capítulo 02

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Un alfa rubio se encontraba estresado en su estudio, rodeado de papeles en el escritorio y en el suelo, suspirando apartó sus lentes y se recostó por completo en su silla.

— Papá — un pequeño castaño de cabello lacio llegó corriendo seguido de otro ligeramente más alto, con los mismos rasgos.

El hombre sonrió cargando a uno de sus hijos — William, deja de perseguir a Alexander con esa espada de juguete.

— Es un cobarde, no me enfrenta después de haberme golpeado con una almohada en la cara — se quejó William señalando a su hermano con el juguete.

— Fue por accidente — hizo un puchero escondido en el pecho de su padre.

— No es accidente si pasa dos veces, ¡tonto!

El hombre se levantó cargando a su hijo menor. — Si lo quieres atacar entonces tendrás que pasar por mi primero — jugando salió corriendo con su hijo en brazos.

William rió y eso fue todo para poner al rubio más grande de buen humor. — ¡Esperen ahí, no escaparán! — levantó la espada de juguete y corriendo con diversión en busca de su padre y Alexander.

La casa se había llenado de gritos y risas hasta que el mayordomo del rubio le llamó.

Carraspeando dijo: — Señor Wastaken, tiene una llamada en su oficina — sonrió viendo como sus dos hijos estaban sobre aquel hombre.

Suspirando aventó a sus hijos contra el sillón, los cuales rieron. — Pequeños monstruos, papá tiene que ir a contestar una llamada, pónganse sus pijamas y a dormir.

— ¿Es otra niñera? — preguntó William — No me gustan.

— Pues sí, es otra niñera, la cual necesito con ustedes porque la última fue despedida. Así como las trece anteriores — picó la nariz de William.

— Son malas — dijo el más chico.

— No todas, ustedes se han encargado de correr a cada una — respondió.

— Porque no queremos que nadie más nos cuide, solo tú — William se cruzó de brazos.

— Saben que a veces no puedo hacer eso, necesitan a alguien que los vea todo el tiempo.

— Señor Wastaken... — su mayordomo volvió a llamar.

El hombre volvió a suspirar y se levantó. — Hagan lo que les dije, iré a darles las buenas noches si consigo su nueva niñera — beso las frentes de sus dos hijos.

Después de que vio a sus hijos marcharse, fue a su estudio, recogió algunos papeles tirados y contestó el teléfono en su escritorio, con cansancio se reclinó en su silla y habló:

— ¿Sí?

¿Señor Clay Wastaken?

Sí, él habla — tallo su sien con la mano libre.

Llamo para el puesto de niñera. Supe que estaba solicitando el servicio con apuro.

Clay asintió. — Sí, es correcto.

¿Le molesta si me entrevista por teléfono? Y luego podría ir a dar una muestra de mis servicios el día de mañana.

De acuerdo, ¿cuál es su nombre?

Eleanor White, soy una beta sin aroma, tengo veintinueve años y mis experiencias son cuidar niños recién nacidos hasta los quince años. Sé cuatro idiomas además del inglés, los cuales son italiano, francés, coreano y español, puedo darles tutorías completas y también sé cocinar.

Clay suspiró despacio. — De acuerdo, me parece interesante las tutorías e impresionante el conocimiento de los idiomas pero ¿tiene en cuenta que son siete niños desde el primer año hasta los diecinueve? Y por sus conocimientos de cocina no hace falta, solo necesito a alguien quién cuide de todos ellos.

Bueno señor Wastaken, siempre he dicho que desde los dieciséis un joven ya puede valerse y cuidarse de sí mismo, no se necesita una supervisión.

El alfa frunció el ceño.

Según mi madre, no hacía falta una persona que te guiara cuando ya tienes uso de razón y sabes diferenciar entre lo bueno y lo malo, así que creo que sus hijos mayores estarían bien por su cuenta a diferencia de los más pequeños y-

No esta contratada — sin más cortó, soltó una queja.

Clay realmente necesitaba conseguir a alguien, sus cachorros se habían encargado de echar a las niñeras con algunas travesuras o haciéndolas enojar todo el tiempo hasta que ellas mismas renunciaran.

— Señor Wastaken — su mayordomo se adentro al estudio.

— ¿Qué pasa?

— Sus hijos me suplican que suba a darle las buenas noches.

Clay asintió poniéndose de pie. — Gracias Sapnap, puedes descansar, no haré nada más.

Sapnap se inclinó y salió del lugar.

Clay llegó al cuarto de sus dos niñas más pequeñas. Sonrió al ver a Riley meciendo a su hermana en la cuna. — ¿Lily se ha dormido? — miró a la bebé con ojos cerrados.

Riley asintió. Ella y la pequeña Lily eran omegas.

— ¿Y tú? Debes dormir también.

Riley hizo un movimiento de señas con sus manitos frente a Clay con un puchero. "Mi beso".

El alfa sonrió, tomó a su hija en brazos y la arropó en la cama. — Jamás podría olvidarme de algo así — dejó un casto beso en la frente. — Descansa, mañana se quedarán con Sapnap y Sylvee después de la escuela.

La rubia volvió a hacer movimientos con sus manos y un gesto de duda. "Niñera".

Clay negó. — No pude conseguir a alguien — suspiró.

"Cansado" dijo en un gesto de manos Riley, para después acariciar el cabello de su padre como si fuese un felino.

Clay rió. — Sí, solo un poco. Por cierto Riri... — la niña le miró esperando. — Tú nunca te vas con extraños, ni siquiera dejas a las niñeras tocarte en los primeros días... ¿Por qué de repente te dejaste cargar por un desconocido?

La menor solo rió y se tapo por completo en su sábana.

— De acuerdo, no preguntaré. De todas formas no me respondes.

La menor salió de su escondite y le sacó la lengua a su padre quien hizo lo mismo con diversión.

"Pesado" le dijo Riley.

Clay rió para después volver a darle un beso a su hija y a la bebé en la cuna, después hizo lo mismo en las habitaciones de sus demás hijos.
Cuando termino y llego a su habitación para dormir, pensó en qué hacer para conseguir una niñera, alguien que cuidara a sus hijos, que los amara como él lo hacía pero parecía demasiado difícil.

Con mil pensamientos en mente quedo dormido por completo, deseando a la persona correcta para amar a sus hijos.

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sapnap mayordomo, podrán?? 🤓

heart sounds [dnf]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora