Capítulo 4: Un deseo de vivir

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Ambas chicas continuarían con el camino hacia la casa de Tea.

- ¿Que tal has estado? - Preguntaría Tea intrigada.

- Bien bien, aunque sigo algo sorprendida con esto de que tengas pareja. - Diría Ithilian.

- ¡Q-QUE NO SOMOS NADA! L-Lo acabo de conocer, eso es todo. - Diría Tea apartando la mirada.

- Hmm, ya veo, mira ahí viene. - Diría Ithilian señalando detrás de ellas.

- ¡¿E-ENSERIO?! - Preguntaría Tea mostrando emoción y sorpresa mientras giraba a ver.

Grande sería su reacción al ver que Ithilian solo le había tendido una trampa.

- Si, se nota que solo se conocieron de hace poco, ¿no vas a decirle a tu mejor amiga? Que mala... - Diría Ithilian con un tono de drama en su voz.

- ... Realmente debo contártelo ¿no? Buenoooo... Recuerdas por qué trabajo tan duro para ser heroina ¿no? - Diría Tea con un tono nostálgico en su voz.

- Si, me dijiste que lo hacías para mostrarle a tu familia que podías valerte por tu cuenta. - Diría Ithilian con una sonrisa leve.

- Bueno, hay otro motivo además de eso... - Diría Tea deteniéndose en seco con un rostro apenado.

- ¿Cual? - Preguntaría Ithilian confundida.

- Verás... -

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Un día 30 de diciembre, hace unos 7 años más o menos, una noche nevada en medio de un bosque.

Una pequeña niña de pelo y ojos blancos se encontraba caminando sobre la fría nieve. Su expresión mostraba desesperación, miedo, tristeza y preocupación... Parecía perdida en aquel lugar lleno de nieve.

Mientras caminaba la pequeña no podía evitar llorar y gritar

"ALGUIEN PORFAVOR, AYÚDENME"

"QUIERO IR A CASA"

"AYUDA..."

"Alguien... Quién sea... Porfavor..."

Pero sus gritos solo serían escuchados por algo que no parecía querer ayudarla.

Una bestia, eso sería la descripción perfecta para lo que era aquel ser que apenas podía divisar aquella pequeña. Una bestia con forma humanoide de una altura que fácilmente superaba los 3 metros, aquel ser se acercaba cada vez mas a donde se encontraba la chica.

Los ojos de la bestia brillaban en aquella oscuridad, como si de dos estrellas brillantes se tratasen.

La pobre niña realmente estaba asustada y desesperada, no podía gritar por el miedo que sentía en esos momentos, ¿que podría hacer?

Pero antes de que aquella bestia lograra ponerle un dedo encima a la pequeña, en un abrir y cerrar de ojos la chica sería cargada por una silueta extraña.

La niña abriría los ojos para observar que se trataba de un chico de pelo negro, quizás de menor edad que ella.

- Phew... Eso estuvo cerca, perdón por llegar tarde, ¿te encuentras bien? - Diría aquel chico mientras bajaba a la niña al suelo.

LEGION - THE ULTIMATE RESTARTDonde viven las historias. Descúbrelo ahora