one shots merodeadores

pov de james

Sirius y Remus eran pareja, y no existía ser más feliz por eso que James.

El único problema era que tenían personalidades muy diferentes y solían pelear por las mínimas cosas, aunque nunca duraba mucho.

Pero esta vez era diferente, las cosas se habían ido a la mierda muy rápido. Tan así que ni el mismo James, quien precensio toda la pelea, podía decir como surgió.

Y era horrible, cada vez que peleaban Peter y el siempre quedaban en el medio. Además de que el grupo se separaba, no porque eligieran lados, si no porque era tanta la tensión que se volvía incómodo.

Había tratado de hacerlos razonar, de que hablaran, pero nada parecía funcionar. James ya no sabía que más hacer, estaba por gritarles que dejen de hacer tan orgullosos y maduren. Quería explotar, pero no tenia derecho, el no era quien estaba sufriendo, tenía que ser el hombro en el cual sus amigos puedan llorar, pero era difícil, porque el también quería llorar.

No tenía derecho, siempre tuvo lo que quería y deseaba. Pero ver a sus amigos sufrir y no poder ayudarlos le generaba un enorme sentimiento de impotencia. Por supuesto que nadie se daba cuenta, no lo iba a permitir, no se iba a romper, al menos no cuando otros vieran.

Ahora mismo Peter estaba con un amigo de hufflepuff Merlín sabrá dónde y Sirius y Remus iban hablar en una aula en desuso, según le dijo Sirius antes de salir de la habitación con las manos traspiradas.

Ese era su momento, por fin podría sacar toda la mierda de su sistema. Lloro, grito e incluso casi rompe una decoración que tenía en su escritorio. Es una estupidez, pero para James era muy difícil ver a sus dos amigos peleados, no sabía porque, simplemente le afectaba más de lo que debería. Era egoísta, muy egoísta, deberia ser la roca que sus amigos puedan sostener, pero no lo era, era un imbecil que en vez de estar para sus amigos sufría por algo que ni siquiera le incumbe.

A eso de la hora Sirius había vuelto saltando de la alegría diciendo que Remus y el se habían arreglado.
Y James quería pegarle, porque nadie pensaba en sus sentimientos. Pero también quería pegarse, por sufrir en vez de ayudar, por hacer que cada puta cosa trate de el.