Borrándote de mis pensamientos

Capítulo 2

Me remuevo un poco en mi cama, aún tengo los ojos cerrados, siento la suave textura de las cobijas. Estiro mi brazo para poder alcanzar mi celular que está sobre la cómoda a un lado de mi cama. Tomo mi celular, veo la hora y noto que tengo dos mensajes de mis amigas; Berenice y Brenda. Abro primero el de Berenice.

Bere:
"Oye Nat! No olvides la fiesta de hoy. Mi hermano invitara algunos de sus amigos y quizá te consigas algo.
Te espero en la noche.
NO FALTES! xoxo (:"

- Ja-Ja... Que graciosa. Cierto!!!, la fiesta!- Digo mientras me siento a la orilla de la cama. -Bere y sus fiestas- Pienso. Berenice y su hermano son personas en exceso sociables y les encanta hacer fiestas por cualquier cosa; por cumpleaños, graduaciones, días festivos, porque alguien sacó más de 60 en alguna materia... En fin!. La fiesta de hoy, por lo menos tiene sentido, su hermano Marcos cumple años y claramente hay fiesta.

Abro el mensaje de Brenda.

Brenda.

"Nat!!! ¿Ya sabes qué te pondrás para la fiesta? Yo aún sigo dudando.
Oye teníamos tiempo de no estar las tres juntas, tú y tu trabajo nos han separado. Como sea estoy emocionada.
Linda, puede ser la noche en que conozcas a alguien... Ya es tiempo de darte una nueva oportunidad.
Te veo más tarde."

Leer estos mensajes me deja un poco molesta y triste. Agradezco que mis amigas quieran ayudarme pero ellas mejor que nadie saben que no estoy decidida a darme "otra oportunidad" como dicen ellas.

Nathalie

"Ahí te veo"

Le respondo a las dos.

Sigo sentada a la orilla de mi cama, veo la ventana que está justo enfrente de mi y pierdo la mirada en algún punto y viene a mi memoria un recuerdo...

~Recuerdo~

Estamos en el parque, acostados en el pasto de lados contrarios pero de tal manera que nuestras cabezas están juntas.

-Me encanta estar contigo- Me dice mientras busca mi mano.-Quiero estar siempre contigo- Da un beso a mi mano.

Volteo a verlo y noto que me está observando. Le dedico una sonrisa.

-Y yo contigo-Le respondo.

~Fin del recuerdo~

Me forzo volver a la realidad. Suelto un suspiro.

-Si, claro... Siempre conmigo no?- Digo en medio de una risita con ironía.

Me pongo de pie y me dirijo a la cocina para preparar el desayuno. Voy directo al refrigerador, abro la puerta y observo qué tengo para poder preparar. Veo algo de leche, y unos huevos. No se me antoja.
Decido llamar a mi madre.

Tomo el teléfono y marco el número de la casa de mis padres.

-Diga!- Contesta mi madre después del segundo intento de llamada.