Flowers - [Dekubaku]

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Llegó al hospital rápido por su padre que se dispuso a llevarlo, para su mala suerte, todo, absolutamente toda la clínica, estaba lleno de periodistas y reporteros. No tenía que saber el porque, también había fans con cartones de Deku, enviándole cariño y su pronta recuperación. Masaru decidió bajar por el estacionamiento subterráneo para dejar a su hijo en una zona más segura.

Al hacerlo, Katsuki agradeció a su padre, estaba apunto de irse solo, cuando Masaru lo detuvo agarrándolo de la muñeca — Te acompañaré, si allá afuera está hecho un desastre no me me imagino adentro.

El Omega cenizo asintió ante lo dicho por el castaño, ambos caminaron hacia la recepción, dónde Katsuki pidió ver con urgencia al héroe Deku, diciendo que es su Omega y necesita saber cómo está. En eso, una mujer bajita, peliverde y regordeta, lo escuchó.

— Disculpa, no sé si escuché mal. Pero, ¿Dijiste que eres el Omega de mi hijo? — Mencionó la mujer tocando los bíceps de Katsuki, quien se dió la vuelta mirando a la Omega peliverde con la mirada llena de tristeza.

Se parece muchísimo a Izuku, definitiva, ella es la madre de Deku.

— Si, soy el Omega de Deku... De Izuku — Indicó Katsuki susurrado el nombre de su Alpha, eso fue una confirmación para Inko de que estaba diciendo la verdad. Izuku no le contaría a cualquiera su nombre.

— Está bien, dejalos pasar, son familiares — Indicó Inko a la señora de la recepción, además de estar asombrada. Del que su hijo tenga Omega sin haberlo dicho, no podía quitarle el derecho al Omega de ver a su Alpha —¿Tu fuiste el que me llamaste?¿No es así?

— Si, señora Midoriya — Respondió Katsuki, Inko sonrió.

— Ven conmigo, te llevaré con mi hijo. La cosa está muy pesada en el hospital — Indicó Inko.

Katsuki miró a Masaru — No te preocupes, te estaré esperando aquí. Ve a ver a s tu Alpha. — Dijo Masaru, sobando el hombro de su hijo quien asintió con una media sonrisa.

—Gracias, papá.

Masaru sonrió devuelta, observando como Katsuki se une a la mujer peliverde para desaparecer por los pasillos.

— Me alegra que mi hijo tenga un Omega, siempre ha estado ocupado en su trabajo. En parte tenía miedo de formar una familia, por esta misma razón que estamos viviendo — Relato Inko guiando a Katsuki y Masaru por las instalaciones del hospital — No quería preocupar, ni poner en peligro a nadie más. Pero, creo que tú lo cautivaste demasiado.

Aquello hizo que Katsuki se sonrojara, mucho debe decir, tanto que Inko lo notó y soltó un pequeña risita. El Omega intentó ocultarse en su suéter, era muy grande para él, debe ser porque es de Izuku. Una vez se lo dió porque hacía mucho frío, Katsuki lo negó varias veces, hasta que al final se dejó ponerlo.

Un suéter verde oscuro impregnado del olor a mentol de Izuku.

Se había cambiado de ropa antes de partir al hospital, tenía puesto el suéter de su Alpha, unos jeans negros rotos y unos tenis negros también, bastante cómodos.

Estaba asustado, no quer ver lo que se iba encontrar, cuando Inko se detuvo en una puerta miro a Katsuki con una expresión de dolor, el Omega frunció su ceño retrocediendo — Siento que esto es mi culpa...

—¿Tú culpa? Pero, si no estuviste involucrado...

— No, a veces siento que todo es mi culpa lo que le pasa a la gente que está cerca de mí. — Expresó Katsuki abrazándose a sí mismo — Izuku es alguien que, siempre va sacrificarse a sí mismo para salvar a los demás....

Además de esto, Katsuki sabe que él e Izuku discutieron, por eso se sentía culpable, quizás Deku se esforzó demasiado en la batalla por rabia, o por la adrenalina, quien sabe. Se siente culpable de ello, y el rostro decaído de Inko, que es la mujer que trajo a la vida a Izuku, lo crío y lo convirtió en lo que es ahora.