Au jily donde no existe la magia
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Lily tenía miedo, hoy era el cumpleaños de James y no sabia si le iba a gustar su regalo. Remus, Sirius y Peter le dijeron que estaba perfecto, que a James le iba a encantar, pero los nervios no desaparecían.
Estaban las chicas y los merodeadores en la habitación de estos últimos, repartiendo los regalos. Sirius le dio un collar, Remus revistas de fútbol que te contaban las mejores jugadas de los últimos 20 años, Peter una mochila con demasiados bolsillos, y Mary y Marlene juntaron la plata que tenían las dos y le compraron un traje marrón.
Era el turno de Lily, era la última que faltaba que le de el regalo a James. Sentía mucha vergüenza, era la única que había hecho una manualidad y se estaba arrepintiendo.
El castaño le gustaba, y mucho, pero no sabía cómo decírselo después de rechazarlo tantas veces. Lo último que quería era que no le guste el regalo y se arrepienta de la amistad que formaron.
— James, ¿podemos hablar? —le preguntó Lily, con el regalo en su espalda y una mirada nerviosa, antes de que el chico se sentara en uno de los sillones en la sala común.
— Claro —se dirigió hasta donde estaba la pelirroja, claramente nerviosa —¿Qué pasa?
— Te tengo un regalo, no se si te va a gustar, espero que si. No es la gran cosa, no tuve mucho tiempo para comprarte algo.
— Lily, esta bien. Cualquier cosa que me regales me va a gustar, solo porque vos me lo regalas.
La pelirroja le extendió el regalo. James quedó maravillado con tan solo haber visto la envoltura. Al abrirlo y ver las golosinas junto con el funko y las rosas no pudo evitarlo y la abrazo. Estaba tan feliz que la levantó del suelo y la hizo girar.
— ¡Gracias! ¡Es hermoso! No tenias que hacerlo, de verdad, gracias —estaban demasiado cerca, cuando James la bajo la distancia era muy corta.
— De nada, te lo mereces —le dijo Lily, siemdo consciente de la poca distancia que los separaba.
Las miradas de ambos pasaban de los ojos a sus labios, podían sentir la respiración del otro. Estaban muy cerca y ambos estaban muy nerviosos, con miedo de hacer algo equivocado.
James decidió acortar todavía más la distancia, agarrando suavemente su cintura.
— Lily, ¿puedo besarte? —dijo muy nervioso el chico, pero al ver que la pelirroja había aceptado posó suavemente sus labios en los de ella.
Era la mejor sensación que ambos habían experimentado. El beso fue tierno y suave, señal de que ambos lo estaban esperando desde hace bastante tiempo.
— Lily, me gustas desde que tengo memoria, me enamoraste en primer año y nunca deje de hacerlo, ¿me harías el hombre más feliz permitiéndome ser tu novio?
— Dios, James, claro que si —el azabache la volvió a abrazar y besar de la felicidad, su sueño se estaba cumpliendo —Perdón por haber tardado tanto en darme cuenta que me gustabas.
— Tranquila, no te preocupes. La espera valió totalmente la pena.
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Por si tenían curiosidad, este es el regalo que le dio Lily a James.
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one shots merodeadores
Fanfictionone shots de parejas de los merodeadores, y de los merodeadores, cortos que se me ocurren cuando me aburro. créditos a la portada: sophithil en instagram