue dando brinquitos de emoción y destellando luz como si fuese el mismo sol; aunque para el si era su solecito andante. Una vez la dejo de ver se empezó a dirigir a su habitación pero en unos segundos unos pasos detrás de él lo hicieron voltear.

-¿Qué necesitas?

-Nada- Alastor no iba a decir que iba por lo que le había dicho anteriormente, sonaría como una puta yendo a su cita.

-Entonces largo.

-No.

-Oh ya me acorde, quieres seguir de zorra caliente, mira si te dije aquello fue para que te calmaras. Yo no soy así así que mejor vete y consiguete un consolador que mucha falta te hace.

¡Hijo de puta! Ya estaba hasta su puto limite de soportar a ese idiota como para que de nueva cuenta lo volviera a tratar como mierda, el no era un idiota que no hacía nada ¡El había sido la mejor compañía para Charlie en todo este tiempo! ¡El se había encargado de gran parte del trabajo del hotel! ¡El había estado haciendo todo!
Incluso rebajarse para atenderlo personalmente para ayudar a Charlie y todo para que lo tratarán con esa actitud de mierda. Estaba realmente enojado y Lucifer lo pudo ver porque empezó a dar pasos hacia atrás hasta toparse con la pared donde fue acorralado por Alastor.

La diferencia de altura era más notable asi, el más bajo miraba hacia arriba- de no ser así miraría el pecho de Alastor que respiraba pesadamente- y su mirada era sostenida por otros dos rojos ojos mirándolo.

Quizás se había pasado un poco Luci.

-Eh o-oye tranquilo - aunque no lo quiso tartamudeo un poco - era broma lo que dije...

-¿¡Broma!? Fue una puta broma toda esta actitud de rey mimado que recibe todo lo que quiere. Dime ¿también es una broma los sueños de tu hija? ¡Cres que por decirle algo bonito hoy todo estará bien! ¿¡Acaso la volverás a dejar maldito cobarde!?

Todas y cada una de esas palabras le dolió en lo más profundo de su ser, sabía que era un poco egoísta tratar mal al demonio radio solo porque el si tenía la atención de su hija pero, ¿de verdad fue tan detestable? ¿Tanto odio hacia el no lo dejo ver? ¿Acaso era odio hacia el mismo? Miles de pensamientos contra si y más insultos del más alto que no podía escuchar pero estaban ahí, de fondo recordándole lo miserable que era.

Todo eso lo hizo caer a el piso del solitario pasillo en el que se encontraban, y sin pensarlo ni consultarlo su cuerpo empezó a temblar levemente y unas lágrimas acompañadas de un muy leve sollozo empezaron a salir; estaba abrazandose a su mismo como si eso lo ayudara a controlarse.

-Tienes razón yo no debería estar aquí y lo siento...  Perdón por tratarte asi yo me sentía... Yo no sirvo para esto tan solo debería irme para ya no molestarlos más -No fue muy entendible aquella oración debido a los constantes ipidos de Lucifer.

Algo estaba claro; Lucifer estaba roto y Alastor solo le había dado un empujón para llegar ahí.

Creo que termino siendo muy largo este capítulo, ¿les gusta así de largo o lo prefieren más corto?